El último día de mayo, la máxima ejecutiva del grupo francés Veolia, Estelle Brachlianoff, llegó hasta Teatinos 120 y se reunió con el ministro de Hacienda, Mario Marcel. Era su primera vez en Chile y era el inicio del desembarco de Veolia en su nueva posesión: la mayor sanitaria del país, Aguas Andinas. Esta semana, Veolia dio otro paso y anunció la renovación del directorio de la empresa sanitaria de la Región Metropolitana, lo que ocurrirá a fin de mes.

Estelle Brachlianoff se reunió el 31 de mayo con Mario Marcel y fue acompañada de sus ejecutivos, algunos de ellos con una larga historia en Chile. El más relevante es Ángel Simón Grimaldos, director de Veolia Iberia y Latinoamérica. El español dirigió Aguas Andinas cuando la entonces Aguas de Barcelona, Agbar, y el grupo francés Suez se adjudicaron la privatización de la estatal Emos, en 1999, en el gobierno de Eduardo Frei. Simón fue gerente general de Aguas Andinas desde 1999 a 2002 y luego su presidente. Quiere y conoce a Chile, construyó una amplia red de contactos y alguna vez se felicitó por haber conocido personalmente a poetas como Gonzalo Rojas, Nicanor Parra y Raúl Zurita. Simón ha manejado la región para Aguas de Barcelona, luego para Suez, que compró a la primera en 2010, y ahora para Veolia, que adquirió Suez.

Mario Marcel reunido con la plana mayor de Veolia el 31 de mayo: Ángel Simón, Estelle Brachlianoff, Gustavo Migues y Felipe Larraín.

Simón y Marcel también se conocen desde hace tiempo. Entre 2006 y 2007, el ahora ministro de Hacienda fue director de Inversiones Aguas Metropolitana (IAM), la sociedad anónima abierta que controla Aguas Andinas. Y en esa mesa él y Simón fueron directores en un grupo donde estaban también Herman Chadwick, Jaime Ravinet y Joaquín Villarino.

Brachlianoff fue también acompañada a esa cita con Marcel por el uruguayo Gustavo Migues, director de Veolia Latam, y el chileno Felipe Larraín Aspillaga, quien fue presentado como el director país de Veolia Chile. Larraín fue gerente general de Aguas Andinas entre 2004 y 2011 y hoy es presidente de IAM. El objetivo de la reunión era presentar a las máximas autoridades de Veolia y manifestar el interés del grupo en el mercado chileno, según se lee en la plataforma infolobby.

Esta semana, el miércoles, el directorio de IAM pidió a Aguas Andinas citar a una reunión extraordinaria de accionistas para revocar al directorio de la sanitaria y elegir una nueva mesa. Según la ley, cualquier accionista con más del 10% de las acciones de una sociedad anónima puede pedir aquello. Y Veolia empujó la renovación. El jueves, el directorio de Aguas Andinas puso fecha al cambio: 28 de septiembre. La petición de IAM fue justificada “el cambio del control indirecto de esta sociedad y de Aguas Andinas tras la Oferta Pública de Adquisición de Acciones lanzada por Veolia Enviroment”. La OPA lanzada por Veolia sobre Suez fue declarada exitosa en enero y fue aprobada por la Comisión Europea.

Veolia es un grupo mucho más amplio que el manejo de empresas sanitarias. Tiene ahora 260 mil empleados y factura unos 40 mil millones de euros al año. Según sus estados financieros al primer semestre, de los ingresos por 20 mil millones de euros, 4.632 millones provinieron de la provisión de agua potable. La nueva Veolia tiene tres grandes divisiones: agua, donde también tiene áreas de tecnología y tratamiento, con el 42% de la facturación; residuos, con 37%; y energía, con 21%.

En Chile, de hecho, su negocio hasta ahora estaba enfocado en el manejo de residuos: opera tres rellenos sanitarios en Valparaíso, Rancagua y la Región Metropolitana (Santiago Poniente). En agosto firmó con el MOP un convenio para administrar el Parque Fluvial La Familia en el río Mapocho. Reciclador de residuos de plástico en el mundo, en Chile también procesa el 70% de los residuos de centros de atención de salud.

Hasta antes de la compra de Suez, Elier González era el director país de Veolia en Chile. El cargo lo tomó ahora Larraín. Es que Aguas Andinas será ahora, para Veolia, la principal ficha en el país. En el primer semestre, sus ingresos llegaron a 311 millones de euros. La capitalización bursátil de Aguas Andinas, que tiene 2,2 millones de clientes en la Región Metropolitana, es de 1.300 millones de euros. La de Veolia es diez veces mayor: más de 15 mil millones de euros.

La mesa de Aguas

Aguas Andinas tiene siete directores que fueron renovados en marzo de este año. El grupo controlador elige cinco directores, dos de los cuales son ejecutivos de la matriz: Narciso Berberana y Jorge Manet. Además, postuló a Claudio Muñoz, el expresidente de Telefónica que hoy preside el directorio de Aguas Andinas, la exministra de Obras Públicas Loreto Silva y la empresaria Giorgianna Cúneo, cuya familia tiene acciones de la sanitaria. Los minoritarios postularon al ex Banco de Chile Rodrigo Manubens: fue presentado por una alianza de las sociedades Alpes Limitada, Bethia y Trotamondo S.A. El séptimo director de Aguas Andinas es el representante de Corfo, Jaime Arellano, quien fue puesto por el actual gobierno.

A esa mesa, probablemente, ingrese ahora Gustavo Migues, quien se ya se radicó en Chile. Migues suma dos décadas en el grupo Veolia y ha ocupado posiciones en China, Corea y Latinoamérica. Pero todo anticipa que vendrán cambios mayores. La gerente general desde 2019 es Marta Colet.

Donde, hasta ahora, no se vaticinan modificaciones es en el directorio de IAM, cuya mesa tiene solo a chilenos de diversas especialidades, todos con un alto perfil público. La mesa es presidida por Felipe Larraín y está integrada por el empresario Alberto Muchnick, el expresidente de Metro y hoy director de Enap Rodrigo Azócar, el exjefe de Corfo Hernán Cheyre, el empresario Ignacio Guerrero, amigo de Sebastián Piñera, y el presidente de Enel Chile, Herman Chadwick. El séptimo director fue electo por los minoritarios, el exsocio principal de PWC, Luis Enrique Álamos.