La inflación no se movió en abril. De acuerdo al Instituto Nacional de Estadísticas, el Índice de Precios al Consumidor registró una variación nula en el cuarto mes del año, en medio del impacto del coronavirus en la economía chilena, acumulando así un alza de 1,3% en lo que va del año y 3,4% en doce meses.
Aunque se trata del menor registro desde septiembre pasado, se ubica por encima de las expectativas de los expertos, quienes en promedio esperaban una variación negativa, en torno a -0,1%.
Según el INE, ocho de las doce divisiones que conforman la canasta del IPC aportaron incidencias negativas en la variación mensual del índice y cuatro presentaron incidencias positivas.
¿Qué bajó?
Entra las divisiones que contribuyeron a la caída de los precios destacó Transporte, la que registró descensos mensuales en cuatro de sus diez clases. La más importante fue combustibles y lubricantes para vehículos de transporte personal (-3,9%), seguido de transporte de pasajeros por aire (-1,7%).
De los 24 productos que componen la división, nueve consignaron bajas en sus precios, destacando gasolina (-4,0%), y petróleo diésel (-4,2%).
La otra división que aportó a la baja fue vestuario y calzado, la que presentó bajas mensuales en dos de sus cinco clases. La más importante fue vestuario (-3,3%), y zapatos y otros calzados (-4,0%).
De los 28 productos que componen la división, 20 anotaron descensos en sus precios, destacando zapatillas para hombre (-16,3%), seguido de ropa de abrigo para mujer (-4,6%).
¿Qué subió?
Las bajas del transporte y el vestuario y calzado, fue compensado por el incremento del precio de los alimentos y bebidas no alcohólicas. Según el INE, esta división anotó aumentos en diez de sus once clases. La más importante fue pan y cereales (1,0%), mientras que hortalizas, legumbres y tubérculos escalaron 1,6%.
De los 76 productos que componen la división, 51 presentaron alzas en sus precios, siendo los más relevantes pan (1,0%) y carne de cerdo (4,6%).
Recolección de los datos
El Ine dijo que en el contexto de la contingencia generada por la pandemia de COVID-19 en Chile y el mundo, ha adoptado a contar de marzo de 2020 y hasta que las condiciones lo permitan, una serie de medidas para dar continuidad a la recolección de datos de los indicadores de precios, con el fin de proteger a sus encuestadores e informantes de la exposición a riesgos de contagios innecesarios.
Ante este escenario, la imposibilidad de poder desplegar equipos en terreno ciertamente tuvo un impacto significativo en el trabajo de recolección del Índice de Precios al Consumidor (IPC), y del resto de indicadores de precios, por lo que, con el fin de disponer de la mayor cantidad posible de precios para el cálculo mensual del IPC, se presentó la necesidad inmediata de trasladar, principalmente y donde fuera posible, la recolección en terreno hacia una modalidad no presencial.