El último balance financiero de la Iglesia Católica
En 2022, la Iglesia chilena registró, según el balance de ese año de la Conferencia Episcopal, ingresos por $ 852 millones, un 40% más que en 2021, alza que se destinó a la realización de la Asamblea Eclesial Nacional, donde se analizaron los casos de abuso sexual. El aporte de los fieles equivale al 25%. El pago al personal se mantiene como su principal gasto y en 2022 giraron $ 8 millones de sus inversiones para encargar el documento sobre la Nueva Constitución.
Sus mayores ingresos en seis años obtuvo la iglesia católica en 2022. Según el último balance de la Conferencia Episcopal Chilena (CECH) en 2022 la institución ingresó $ 852 millones, un 40,1% más que en 2021 cuando la cifra alcanzó a los $ 608 millones. La entidad vuelve a recuperar así la tendencia al alza que se rompió en 2020, cuando se produjo un descenso de $ 17,6 millones en la recaudación, debido a los efectos de la pandemia de Covid-19.
Se trata de una cifra récord, empujada especialmente por los aportes para la realización de la Tercera Asamblea Eclesial Nacional, que reunió a representantes de las 27 diócesis del país, comisiones nacionales de la CECH, instituciones y movimientos eclesiales en una serie de jornadas de reflexión y trabajo en torno a la crisis experimentada a partir del conocimiento público de casos de abuso sexual cometidos por miembros del clero. La actividad tuvo un costo de $ 126 millones.
La CECH reconoce como ingresos los aportes que provienen de todas las Diócesis de Chile, los recursos de la Campaña 1% que se recauda a través de mandatos bancarios para después distribuirlos por las parroquias, el arriendo de bienes raíces y demás aportes.
Acorde el balance, la estructura de ingresos de la entidad se ha mantenido más o menos estable en los últimos años con un predominio de los aportes de los fieles y entidades católicas en torno al 25% y el arriendo de propiedades, que en todo caso solo genera alrededor del 5% de los recursos.
Consultados por el detalle de los ingresos y gastos, desde la Conferencia Episcopal se excusaron de participar, por encontrarse en medio de las actividades de la Semana Santa.
Personal, el mayor gasto
En su balance entregado por las obligaciones de la Ley de Donaciones, la CECH declaró haber registrado un superávit de $ 165,9 millones durante el ejercicio, un 75,3% más que en el periodo anterior, empujado especialmente por todos los aportes contabilizados para la Tercera Asamblea Eclesial Nacional (ver recuadro).
En el capítulo de gastos, la Conferencia también declara haber sufragado $ 837 millones y su mayor desembolso correspondió a la plantilla de personal. Entre salarios y retribuciones de quienes allí laboran se destinaron $ 513 millones.
La entidad, en todo caso, declara poseer un total de activos por $ 2.953 millones y da cuenta de inversiones financieras por $ 1.359 millones repartidas en depósitos a plazo, fondos mutuos en el Banco Santander y títulos por US$ 4 mil en Opere di Religione (más conocido como el Banco Vaticano). El año anterior, en esa entidad eclesial tenían registrados US$ 6.998.
La partida de inversiones financieras incluye $ 348 millones provenientes de la tradicional campaña de recaudación de fondos llamada Cuaresma de Fraternidad. Esos recursos también se encuentran invertidos en fondos mutuos gestionados por el Banco Santander.
$ 8 millones para la Constitución
De los $ 1.359 millones que la CECH destinó a ahorro y contingencias de diverso tipo se giraron $ 8 millones para encargar el documento sobre la Nueva Constitución y construir la opinión de los obispos en torno al cambio constitucional, que concentró el interés del país en 2022.
En julio de 2022, los obispos de la Iglesia Católica de Chile emitieron el documento “Elementos para el discernimiento” en el cual abordaron la propuesta constitucional que finalmente fue rechazada el 4 de septiembre de ese año por el 62% de los votantes. En ese texto, los religiosos valoraron positivamente las propuestas sobre los derechos sociales, medio ambiente y pueblos originarios considerados en la propuesta, pero apuntaron a las normas que permitían el aborto, la eutanasia y modificaban la libertad de educación. Unos meses después, en noviembre y ante la cercanía del plebiscito por el segundo intento de escribir una Constitución, también emitieron un documento con su posición, destacando el derecho a la vida del que está por nacer contenido en el texto que el 17 de diciembre finalmente fue rechazado. El mensaje obispal estuvo basado en superar la crisis política y social a través del diálogo.
En el ítem de las inversiones, la Conferencia Episcopal detalla poseer $ 1.219 millones en propiedades para alquiler: un departamento en la calle Fidel Oteíza, de Providencia, que se encuentra arrendado con un contrato vigente, y otras propiedades de Avenida Salvador, en la misma comuna. La primera propiedad tiene una tasación fiscal de $ 133 millones, mientras que el resto suma $ 1.086 millones.
Por la gestión de arriendos les pagan a la corredora de propiedades $ 190 mil al mes.
Proceso sinodal para subir ingresos
“Los ingresos de la CECH se afectan en la medida que la sociedad se aparta de la Iglesia. Este riesgo se está trabajando a nivel nacional a través del proceso sinodal”, indica la entidad en su balance.
En octubre de 2018 en todo el mundo arrancó un proceso de conversaciones y reflexiones sobre la Iglesia, luego de que el Papa convocara a los obispos de todo el globo para encarar las denuncias y problemas del clero relacionados con los abusos sexuales.
En Chile, entre el 7 y el 9 de octubre, unos 600 creyentes, representantes de los diferentes estamentos y movimientos católicos, se reunieron para trabajar en la Tercera Asamblea Eclesial Nacional, que se desarrolló en el colegio La Salle de La Reina.
A fines de ese año, la Iglesia chilena envió sus conclusiones a Francisco en un documento de 13 páginas, donde aborda la necesidad de avanzar en verdad, transparencia, justicia y reparación, además del desarrollo de la cultura sinodal, acompañamiento del clero y de una mayor inclusión de la mujer y los jóvenes.
El peso de Santiago
La Iglesia Católica no entrega resultados consolidados para toda su operación. A través de la Ley de Donaciones es posible conocer algunas de sus cifras, pero no todas están actualizadas. Así, por ejemplo, los arzobispados, los obispados y hasta parroquias individuales comunales están presentes en el listado de entidades receptoras de donaciones que entregan sus estados financieros.
El Arzobispado de Santiago, considerado uno de los más grandes y poderosos del país, solo tiene colgado su balance 2020, donde declara ingresos corrientes por $ 10.857 millones, terrenos por $ 49.304 millones y $ 19.229 millones en depósitos a plazo. El Arzobispado de La Serena -con resultados de 2022- da cuenta de activos por $ 5.859 millones y dice recibir $ 405 millones en arriendos.
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