Direcon rechaza presencia chilena en lista roja de propiedad intelectual de EEUU
En tanto, Fitch se alinea con las farmacéuticas, asegurando que las políticas desplegadas en el país afectarán la inversión en dicho sector.
Análisis diametralmente opuesto hacen en Estados Unidos y Chile sobre el resguardo de los derechos de propiedad intelectual. Mientras nuestro país se apresta a volver a figurar en la Priority Watch List, la lista roja de países que no cumplen en la materia, desde la Direcon asegura que "hoy somos referentes en América Latina y el Caribe", basándose en los resultados del Índice Global de Innovación.
Consultados por el reporte que las gigantes de la industria farmacéutica, agrupada en PhRMA, enviaron al Representante de Comercio de EEUU, donde volvieron a acusar que las políticas del país no favorecen la innovación, la Direcon señaló a PULSO que la lista roja estadounidense, en la que Chile figura desde 2006, "no da cuenta de nuestra sólida institucionalidad en materia de propiedad intelectual".
Destacan que "el diseño del sistema nacional de propiedad intelectual ha estado orientado a constituirse como una herramienta que promueva la transferencia tecnológica y cultural, incentive la innovación, la inversión y el desarrollo de industrias innovadoras y culturales en el país". Adicionalmente, sostiene que Direcon sigue trabajando con los socios comerciales del país "en la obtención de resultados equilibrados en la elaboración e implementación de normas de propiedad intelectual".
De hecho, en el marco del TPP-11, que está siendo discutido en el Congreso, Chile moderniza este tipo de normas con algunos de sus socios, según lo consignado por Direcon.
Peligra inversión
Sin embargo, junto con PhRMA y otras seis organizaciones estadounidenses que piden que Chile permanezca en la lista roja (entre ellas la Asociación de Manufactureros y la Coalición Internacional Contra la Falsificación), Fitch Solutions enciende las alarmas sobre la situación nacional. Como el gremio de las grandes farmacéuticas, les preocupa específicamente el tratamiento de las licencias obligatorias; aquellas que suspenden temporalmente el derecho de exclusividad del titular sobre una patente, permitiendo la producción, uso, venta o importación del producto patentado.
"Las intenciones de Chile de introducir licencias obligatorias disminuirán significativamente el atractivo de su mercado farmacéutico", se lee en una publicación de la clasificadora, en el que agregan que "las preocupaciones con respecto a la protección deficiente de los datos regulatorios y la débil aplicación de patentes reducen aún más el atractivo".
Fitch respalda su diagnóstico citando el porcentaje del gasto farmacéutico total que se destina en el país a medicamentos genéricos. El 34,2% que alcanzó en 2018 "refleja la débil aplicación de la propiedad intelectual en el país", señalan.
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