El perfil de los fundadores de startups es el factor decisivo para los inversionistas de riesgo en América Latina
Según un estudio dirigido por Endeavor Chile que analizó las respuestas de 100 venture capital que invierten en la región, el equipo que gestiona cada emprendimiento es fundamental tanto para decidir su apuesta inicial como para el resultado final del negocio. “La inversión de riesgo es predominantemente un negocio de personas”, resalta el informe. En 2021 se invirtieron US$15.700 millones en América Latina.
Para los venture capital (VC) que invierten en Latinoamérica, el factor principal es el equipo fundador de las startups, elemento que es de máximo valor (81%) a la hora de decidir en dónde poner su dinero. En segundo lugar, está el potencial mercado del emprendimiento (31%), luego el producto o tecnología que ofrece la empresa (29%) y en cuarto lugar, la escalabilidad del modelo de negocio (21%). Esta es una de las principales conclusiones del estudio “Descifrando el capital de riesgo latinoamericano”, que le sacó una fotografía a las tendencias de la inversión de riesgo a la región durante 2021, realizado por Endeavor Chile, en colaboración con el Banco Interamericano de Desarrollo (en conjunto con su área BID Lab) y el venture capital Nazca.
Según el análisis del informe, la importancia de los socios fundadores de las startups es bastante lógico, tomando en cuenta que la mayoría de las inversiones “se dan en una etapa temprana y son, por naturaleza, de alto riesgo, por lo que hay una falta de datos financieros. A la luz de esto, tiene sentido que los factores del equipo superen significativamente los factores comerciales”, indica el estudio. La encuesta, que se realizó entre noviembre y diciembre de 2021, incluyó a un centenar de venture capital con operaciones en Latinoamérica y con capitales que provienen de diferentes continentes. Las preguntas fueron respondidas en gran parte por inversionistas senior (73% son socios gerentes o socios), lo que significa que reflejan los puntos de vista de los tomadores de decisiones dentro de sus respectivas firmas. La metodología se inspiró en un estudio similar sobre cómo los capitalistas de riesgo estadounidenses toman decisiones, adaptando la encuesta original a la realidad latinoamericana. Además, se realizaron ocho entrevistas en profundidad con líderes familiarizados con el ecosistema de venture capital.
El estudio aborda cinco grandes áreas “del viaje de una startup” en que está presente el VC. La primera se centra en cómo los inversionistas buscan sus posibles inversiones, mientras que la segunda, en los criterios utilizados para analizar un trato y tomar una decisión. Luego se enfoca en el proceso mismo de cierre del trato y sus características contractuales; para pasar a los puntos débiles de los emprendedores y cómo los capitalistas de riesgo los ayudan, principalmente con el denominado “smart money”. La quinta y última sección analiza los resultados, así como por qué y con qué frecuencia las carteras tienen éxito o fracasan.
De hecho, tomando este último punto, la tesis inicial de la importancia de los rostros que encabezan las startups se mantiene. El 98,4% de los encuestados identifica al equipo de gestión como uno de los factores más importantes en el éxito de la inversión ya realizada, seguido por el modelo de negocio (56,5%). “Esto parece sugerir que la inversión de riesgo es predominantemente un negocio de personas”, indica el informe. El “momentum” en que se realiza la inversión fue considerado muy importante por el 50% de los encuestados, y las condiciones favorables de la industria, por el 40,3%.
Incluso el estudio identificó que el 35% de los ejecutivos de los VC se reúne dos a tres veces al mes con los fundadores de las startups en las que invierten, mientras que un cuarto de ellos lo hace una vez al mes. El 17,5% se junta una vez a la semana y el 15,9% lo hace varias veces a la semana.
En ese panorama, Patrick Alex, director de acceso a capital de Endeavor Chile, explica que es importante que los fundadores se preparen para esa relación con los representantes de los capitales de riesgo. “Lo ideal es tener varias conversaciones con distintos VC para conocerse y entender mejor qué es lo que uno busca y qué puede ofrecer la otra parte”, dice Alex, y agrega: “Por otro lado, las recomendaciones de otros fundadores también son muy útiles para tener feedback sobre los inversionistas y entender mejor en cuáles aspectos se puede agregar un valor posinversión”.
Las realidades regionales
El informe desarrollado por Endeavor reconoce cómo ha aumentado el interés de los VC por América Latina. Por ejemplo, en 2021 se invirtieron US$15.700 millones en la región, un aumento del 215% con respecto al 2020. De ese monto, cerca de la mitad se destinó solo a Brasil, mientras que US$3.500 millones fueron hacia a México. El resto de la inversión se distribuye entre los demás países de la región, con cantidades significativas a Colombia, Argentina, Chile y Perú. Incluso, la distribución de las oficinas centrales de los capitales de riesgo en América Latina sigue más o menos la misma línea de los montos de inversión. La mayoría de los encuestados tenía su sede en Brasil (33%), seguido de Chile (20%), México (15%) y Argentina (13%).
“2021 ha sido un año histórico para el venture capital a nivel mundial, con varias regiones, como Estados Unidos, Europa y China, reportando niveles récord de inversión. Esto no solo se deriva de una tendencia mundial de rondas de financiación que aumentan de tamaño. Si observamos el recuento de transacciones, también podemos ver un aumento constante en la cantidad de transacciones realizadas por año a partir de 2017″, dice el documento que reconoce que, además, el ecosistema se está volviendo cada vez más dinámico a medida que los inversionistas globales se vuelven hacia la región de Latinoamérica. De hecho, inversionistas de riesgo como Andresen Horowitz y Sequoia ya están en este lugar del mundo. Pero sin duda, la decisión de Softbank de crear un fondo de inversión de US$5.000 millones para Latinoamérica en 2019 marcó un antes y un después.
A pesar de esto, el estudio desliza una alerta con respecto a que la inversión es bastante menor en comparación con otros países o regiones tradicionalmente conocidas por tener un ecosistema emprendedor fuerte, en relación al tamaño de sus economías. Por ejemplo, en Israel, el monto invertido por los venture capital en 2021 fue de US$ 10.732 millones, lo que correspondería a un 2,54% de su PIB. En Estados Unidos, la inversión el mismo año fue de casi US$180.000 millones, lo que significaría el 0,77% de su PIB. En el caso de América Latina, la relación es de US$20.200 millones y el 0,4% del PIB.
Nuevas condiciones
Claramente si la encuesta se hiciera hoy, quizás cambiarían algunas perspectivas, debido a la inflación global y el repliegue del factor riesgo de los VC, como lo indicó un reportaje publicado por Pulso sobre cómo varias startups han ido ajustando sus negocios frente a la mayor dificultad que anticipan para levantar rondas de inversión. “Efectivamente, vamos a ver y ya estamos viendo una corrección en relación a la velocidad de las inversiones, los montos levantados y las valorizaciones”, admite Alex.
El especialista de Endeavor Chile agrega, además, que después de muchos estímulos monetarios los últimos dos años y en el contexto de la pandemia, donde las compañías tecnológicas tuvieron un gran auge, “aún no sabemos si ya llegamos a un nuevo equilibrio de precios en el mercado para rondas VC. Es algo que está en desarrollo, pero confío en los fundamentos sólidos del ecosistema y sus emprendedores, para que esa corrección sea temporal e incluso, quizá sea sana, para así priorizar modelos de negocios más robustos y más tiempo para el due diligence”, concluye Patrick Alex.
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