Las arcas fiscales deben estar muy, pero muy contentas. Y cómo no si su principal fuente de ingresos, el cobre, no para de subir en los mercados internacionales. Ya está en máximos en más de ocho años, pero todo indica que seguirá subiendo en los próximos días.
Así lo indican la mayoría de los análisis.
En el mercado spot de Londres, la libra se cotizó en US$ 3,81, un máximo desde mayo de 2012 y un precio que nadie había previsto hace unos meses, en medio de la incertidumbre que generaba la crisis sanitaria.
En este minuto, los futuros a tres meses del metal rojo ya se transan en US$ 3,83.
El alza del cobre y las materias primas se enmarca en un contexto de optimismo total, el cual se refleja en las bolsas. Dicho optimismo se sustenta en el proceso de vacunación que avanza en todo el mundo, la disminución de los brotes y las expectativas en torno al plan de estímulo de Joe Biden, todo lo cual redundaría en un mayor crecimiento global y, sobre todo de China.
El gigante asiático es la segunda mayor economía del mundo, el principal consumidor de cobre del planeta y máximo socio comercial de Chile. No es poco lo que pase con China.
En ese contexto, las apuestas es que seguirá subiendo. De acuerdo a Cochilco, la tonelada de cobre tiene un precio de US$ 8.416, pero Citi estima que llegará US$ 10.000, advirtiendo sobre un fuerte déficit mundial, consigna Bloomberg. En esa misma línea, la minera australiana BHP, que en Chile opera la mayor mina de cobre del mundo, Escondida, advierte riesgos en la oferta de cobre y los atribuye tanto al coronavirus como por las negociaciones colectivas contempladas en el año.
El nuevo superciclo
Pero Citi no es el único. JPMorgan, por ejemplo, ya está hablando de que las materias primas parecen haber comenzado un nuevo superciclo. Es que no solamente sube el cobre, también los hacen los precios agrícolas y el petróleo, que ya está en máximos de 13 meses, superando la crisis del coronavirus.
Parece probable que se produzca un auge a largo plazo en el sector de las materias primas con Wall Street apostando por una fuerte recuperación económica de la pandemia y cubriéndose contra la inflación, dijeron analistas de JPMorgan liderados por Marko Kolanovic en un informe el miércoles.
Los precios también pueden subir como una “consecuencia no intencionada” de la lucha contra el cambio climático, que amenaza con restringir los suministros de petróleo al tiempo que impulsa la demanda de metales necesarios para construir infraestructura de energía renovable, baterías y vehículos eléctricos, dijo el banco.
Uno de esos metales, es el cobre. Un auto eléctrico demanda más metal rojo que uno convencional.
De acuerdo a Bloomberg, desde Goldman Sachs Group hasta Bank of America Corp. y Ospraie Management LLC, están pidiendo un mercado alcista de las materias primas a medida que se inicia el estímulo del gobierno de EEUU y se implementan vacunas en todo el mundo para combatir el coronavirus.
“Pienso que sí (hay un superciclo), motivado por el cobre como reserva de valor alternativa a la depreciación del dólar, y sobre todo por las políticas monetarias aplicadas por los grandes bancos centrales del mundo que han disponibilizado mucho efectivo que ha ido principalmente a activos de riesgo, como acciones y materias primas”, complementó Arturo Frei, gerente general de Renta4.
El optimismo ya ha llevado las apuestas alcistas de los fondos de cobertura sobre las materias primas a las más altas en una década, lo que representa un cambio dramático con respecto al año pasado, cuando el petróleo cayó por debajo de cero por primera vez y los agricultores estaban abandonando los productos en medio de cadenas de suministro enredadas y la caída de la demanda.
“Creemos que ha comenzado el repunte de las nuevas materias primas y, en particular, el ciclo alcista del petróleo”, dijeron los analistas de JPMorgan en su nota. “La marea de los rendimientos y la inflación está cambiando”.
“No estamos de acuerdo”
Pero no todos creen tan firmemente en que se está en presencia de un super ciclo en el mercado de los metales industriales.
“No estamos de acuerdo con la conversación sobre otro “superciclo”, ya que creemos que, a largo plazo, el impacto negativo de la transición de China de un crecimiento impulsado por la inversión a un crecimiento impulsado por el consumo compensará el impacto positivo de la aparición de tecnologías limpias”, dijo el banco de inversión Julius Baer.
La entidad sostuvo en un informe que en el caso del aluminio y el cobre, debería compensar el impacto positivo de la aparición de tecnologías limpias como los vehículos eléctricos y las energías renovables.
“Por lo tanto, no vemos un gran impulso de la demanda a largo plazo para los metales industriales. Teniendo esto en cuenta, no creemos que el rally actual sea sostenible a largo plazo”, cerró.