La economía chilena cayó un 1,1% en el segundo trimestre, en comparación con el mismo periodo del año pasado, según datos entregados este viernes por el Banco Central. Con este dato, el PIB local completa tres trimestres consecutivos de contracción en su medición anualizada.
La cifra del segundo trimestre se ubica en línea con las expectativas del mercado, tras la publicación de los imacec respectivos.
En el primer trimestre del año, la economía cedió un 0,8%, cifra que fue revisada a la baja desde la contracción del 0,6% previa. En el último trimestre de 2022 cayó un 2,3%. La contracción del PIB de 1,1% entre abril y junio estuvo incidida principalmente por las actividades de comercio, transporte, minería e industria manufacturera.
En términos desestacionalizados, la economía decreció un 0,3% en el periodo abril y junio de 2023, tras haber subida un 0,4% en el periodo previo. Lo ocurrido en el segundo trimestre se explica por el desempeño del sector comercio, que se vio parcialmente compensado por el repunte de la minería.
El informe de cuentas nacionales del Banco Central, indicó además que desde la perspectiva del gasto, el menor PIB trimestral se explica por una caída de la demanda interna.
“La caída del consumo de los hogares (-6,1%) fue generalizada en sus componentes. Destacó por su contribución el menor gasto en bienes no durables que cayó 7,3%, en particular el relativo a vestuario y alimentos. Le sigue el componente de bienes durables que disminuyó 25,8%, donde resaltó la caída en las compras de vehículos, computadores y teléfonos móviles. Finalmente, en los servicios presentaron una variación de -0,9%, destacando el menor gasto en restaurantes y hoteles”, explicó el informe.
Por otro lado, las exportaciones de bienes y servicios mostraron una caída de 1,2% en el trimestre, en línea con menores envíos industriales, principalmente productos de madera y vino. Además, se registró una disminución en la exportación de frutas, principalmente uva y manzanas, y en los envíos de cobre. Las exportaciones de servicios de turismo y transporte, logró compensar en parte el efecto anterior.
En cuanto a las importaciones, estas cayeron un 13,2%, debido a menores internaciones de combustibles, productos químicos y automóviles. En la vereda opuesta, las importaciones de petróleo y gas natural aumentaron en el periodo, lo que impidió que la baja fuera mayor. Las importaciones de servicios también se redujeron entre abril y junio.
La demanda interna disminuyó 5,6%, como resultado de un menor consumo de los hogares e inversión.
Otro de los aspectos que abordó el informe, tiene que ver con el ingreso nacional bruto disponible real que presentó una subida de 3,1%, por el aumento en los términos de intercambio, acompañado de una caída en las rentas pagadas al exterior.
Mientras que el ahorro bruto total ascendió a 22,1% del PIB en términos nominales, compuesto de un ahorro nacional de 18,9% del PIB y un ahorro externo de 3,2% del PIB, correspondiente al déficit en cuenta corriente de la Balanza de Pagos.