Este miércoles se puede volver a cerrar el debate de los retiros de los fondos de pensiones, al menos por un año. Lo anterior, porque este martes los diputados de la Comisión de Constitución rechazaron por amplia mayoría la idea de legislar varias iniciativas de este tipo que fueron refundidas, y como el gobierno apuesta a obtener el mismo resultado en Sala, el lunes le puso “discusión inmediata” al proyecto, por lo que este miércoles se votará allí, en una sesión que iniciará a las 18.30 horas.
Este martes el proyecto fue rechazado en general con 10 votos en contra y tres votos a favor. En contra de la idea de legislar el sexto retiro votaron los diputados Jorge Alessandri (UDI), Gustavo Benavente (UDI), Luis Cuello (PC), Tomás De Rementería (PS), Andrés Longton (RN), Catalina Pérez (RD), Luis Sánchez (Partido Republicano), Leonardo Soto (PS), Gonzalo Winter (CS), y Raúl Leiva (PS). En tanto, a favor, se manifestaron los diputados Miguel Ángel Calisto (Ind), Jorge Durán (RN) y Pamela Jiles (PH).
En total son 10 mociones las que se fusionaron y que van desde un retiro del 100% de los fondos, a retiros parcelados con condiciones u otras opciones con la posibilidad de sacar sólo un 10% de los fondos de AFP. Todo ello se votó como una sola reforma constitucional. La expectativa que tiene el gobierno es que el proyecto se rechace nuevamente este miércoles y con ello terminar con la incertidumbre que genera en la economía mantener dicho debate abierto.
Antes de la votación, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, alertó sobre los efectos negativos que se producirían de aprobarse una iniciativa de este tipo, donde, entre otras cosas, explicó que “un nuevo retiro hoy día sería visto, anticipado, como un comienzo de un nuevo ciclo de retiros, y eso es lo que genera estos efectos que califico como no lineales. Esto es válido para cualquier tamaño del retiro”. Señaló que el dividendo de un crédito de 2 mil UF aumentaría en $155 mil con un nuevo retiro.
También dijo que “el efecto que un nuevo retiro tiene sobre las cuentas fiscales (...) nuestra estimación es que en este caso el mayor costo de financiamiento alcanzaría un 0,8% del PIB, aproximadamente US$2.500 millones, que es mayor que la recaudación que se espera con el royalty minero. Esto, considerando solamente un retiro del 10%”. También apuntó que ese era un cálculo conservador.
Por su parte, la sesión misma en que se votó no estuvo exenta de polémica. De hecho, la diputada Jiles terminó siendo amonestada por el presidente de la Comisión. “Estamos en una situación peor que en los tres primeros retiros que fueron aprobados, mucho peor, y con la indolencia de un gobierno que se ha entregado a la defensa de las AFP, a defender ese privilegio, porque aquí no hay ningún intento, diputado neoliberal comunista Cuello, que dice que aquí hay un intento de terminar con las AFP. Jamás ha sido propuesto por el gobierno, lo único que se propone en la reforma previsional (...) es enajenar los fondos de las personas para convertirlos en una caja pagadora de pitutos de este gobierno, de los amiguitos de este gobierno, los que hacen cariño en las patitas en España, los pololos de parlamentarios de esta misma Comisión”, dijo Jiles. Fue ahí cuando la interrumpió el diputado Leiva para amonestarla.
Tras terminar la votación, el diputado Cuello tomó la palabra y respondió a Jiles: “A mi juicio lo realmente indolente es haberse restado de aprobar una reforma tributaria, y con eso darle un portazo a miles de jubilados que esperaban un aumento en su Pensión Garantizada Universal, y lo realmente neoliberal es haberse aliado para defender el patrimonio de Ponce Lerou y de Luksic”.
Luego del resultado, el ministro Marcel dijo que “ha primado, como en otras oportunidades recientes, la convicción de que a través de los retiros de fondos de pensiones no se ayuda a las personas, sino que se les permite simplemente usar ahorros para su vejez con consecuencias económicas que son negativas tanto para las propias personas que efectúan los retiros, como para quienes ya no tienen fondos que retirar”.
Marcel agregó: “Esperamos que mañana (miércoles) podamos tener una buena discusión en la Sala. Creo que es muy importante explicar cómo han ido cambiando las circunstancias de los retiros, hay muchos cambios de lo que fue el primer, segundo e incluso tercer retiro, que llevan a que hoy día no solamente sus efectos positivos sean mucho más limitados, sino que los costos y los daños para la ciudadanía sean muchísimo mayores”.
Este martes el Consejo de Estabilidad Financiera (CEF) también advirtió de los efectos negativos que tiene el proyecto en la estabilidad del sistema financiero, entre ellos, el impacto negativo en las pensiones, donde indicaron que de aprobarse el sexto retiro, un 36% se quedaría sin saldo en sus cuentas. También alertaron por efectos en inflación, así como sobre las tasas de interés y en la depreciación del tipo de cambio, lo que a su vez afecta la inflación.
Desde el CEF alertaron además que de concretarse un sexto retiro habría una reducción en el ahorro de los hogares y en la profundidad del mercado de capitales, con efectos negativos de largo plazo en la inversión, el costo de financiamiento y la capacidad de crecimiento de la economía. Puntualizó que se hace más difícil el acceso a créditos, suben las cargas financieras de los hogares, hay impactos negativos en las pensiones con retiro programado, y los mayores costos fiscales limitan la disponibilidad de recursos públicos para usos alternativos. En cuanto a un nuevo adelanto de rentas vitalicias, el CEF anticipó graves perjuicios para los pensionados.
También la presidenta del Banco Central, Rosanna Costa, alertó hace unas semanas a los diputados en sesión de la Comisión de Constitución que “un nuevo retiro agregaría un nuevo impacto inflacionario, sin duda”. Y dijo que “en vez de seguir reduciéndose la inflación, lo que vamos a ver es que la inflación se va a mantener en los niveles actuales o incluso puede subir de aquí a fin de año”.