El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha decidido elevar la tasa de interés en 25 puntos básicos, tal y como daba por descontado el consenso del mercado, de forma que la tasa de referencia para sus operaciones de refinanciación se situará en el 4%, mientras que la tasa de depósito alcanzará el 3,50% y la de la facilidad de préstamo el 4,25%.
“La inflación ha disminuido, pero se prevé que siga siendo demasiado alta durante demasiado tiempo”, ha indicado la institución, subrayando que el órgano rector del BCE tiene la determinación de asegurar que la inflación vuelva pronto a situarse en su objetivo del 2% a medio plazo.
Con esta octava subida consecutiva del precio del dinero, que se ha situado en su nivel más alto en casi 15 años, el BCE sigue adelante con el endurecimiento de su política monetaria, después de que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) decidiera ayer hacer una pausa en el ciclo de subidas, tras diez incrementos consecutivos desde marzo de 2022.
Con la subida de un cuarto de punto anunciada este jueves por el BCE, en línea con la adoptada en mayo, el ‘Guardián del euro’ ha elevado el precio del dinero en 400 puntos básicos durante el actual ciclo de subidas, que dio comienzo en julio del año pasado.
La decisión del BCE, esperada por el mercado, llega después de que la tasa de inflación interanual de la zona euro se desacelerase en mayo hasta el 6,1%, nueve décimas por debajo de la subida de precios registrada en abril y su nivel más bajo desde febrero de 2022, mientras que al excluir del cálculo el impacto de la energía y de los alimentos, el alcohol y el tabaco, la tasa subyacente se moderó al 5,3% desde el 5,6% del mes anterior.
Asimismo, hace una semana Eurostat revisaba a la baja sus datos de crecimiento del producto interior bruto (PIB) de la zona euro, que finalmente registró una contracción del 0,1% en el primer trimestre de 2023, lo que supone la entrada en recesión técnica de la economía de la región, después de la caída de la actividad también del 0,1% en el cuarto trimestre de 2023.
Se trata de la primera recesión registrada en la economía de la zona euro desde que el PIB se contrajera consecutivamente en el primer y el segundo trimestre de 2020, como consecuencia del impacto de la pandemia de Covid-19 y de las restricciones implementadas.
En su análisis, el BCE ha destacado que las anteriores subidas de los tipos acordadas por el Consejo de Gobierno “se están transmitiendo con fuerza a las condiciones de financiación y están afectando gradualmente a toda la economía”, subrayando que los costes de financiación han aumentado de forma acusada y el crecimiento de los préstamos se está ralentizando.
“El endurecimiento de las condiciones de financiación es uno de los motivos principales por los que se prevé que la inflación continúe disminuyendo hacia el objetivo, ya que se espera que frene cada vez más la demanda”, ha apuntado.
En cualquier caso, el BCE ha reiterado que el Consejo de Gobierno seguirá aplicando un enfoque dependiente de los datos para determinar el nivel de restricción y su duración apropiados.
“En particular, sus decisiones sobre los tipos de interés seguirán basándose en su valoración de las perspectivas de inflación teniendo en cuenta los nuevos datos económicos y financieros, de la dinámica de la inflación subyacente y de la intensidad de la transmisión de la política monetaria”, ha defendido.
Final de reinversiones
Por otro lado, el Consejo de Gobierno del BCE ha confirmado este jueves que pondrá fin a las reinversiones en el marco del programa de compras de activos (APP) a partir de julio de 2023.
En este sentido, ha indicado que el tamaño de la cartera de su programa APP está descendiendo a un ritmo mesurado y predecible, dado que el Eurosistema no está reinvirtiendo íntegramente el principal de los valores que van venciendo.
De este modo, estima que el descenso será, en promedio, de 15.000 millones de euros mensuales hasta el final de junio de 2023.
En lo que se refiere al PEPP, el programa de compras de emergencia durante la pandemia, el Consejo de Gobierno prevé reinvertir el principal de los valores adquiridos en el marco del programa que vayan venciendo al menos hasta el final de 2024.
“En todo caso, la futura extinción de la cartera del PEPP se gestionará de forma que se eviten interferencias con la orientación adecuada de la política monetaria”, ha explicado.
Asimismo, el Consejo de Gobierno ha asegurado que continuará actuando con flexibilidad en la reinversión del principal de los valores de la cartera del PEPP que vayan venciendo, con el objetivo de contrarrestar los riesgos para el mecanismo de transmisión de la política monetaria relacionados con la pandemia.