El camino que recorrió el Club Balthus Vitacura previo a su cierre definitivo

Gimnasio Balthus
21 de Julio 2020 Fachada Edificio Gimnasio Balthus de la comuna de Vitacura Foto : Andres Perez

Aunque se diseñaron estrategias que permitieran seguir a flote, la incertidumbre sobre cuánto más se prolongue el cierre del tradicional gimnasio producto de la pandemia y las irreversibles pérdidas, obligó a la sociedad del empresario Jorge Gálmez Puig, excontrolador de Almacenes Paris, a someterse a una liquidación voluntaria de bienes. Los pasivos suman más de $2.170 millones.


La sociedad que opera el terreno municipal que actualmente ocupa el Club Balthus Vitacura, de propiedad del empresario Jorge Gálmez Puig, solicitó su quiebra. Los efectos de la pandemia del Covid-19 fueron lapidarios para los emblemáticos gimnasios. El cierre del recinto situado en la avenida San Josemaría Escrivá de Balaguer para evitar la propagación del virus produjo pérdidas que hasta el momento, no permiten a la empresa visualizar una pronta recuperación.

Representados por el abogado Gonzalo Alvarado Schott, Balthus Vitacura -que tiene la concesión del predio de 28 mil metros cuadrados hasta junio de 2022- solicitó el lunes al 12° Juzgado Civil de Santiago la liquidación voluntaria de sus bienes debido al estado de insolvencia en el que actualmente se encuentra.

En total, acumula deudas por más de $ 2.170 millones, su principal acreedor es la Tesorería General, con $1.616 millones, y cuenta con casi 700 clientes. En 2019 Balthus Vitacura S.A. generó ingresos por $4.368 millones.

Adicional a la pandemia, la firma también atribuye la decisión tomada a las disrupciones que sufrió la operación del gimnasio durante el estallido social, que los obligó a cerrar el establecimiento durante varios días, adelantar los horarios de cierre, suspender clases, como también por las dificultades de traslado del personal y profesores para cumplir con los programas de los clientes.

“Producto de estos hechos, comenzaron a verse mermados en forma significativa nuestros ingresos, no obstante, estábamos esperanzados en que ellos se irían recuperando con el correr de los meses; pero por el contrario, antes de lograr el nivel de ingresos previo a octubre de 2019, a comienzos de marzo recibimos un nuevo golpe producto de la pandemia del virus denominado Covid-19”, explicaron en el escrito presentado a la justicia.

La decisión de poner término a las operaciones del Club Balthus Vitacura no fue fácil de tomar para el directorio. De hecho, se diseñaron estrategias que permitieran seguir adelante con la operación.

Aunque durante los primeros días de marzo la compañía cerró de forma voluntaria el gimnasio para evitar un foco de contagio, el 20 de marzo una resolución sanitaria ordenó el cierre indefinido a todos los recintos del país, que sigue vigente hasta el día de hoy. Debido a ello, se suspendió el cobro mensual a los clientes y se ofreció a todos aquellos que se habían acogido a promociones por planes semestrales o anuales, hacer valer el tiempo que les restaba a partir en que la autoridad permitiera su reapertura. Como consecuencia, los ingresos del club se desplomaron y la empresa suspendió contratos a la mayoría de sus trabajadores.

“No obstante, y el esfuerzo que hemos hecho por ahorrar recursos y salvaguardar nuestra caja, existen una serie de gastos mensuales inevitables y que corresponden a medidas meramente conservativas, que van desde la operación y mantención mínima de nuestros equipos (filtros, sistema de agua, de frío y calefacción, etc.), jardines (por obligación de la concesión), cotizaciones previsionales, pago de la concesión, impuesto territorial y otros como seguridad, apoyo informático, agua, electricidad etc., que han redundado en que dicha caja haya mermado a un ritmo alarmante y sin que todavía se avizore la posibilidad de poder reabrir. De hecho, incluso si abriésemos próximamente, la operación al 50% de la capacidad como se ha propuesto tentativamente para las fases más avanzadas del desconfinamiento, hace imposible cualquier posibilidad de operación rentable ni recuperación”, explican en el recurso.

Con los ingresos actualmente en caja y los que se obtengan por la venta de activos de Balthus, se pretende pagar indemnizaciones.

Este año se anunció una completa renovación al gimnasio Balthus luego que el consorcio integrado en 20% por Urbana Operadora y en 80% por Youtopia -empresa en donde participan Inversiones Santa Teresita de la familia Jalaff, Inversiones Baalbek de Roberto Abuhomor, Inversiones Meridiana de Juan Pablo y María José Lería e Inversiones Tyndall- se adjudicaran la concesión a partir de 2022 y por 40 años.

Aunque el actual operador de Balthus, la sociedad de Jorge Gálmez Puig -uno de los excontroladores de Almacenes Paris y actual dueño de Mall Sport- participó de la licitación que realizó la Municipalidad de Vitacura, no logró superar la oferta de Youtopia. Por ahora, Balthus seguirá con su otra sede en Mall Sport en avenida Las Condes.

La Municipalidad de Vitacura declinó referirse al tema. Fuentes señalan que recién este martes se tomó conocimiento y todavía se está analizando la situación y revisando los contratos para saber acerca de la implicancia que esto tendrá. Sin embargo, una de las opciones que se barajan es adelantar la entrada en vigencia del contrato del nuevo concesionario.

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