Deuda pública argentina se desploma en medio de dudas y debilidad cambiaria

Las operaciones con los bonos soberanos de Argentina profundizaron sus pérdidas el martes al compás del reciente cimbronazo de los mercados por dudas que trajeron anuncios económicos destinados a liberar con el tiempo la plaza cambiaria.

El banco central (BCRA) dejará de emitir dinero para financiar sus pasivos remunerados, como parte de la segunda etapa del plan de estabilización que pretende el gobierno ultraliberal de Javier Milei.

“El mercado no reaccionó bien a los anuncios de (el ministro de Economía, Luis) Caputo y (el titular del BCRA, Santiago) Bausili en cuanto al inicio de la fase dos del programa económico”, sostuvo el agente de liquidación y compensación Cohen.

Estas “características principales son el pase de los pasivos remunerados del BCRA al Tesoro —es decir que los bancos ahora pasarán a tener riesgo del Tesoro en lugar de BCRA—, la confirmación de que no habrá modificaciones en el esquema cambiario —léase se mantiene el crawling (devaluación) del 2% mensual, el dólar blend para liquidar exportaciones y no hay fecha para la apertura del cepo—”, remarcó.

La deuda pública extrabursátil cayó un 0,5% promedio en base a ventas generalizadas de carteras, para alargar la racha adversa tras acumular una baja del 1,6% en las anteriores tres sesiones.

Este contexto impulsó el riesgo país argentino del banco JPMorgan al cierre de la jornada saltó 23 puntos básicos hasta las 1.513 unidades, lo más alto desde el 11 de junio pasado, cuando llegó a 1.525 puntos.

Funcionarios del gobierno se reunieron en la víspera con bancos para acordar la forma en que se realizará el traspaso de pasivos del BCRA al Tesoro con la nueva letra de regulación monetaria, cuya definición se aguarda para antes del cierre de la semana, dijo a Reuters un portavoz oficial.

“Los mercados nos han dado un llamado de atención en las últimas dos semanas”, afirmó el economista y legislador oficialista José Luis Espert.

Las anotaciones cambiarias en los mercados alternativos aligeraban la debilidad a niveles de 1.434,70 pesos por dólar en el bursátil ‘Contado con Liquidación’ (“CCL”) y a 1.430 unidades en el llamado dólar “MEP”, con una plaza oficial regulada desde el BCRA con leve caída del 0,05% a 914,5 unidades.

Esta incómoda tendencia de depreciación se profundizaba en el circuito informal o “blue”, donde con escasos negocios perdió el 1,75% a un nivel mínimo histórico de 1.430 por cada dólar, con una brecha cambiaria del 56,37% ante la paridad oficial.

Esta baja del peso “no interfiere en lo que estamos haciendo”, afirmó en ronda de prensa el vocero presidencial Manuel Adorni, para enfatizar que “el déficit y la emisión cero está garantizado. No habrá devaluación”.

Analistas del mercado no descartan una posible alza en la tasa de referencia del BCRA como para quitar incentivo en la compra de dólares, un refugio tradicional de los argentinos en momentos de incertidumbre financiera.

Por su parte, el índice líder S&P Merval de la bolsa de Buenos Aires ganó un 2,61% al cierre, ante compras de oportunidad, luego de perder casi un 2,5% en las dos ruedas previas.

La recaudación de impuestos de Argentina subió un 221,2% interanual en junio al totalizar 11,3 billones de pesos (unos US$12.387 millones), lo que representó una fuerte caída en términos reales frente a los 13,4 billones de pesos recolectados en mayo.

“Con un dato de recaudación tributaria que no conformó, junto a la reacción que desataron los últimos anuncios económicos, es que los activos domésticos continúan condicionados dado que los inversores prefieren en el actual contexto una postura más defensiva a la espera de mayor claridad respecto a la ‘hoja de ruta’ económica frente a los desafíos del segundo semestre”, afirmó el economista Gustavo Ber.