El interés por el cobre sigue impulsando la reactivación de los grandes proyectos de cobre en Chile y en el mundo. Este lunes, la compañía canadiense Lundin Mining comunicó el acuerdo con la principal minera mundial, la australiana BHP Group, para formar una empresa conjunta que explotará dos proyectos en Argentina. Se trata de Josemaría, una iniciativa de cobre en etapa avanzada del cual era propietario la firma canadiense, y de Filo del Sol, ubicado a 11 kilómetros al suroeste de Josemaría. En este último, ambas mineras adquirirán el 100% de las acciones ordinarias emitidas y en circulación que no estaban antes en poder de las partes.
Los dos proyectos serán desarrollados por una nueva empresa conjunta, en la cual cada una tendrá el 50% de propiedad, y en la que una de las contribuciones de Lundin al joint venture con BHP será aportar con Josemaría, mediante una contraprestación en efectivo por US$690 millones.
Ambos proyectos son parte del denominado “distrito Vicuña”, el cual suma a otras dos iniciativas que Lundin opera en Chile, Caserones y Candelaria, ubicadas a 35 y 30 kilómetros de distancia de Filo del Sol y Josemaría, respectivamente. A estas se suma el reciente descubrimiento de Lunahuasi, con lo que el distrito representa una veta de mineralización de 35 kilómetros de longitud.
En conferencia con analistas, el CEO y presidente de Lundin, Jack Lundin, destacó este martes que “los grandes distritos metalíferos como el distrito de Vicuña son extremadamente raros” y que “se compara favorablemente con otros notables distritos mineros de gran producción en Chile, y este es el potencial que vemos aquí en el distrito de Vicuña, un complejo minero de clase mundial en ciernes”.
Por su tamaño, escala y grado de concentración de minerales, Lundin compara al distrito Vicuña con las zonas donde actualmente operan Collahuasi (donde Anglo American y Glencore tiene cada una el 44% de la propiedad, y el 12% restante está en manos de la japonesa Mitsui), Chuquicamata (operada por Codelco) y Escondida (controlada por BHP, con el el 57,5% de la propiedad, seguida del 30% de Río Tinto y el 12,5% del consorcio japonés Jeco).
Juan Andrés Morel, vicepresidente ejecutivo de operaciones de Lundin Mining, comentó que su alianza con BHP “posiciona a Lundin en las grandes ligas de la minería mundial”, y que la nueva compañía conjunta tendrá la responsabilidad para el desarrollo de “dos megayacimientos”, pero como Lundin continúa teniendo el control y siendo el operador tanto de Caserones como de Candelaria, “las posibles sinergias que puedan darse entre esta nueva compañía y Caserones-Candelaria es algo que todavía tenemos que estudiar”.
De todos modos, y aunque remarcó que la nueva compañía “es libre de negociar, de establecer convenios con cualquier empresa que estime conveniente, todos sabemos que, por ejemplo, Candelaria tiene una tremenda ventaja porque tiene un puerto donde hay capacidad disponible, tiene una planta desaladora que fácilmente podría expandirse. Por lo tanto, creemos que podrían darse muy buenas oportunidades de estudiar posibles sinergias, pero no hay nada preestablecido ni nada preacordado en esta alianza que se está formando”.
Además, acotó, la escasez de infraestructura en Argentina realza las potenciales sinergias con las operaciones de Lundin en Chile.
“Es un terreno fértil, pero virgen, que no tiene ninguna infraestructura. Y eso es lo bonito. Es un proyecto que se denomina greenfield, donde no hay nada. Es como eran los proyectos nuestros en la década de los 90, como cuando partió Escondida o Collahuasi: no hay energía eléctrica, no hay agua, no hay caminos. Hoy día lo único que hay es un campamento. Y ese es el campamento que se iba a ocupar justamente para las obras tempranas de la construcción”, sostuvo.
El ejecutivo destacó que Josemaría ya cuenta con aprobaciones medioambientales, y que previo al acuerdo con BHP, el proyecto tenía calendarizada la toma de decisión de la inversión para 2026, y considerando los tiempos de construcción de estos proyectos, el yacimiento podría haber entrado en producción en 2030. Sin embargo, eso ahora será resorte de la nueva compañía, junto con definir el monto de las inversiones.
Morel remarcó de todos modos que “Josemaría y Filo por sí solo van a ser una mina de gran tamaño, comparables a las que conocemos en la gran minería en Chile”, y que la alianza con BHP da cuenta de la importancia del yacimiento, ya que “BHP son bastante selectivos con los proyectos que opera, y no por nada son los operadores de Escondida, la mina de cobre más grande del mundo”
“La señal de que BHP haya tomado esta posición en este distrito, en este asociamiento, ratifica que efectivamente se trata de operaciones mineras de gran escala y que son de clase mundial”, subrayó Morel.
Los desafíos de exploración que Lundin está desarrollando en la zona de Caserones, con más de 60 mil hectáreas en propiedad minera, mantendrán ocupada a la minera canadiense en Chile por varios años. “La verdad es que con el distrito Vicuña tenemos bastante en el plato. Es un distrito tan prolífico, con potencial exploratorio tan grande, que la verdad es que tenemos para entretenernos por varias décadas”, aseguró Morel, pero igual no quiso descartar posibles adquisiciones a futuro. “El foco de Lundin Mining hoy día está puesto en el distrito Vicuña, es nuestro principal pilar de crecimiento, pero esto no quita que nuestra capacidad emprendedora no nos haga ver oportunidades que puedan aparecer en otras jurisdicciones, en otras partes del mundo”, concluyó.
Ganancias bajan, pero producción sube
En paralelo, Lundin Mining reportó sus resultados correspondientes a junio, donde los ingresos de la minera aumentaron 51%, hasta los US$2.021 millones, pero las ganancias cayeron 34%, hasta los US$136 millones. En el período la producción de cobre ascendió a las 168 mil toneladas, cifra que mostró un alza del 38% frente a las 122 mil del mismo lapso de 2023. La firma elevó las previsiones para la producción de cobre anual de Caserones hasta un tope de 135 mil toneladas, y mantuvo estables las de Candelaria, en un máximo de 170 mil toneladas.