El escenario de la fruta chilena según Utilitas: “Estamos en una desventaja brutal en relación a Perú”
De acuerdo al director ejecutivo de Utilitas, Rodrigo Manasevich, la industria de exportación de fruta disminuyó un 3% en los últimos cinco años, y se enfrenta a un escenario competitivo.
El director ejecutivo de Utilitas, Rodrigo Manasevich, aseguró que entre las temporadas 2017/2018 y 2021/2022, la industria de exportación de fruta chilena ha caído en un 3%. “Tenemos una industria un poco más pequeña de lo que éramos hace 5 años. Si bien no podemos generalizar los resultamos, sí podemos decir que tenemos especies rentables como uva de mesa, cereza y cítricos, y otras que no”, señaló.
Manasevich, explicó en un seminario de Federacion Gremial Nacional de Productores de Fruta (Fedefruta) que en cinco años se pudo evidenciar una caída en las exportaciones de diversas especies como la uva (-17%), kiwi (-25%), palta (-9%), pera (-10%), arándano (-3%), limón (-26%), clementina (-34%) y durazno (-14%).
La manzana particularmente tuvo una caída de -23%, a lo que Manasevich señaló que “el negocio de las manzanas es un negocio que está sufiriendo y va a seguir sufriendo”. De esa forma, hizo un llamado a los productores a pensar en el arranque de variedades que no son rentables y pensar en otras especies.
Aún así, las cifras presentadas por el director, muestra un gran crecimiento en cerezas, con un 91%, en las avellanas, con un 1.800% y mandarinas con un 91%. Otras especies tuvieron un crecimiento moderado como naranjas (2%), nectarines (26%) y ciruelas (31%).
De esta forma, Manasevich apuntó a que, sin considerar el despegue del mercado de las cerezas, la industria de exportación de fruta habría caído un 10%.
Por otro lado dijo que la industria ha experimentado un “aumento exagerado de tarifas de navieras, transporte marítimo, que naturalmente golpea nuestros resultados”, siendo precisamente las cerezas las que están pagando las tarifas más altas actualmente. En los últimos cinco años, en general, la tarifa más baja que se alcanzó fue de US$7.200, y la más alta de US$15.519, significando un aumento del 115%.
Sin embargo, Manasevich señaló que los costos están bajando, también en otros productos como cajas. “En el caso de las tarifas marítimas están bajando fuertemente. Producto del éxito que tuvieron, la oferta naviera que nos vamos a encontrar en el futuro va a ser mayor. Con mayor competencia tendremos menores tarifas y así lo estamos notando en los cítricos”, indicó.
Pero la rebaja de costos, según el empresario, aún no se materializan, por lo que no se pueden esperar buenos resultados en, por ejemplo, las cerezas y los arándanos. “Van a ser regulares, no van a ser buenas noticias. No van a alcanzar para superar los problemas de los años anteriores”, explicó.
Pero existen otros desafíos propios de la industria como deudas impagas, debilidad financiera y la reducción de las ventanas comerciales producto de la competencia mundial, lo que generó peores resultados para nuestro país, según Manasevich. “Estamos en una desventaja brutal en relación a Perú” advirtió, agregando que “se prefieren los arándanos peruanos y la uva de mesa. Fruta que no tiene problemas de condición y nosotros seguimos mandando fruta con problemas de condición”.
Además, hizo énfasis en que la industria se está enfrentando al “cambio de propiedad que están viviendo las exportadoras tradicionales. Están siendo vendidas y eso va a cambiar nuestra industria”.
De esta forma, para Manasevich la nueva normalidad en la industria se caracteriza por “tener más incertidumbre, mayor competencia, resultados más estrechos, menos dinero disponible. Además, de generar la necesidad de mejorar la automatización y hacernos más eficientes, con menos tiempo para hacer y para actuar. Pero también nos obliga a pensar en hacer cambios, es una oportunidad”.
Así, el director de Utilitas manifestó que las siguientes temporadas serían de ajustes. Llamó a los productores a diversificar las especies y a dejar de subsidiarlas, en la variedad y los calibres. “Algo que deberían evitar, como mandar especies o variedades que no deberían llegar al mercado de destino. Hay calibres que no son pagados y lo único que hacen es echar a perder los resultados al productor”.
Además, se refirió a la producción de nuevas variedades en la uva de mesa que “traen consigo varias cosas positivas para el productor”, como menor costo y mayor productividad. “Pero viene acompañada de inseguridad de éxito. Tenemos muchos casos que han fracasado derechamente. Magenta, por ejemplo, la cuenta la pagó el productor. No es justo y no es correcto”, señaló.
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