La elección de Gabriel Boric como presidente de la República tiene muchas particularidades. Más allá de la coyuntura política (que ya es muy particular), el representante de Apruebo Dignidad se convirtió, con 35 años, en el presidente más joven electo en el país (Ramón Freire tenía prácticamente la misma edad, pero su cargo era el de Director Supremo).
Además, ganó una elección con una participación histórica y nunca antes un candidato obtuvo tantos votos: más de 4,6 millones de sufragios. Por si esto fuera poco, Boric también se convirtió en el primer candidato desde el fin de la dictadura en ganar un balotaje tras haber salido segundo en una primera vuelta.
Pero hay otros hitos económicos que le restan un poco de “glamour” a su triunfo. Claro porque nunca antes el mercado bursátil había reaccionado tan negativamente al día siguiente de una elección presidencial.
Ayer la plaza local sufrió una severa contracción de 6,18% y eso que muchos inversionistas daban por descontada la victoria del magallánico. Esta baja supera a la que mostró la Bolsa de Santiago en noviembre de 2017, en la primera vuelta que enfrentó a Sebastián Piñera y Alejandro Guillier.
En esa oportunidad, la bolsa reaccionó con una ola de ventas debido a la poca ventaja de Piñera (el favorito del mercado) sobre su contendor radical, poniendo en duda el resultado del balotaje.
La bolsa y los presidentes
Proyectar qué es lo que sucederá con las acciones en el gobierno de Boric es muy aventurado, pero sí se puede echar un vistazo al pasado.
Tomando como punto de partida y de cierre el 11 de marzo de cada período presidencial, es decir el día que uno asume y otro sale, en la administración de Patricio Aylwin (1990-1994), el IPSA acumuló un salto de 755%. Se trata de una marca imbatible.
En el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle (1994-2000), el selectivo subió 37,8%, ganancias que subieron a 89,11% durante la gestión de Ricardo Lagos (2000-2006) y 79,68% en el primer gobierno de Michelle Bachelet.
En el primer gobierno de Sebastián Piñera la Bolsa cayó 4,11% (2010-20014), mientras que en el segundo período de Bachelet subió 54%. Y hasta el viernes pasado, antes de la elección, el IPSA mostraba una baja de 22%.