Los altos niveles de inflación, presionaron a la deuda de los hogares en el segundo trimestre, mientras el efecto de los retiros previsionales y las ayudas estatales en los ingresos del sector siguió disipándose y la tasa de ahorro retrocedió.
Según informó este jueves el Banco Central en su Informe de Cuentas Nacionales por Sector Institucional, en el periodo la deuda del total de los hogares se situó en 47,5% del PIB, aumentando 0,6 puntos porcentuales con respecto al trimestre anterior.
El instituto emisor precisó que en el alza destacó el incremento de los préstamos bancarios, principalmente hipotecarios, en línea con la reajustabilidad de esta deuda con respecto a la inflación observada en el periodo.
El ingreso disponible bruto de los hogares, en tanto, aumentó 3,6% respecto del mismo periodo del año anterior, explicado mayormente por las rentas de la producción (salarios e ingresos de independientes), con una incidencia de 9,7 puntos, dada la recuperación del mercado laboral.
En el mismo sentido, las rentas de la propiedad, a través de los retiros de rentas, y las prestaciones sociales netas de cotizaciones aportaron positivamente con 4,9 puntos. y 1,2 puntos, respectivamente.
Por el contrario, las transferencias corrientes netas incidieron negativamente con 11,2 puntos, asociadas al término de las principales medidas de apoyo implementadas por el gobierno en el contexto de la emergencia sanitaria.
Menor ahorro
Por su parte, el consumo final efectivo creció 18,1% anual, lo que sumado al resultado del ingreso disponible, determinaron que la tasa de ahorro del sector disminuyera a 0,2% del PIB.
En tanto, las cifras desestacionalizadas mostraron, respecto del trimestre anterior, una reducción del ingreso disponible bruto de 2,1% y un aumento del consumo final efectivo de 0,5%, determinando un desahorro del sector de 4,2% del PIB trimestral.
La menor tasa de ahorro, junto a una tasa de inversión estable, determinaron que los hogares continuaran aumentando la necesidad de financiamiento hasta un 2,4% del PIB, mayor en 2,2 puntos. respecto al periodo anterior.
Desde la perspectiva financiera, la necesidad de financiamiento se explicó por las liquidaciones de efectivo y depósitos, sumado a la contratación de préstamos.Lo anterior fue en parte compensado por aportes netos a los fondos de pensiones, luego de finalizado el plazo para realizar retiros parciales de ahorros previsionales durante este trimestre6.
En cuanto a su balance, los hogares cerraron el trimestre con una riqueza financiera neta de 120,4% del PIB, mejorando 0,6 puntos con respecto al cierre de marzo. Este resultado se explicó, principalmente, por un incremento de 1,6 puntos de los fondos de pensiones, debido a la mayor valoración de las inversiones y los aportes netos del trimestre,,y por el mayor saldo en acciones y cuotas de fondos, efectos que fueron compensados en parte por menores tenencias de efectivo y depósitos y el mayor saldo en préstamos, por el lado del pasivo.
Empresas no financieras
Al cierre del segundo trimestre, el ahorro de las empresas no financieras disminuyó en 2,3 puntos, situándose en 12,4% del PIB.
Este resultado obedeció a un aumento de las rentas distribuidas junto con un mayor pago de impuestos. Ambos efectos fueron parcialmente compensados por un incremento en el ingreso empresarial, impulsado tanto por las rentas de la propiedad como por las rentas de la producción.
En términos desestacionalizados, el ahorro del segundo trimestre se sitúo en 8,3% del PIB, disminuyendo 3,8 puntos respecto del periodo previo, y explicado principalmente por la reducción del ingreso empresarial.
El resultado del ahorro, sumado a una mayor formación bruta de capital (0,8 puntos), originó que las empresas no financieras registraran una necesidad de financiamiento de 8,1% del PIB, mayor en 3,1 puntos respecto del trimestre anterior.
Desde el punto de los instrumentos financieros, este resultado se reflejó en un incremento de los pasivos netos contraídos, principalmente vía la contratación de préstamos u obligaciones en cuentas por pagar, sumado a una desinversión en efectivo y depósitos.
Por su parte, el stock de deuda de las empresas no financieras registró un alza de 7,1 puntos, situándose en 107,8% del PIB. Este resultado obedeció mayormente al aumento de 5,5 puntos de la deuda mantenida en el exterior, debido a la depreciación del peso respecto al dólar y, en menor medida, a la contratación de nuevos préstamos.
Adicionalmente, la deuda local creció en 1,6 puntos, explicado fundamentalmente por la revalorización de la deuda emitida en unidades de fomento.