El dólar abrió la sesión con una fuerte alza, pero luego moderó su avance hasta el cierre del día. Esto en una jornada marcada por el desplome de los mercados por el temor de una recesión en Estados Unidos. Ante esto, lo inversionistas están buscaron refugio y se alejaron de los activos de riesgo como el peso chileno.
“La cotización del dólar muestra fuertes avances en la sesión, en medio de grandes movimientos en los mercados globales”, resaltó Ricardo Bustamante, subgerente de estudios de Capitaria.
Al cierre del día, el dólar subió $2,82 respecto al cierre de este viernes y llegó a un valor de $953,57 tras tocar los $969 durante la jornada.
“Dependerá derechamente de las noticias que provengan del plano internacional para continuar con la tendencia al alza o no, ya que el siguiente objetivo después de los $965 son $985, y la única forma que podamos hablar de un posible cambio en la tendencia alcista es que volvamos a estar por debajo de los $935″, comentó Felipe Sepúlveda, Analista Jefe de Admirals
El peso chileno perdió fuerza en línea también con el cobre, uno de sus principales soportes. Los precios del metal se desplomaban en medio del deterioro de las perspectivas de la demanda en China y Estados Unidos, las dos mayores economías del mundo, que provocó una venta masiva del metal utilizado en la energía y la construcción.
Las señales de estancamiento de la actividad industrial en China, principal consumidor, han lastrado los precios del cobre en la Bolsa de Metales de Londres (LME) durante los últimos meses. Los precios han caído un 20% desde que alcanzaron máximos históricos.
En tanto, el valor a tres meses del cobre caía, pero se recuperaba por debajo de los US$4 la libra. Así, los futuros del metal cedían un 2,44% a US$ 4 la libra en Comex.
Mientras que, el valor al contado de cobre cayó un 3,97% y cerró en US3,91 la libra en la Bolsa de Metales de Londres.
El débil informe mensual de empleo en Estados Unidos de la semana pasada y una serie de débiles reportes de resultados de grandes empresas tecnológicas han minado aún más la confianza en los mercados de materias primas y renta variable.
“Todos estos mercados están vinculados. Los mercados de metales y energía son sensibles a los temas macroeconómicos”, afirmó Tom Price, analista de Liberum. “Los inversionistas en renta variable vinculan efectivamente parte de su cartera a los mercados de materias primas, ya sea directamente o a través de índices”, agregó.
En tanto, las acciones europeas caían a mínimos de varios meses, mientras que las japonesas superaron en un momento dado su pérdida del Lunes Negro de 1987, al huir los inversionistas de los mercados de renta variable por el temor a una recesión en Estados Unidos.
Además, las crecientes expectativas de mayores recortes de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal para apuntalar el crecimiento afectaron a la divisa estadounidense, lo que a la larga debería ayudar a sostener la demanda de metales cotizados en dólares.
A corto plazo, sin embargo, el mercado del cobre se inquieta por la escalada de las existencias en los almacenes autorizados por la LME , que han aumentado más de un 140% desde mediados de mayo hasta alcanzar máximos de tres años de 251.350 toneladas.
El cobre cae un 3% a esta hora en la Bolsa de Metales de Londres, y llega a un mínimo de cuatro meses y medio, ante deterioro de las perspectivas de demanda en EEUU y China.
El dólar en rojo
Por su lado, el dólar frente a las divisas más importantes del mundo también caía. Un aumento del yen a un máximo de siete meses provocó una caída generalizada del dólar, ya que una serie de datos económicos de la semana pasada aumentaron las perspectivas de una recesión económica en Estados Unidos y de mayores recortes de tasas por parte de la Reserva Federal.
Datos sobre el empleo en Estados Unidos más débiles de lo esperado, junto con los decepcionantes reportes de resultados de las grandes empresas tecnológicas y la creciente preocupación por la economía china, han provocado una venta mundial de acciones, petróleo y divisas de alto rendimiento en la última semana, ya que los inversores buscaban la seguridad del efectivo.
Las ventas continuaban el lunes, con una nueva caída de los rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos, los índices bursátiles en rojo, la caída del bitcoin y la pérdida de terreno del dólar.
El avance del yen se produce mientras los operadores deshacen agresivamente las operaciones de carry. Las denominadas operaciones de carry trade, en las que los inversores toman prestado dinero de economías con bajas tasas de interés como Japón o Suiza para financiar inversiones en activos de mayor rendimiento en otros países, han sido muy populares en los últimos años.
Ante este contexto, el índice dólar, que mide el desempeño del billete verde frente a una cesta de seis importantes divisas, caía un 0,52% a 102,67, un mínimo de casi cinco meses.