El alza del tipo de cambio ha sido imparable. Y es que el aumento en las probabilidades de una recesión global, producto del alza de tasas a ejecutar por EE.UU. para detener la inflación, esta última acrecentada por el conflicto entre Ucrania y Rusia, tiene a los inversionistas buscando refugios, presionando con esto al dólar.
Así, en Chile este viernes la divisa norteamericana cerró en $877,28, un salto diario de $10,42 que lo llevó a su nuevo mayor nivel en la historia. En la semana el dólar subió $31,3 y en lo que va de junio ha avanzado $52,9. La contracara de lo anterior es que el peso chileno fue la moneda que más se depreció en últimos cinco días en el mundo.
La escalada del dólar se produce luego que esta semana la Reserva Federal (Fed) de EE.UU. decidiera subir en 75 puntos básicos la tasa de interés, la mayor alza desde 1994.
“Mis colegas y yo estamos muy concentrados en devolver la inflación a nuestro objetivo del 2%”, dijo el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, en sus palabras de bienvenida preparadas para pronunciar este viernes en una conferencia de la Fed sobre el papel internacional del dólar en Washington.
“El fuerte compromiso de la Reserva Federal con nuestro mandato de estabilidad de precios contribuye a la confianza generalizada en el dólar como reserva de valor”, añadió.
Al término de la reunión, Powell afirmó a periodistas que era probable otro aumento de 75 puntos básicos o un alza de 50 puntos básicos, en la próxima reunión de política monetaria en julio.
Acción del Banco Central
El alza del tipo de cambio ha sido de tal magnitud en Chile, que en el mercado ya se abrió el debate respecto de si el Banco Central podría intervenir en el mercado cambiario, sobre todo considerando la mayor presión que la tendencia alcista del dólar genera sobre la inflación.
La última vez que lo hizo fue en noviembre de 2019, luego del estallido social, cuando el tipo de cambio subió casi $30 y llegó a $828. Tras ello, el ente rector comunicó su decisión de vender dólares spot por un monto de hasta US$10.000 millones y vender de instrumentos de cobertura cambiaria por otros US$10.000 millones.
Los otros episodios de intervenciones ocurrieron en 2001 y 2002, cuando el Central salió a vender dólares producto de presiones al alza en el tipo de cambio generadas por la crisis de algunos países vecinos. Y luego, las dos intervenciones adicionales ocurrieron a principios de 2008 y de 2011.
Consultado sobre la materia, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, señaló este viernes que “el aumento del dólar que hemos visto en Chile es similar al que se ha visto en todo el mundo en estos días, que es la reacción de los mercados al aumento de tasas en Estados Unidos y a las perspectivas de que esos aumentos de tasas de interés por parte de la Fed continúen en las próximas reuniones del Consejo de la Reserva Federal”.
Sin embargo, sostuvo que “tenemos que estar preparados para enfrentar esta coyuntura; la política cambiaria, como sabemos, corresponde al Banco Central, no la define el gobierno. Nosotros más bien a lo que vamos respondiendo es a las consecuencias que esto tiene sobre el costo de la vida para las familias de menores recursos, en fin, cosas sobre las cuales ya estamos trabajando”.
Cuándo intervenir
¿En qué niveles podría intervenir el Banco Central (BC)? Alejandro Fernández, economista de Gemines, dice que es probable que lo haga acercándose a los $900 en los próximos días, aunque ese “es un número simbólico”, y que una acción concreta del BC dependerá de “la presión alcista que haya y si estima que el mercado ha perdido el control”.
En esa línea, plantea que llegar a los $900 aún dependen de otros factores, como por ejemplo la evolución del cobre (que cae por el alza de la Fed y la expectativa de una recesión en China), y las estimaciones de recesión en Estados Unidos.
De hecho, el precio del cobre cerró este viernes en US$4,128 por libra, pero el valor futuro anotaba una fuerte baja de 2,12% a US$4,02. La caída en el principal producto de exportación de Chile también contribuye al debilitamiento de la moneda local. En lo que va del año, el metal rojo pierde 6%, y se ubica lejos de los US$4,7491 que llegó a tocar el 3 de marzo.
Por su parte, Sergio Lehmann, economista jefe de BCI, explica que “todavía estamos lejos en nuestra mirada. Lo que hacemos es estimar el valor acorde con fundamentos del tipo de cambio y ver diferencia con el valor efectivo. Usamos para eso un modelo equivalente al del Banco Central. En la última intervención, a fines de 2019, esa diferencia era de 15%. Hoy es la mitad de eso. El tipo de cambio ha subido en lo último por un deterioro del escenario externo, y es el principal instrumento para enfrentar shocks. Una intervención ahora sería injustificada, además de estéril”.
Así, comenta que una intervención se justificaría recién en niveles de $940-$950.
En tanto, Luis Felipe Alarcón, economista jefe de EuroAmerica, dice que la entidad comandada hoy por Rosanna Costa podría realizar una intervención verbal, pero que para algo más concreto el dólar debiese subir más.
“Creo que a pesar de que el origen pueda ser externo, el peso se encuentra desalineado de sus fundamentos. Eso debiese indicar el Banco Central en algún comunicado o comentario de alguna de sus autoridades, pero antes debiese analizar si sigue la tendencia o se corrige solo”, asegura Alarcón.
El jueves, el economista jefe de Scotiabank, Jorge Selaive, dijo en su cuenta en Twitter que el “tipo de cambio no cede en su depreciación post agresiva decisión de la Fed, complicando aún más el ya difícil escenario inflacionario local. Campanillas de intervención cambiaria podrían comenzar a sonar al aproximarnos a $900″.