El embajador chino en Chile, Niu Qingbao, visitó este martes la Comisión de Economía del Senado para defender las acerías de su país que se vieron afectadas por la imposición de sobretasas arancelarias a las barras y bolas de acero importadas desde China por parte del gobierno en marzo pasado, tras la recomendación de la Comisión Antidistorsiones.
La comisión inició en noviembre del 2023 una investigación por presunto dumping en contra de esos productos siderúrgicos chinos: el 19 de marzo, el gobierno acogió la sugerencia del organismo de aplicar una impuesto provisorio medio del 15,3% a las bolas de acero y del 15,1% a las barras de acero provenientes del gigante asiático, pero la siderúrgica chilena Huachipato, filial de CAP, consideró insuficiente la medida y anunció su cierre al día siguiente del anuncio.
Ante la presión sindical, política y empresarial, la Comisión Nacional Encargada de Investigar la Existencia de Distorsiones en el Precio de las Mercaderías Importadas acogió una apelación de Huachipato y el 20 de abril recomendó un derecho antidumping provisional del 24,9% a las barras de acero para fabricar bolas de molienda (que elabora Huachipato) y de un 33,5% para las propias bolas de molienda, que produce en Chile Molycop, el principal cliente de Huachipato. Existen al menos cuatro acerías chinas que envían sus productos directamente al país y otras dos que lo hacen a través de empresas como Elecmetal, del grupo Claro (que tiene su propia planta en China), y Magotteaux, filial de Sigdo Koppers.
En su presentación, el embajador chino partió exponiendo la relación de negocios entre los dos países, destacando que China es el mayor socio comercial y el mayor inversionista extranjero hoy en Chile y destacando la relevancia que tienen las compañías de esa nacionalidad en el país. “La relación entre China y Chile se basa en el respeto mutuo y la ganancia compartida”, aseveró en la reunión que presidió el exrepublicano Rojo Edwards y a la que asistieron el PS Gastón Saavedra, el independiente-RN Kenneth Pugh y el UDI Gustavo Sanhueza.
Y al entrar en materia, dijo que la posición de China es que “no existe dumping en las exportaciones de acero por parte de las empresas chinas”. “La medida adoptada por la Comisión Antidistorsiones no coincide con los hechos y contraviene el consenso alcanzado en la reunión entre ambos jefes de Estado el año pasado”, en referencia a la visita que realizó el Presidente de Chile, Gabriel Boric, a su similar chino, Xi Jinping, el 17 de octubre de 2023. Además, dijo, “no sería beneficioso para desarrollar aún más las potencialidades de la relación comercial y económica entre China y Chile”
Los tres argumentos
Para plantear su rechazo a la medida, Niu Qingbao expuso tres argumentos:
Primero, aseguró que la industria china se dedica a abastecer principalmente la demanda interna y no recibe subsidios que estimulen las exportaciones. “Además, por largo tiempo el porcentaje de las exportaciones en relación a la producción se ha mantenido en torno al 5%, muy por debajo de países productores de acero como Japón o Corea del Sur”, explicitó. Agregó que los productos de acero exportados por China “no se venden a precios por debajo del valor normal o injusto, ni han causado daños, amenazas u obstáculos sustanciales a la industria siderúrgica chilena, lo que no establece una relación causal con el comportamiento de dumping”.
Segundo, la industria del acero en China, dijo, es resultado de la innovación tecnológica y la fuerte competencia para su enorme mercado interno. “Nos hemos dado cuenta que algunas empresas chilenas enfrentan dificultades, y, según las noticias, sus pérdidas operativas se deben principalmente a su obsolescencia tecnológica y una gestión deficiente, lo que ha provocado la pérdida de ventajas competitivas desde hace varios años. Entonces, culpar a China por los problemas internos de algunas empresas chilenas carece de fundamentos fácticos y no contribuyen a resolver sus desafíos internos”, acusó.
Tercero, la Comisión Antidistorsiones, acusó, “bajo el pretexto de situaciones especiales de mercado” no tomó en cuenta la evidencia de las empresas chinas al imponerle aranceles. “Esta acción sólo considera las demandas de protección de la industria nacional, lo cual contradice la declaración del gobierno chileno del año 2004 de reconocer a China como economía de mercado y, aún más, no cumple con las reglas de la OMC”, aseguró.
“Esta es una señal de proteccionismo comercial. Estamos en contra del proteccionismo comercial y seguiremos de cerca del progreso de la investigación. Esperamos que la parte chilena pueda llevar a cabo una investigación justa y equitativa, en función de las reglas de la OMC y de los acuerdos bilaterales entre Chile y China, maneje los problemas relacionados con prudencia y evite afectar las relaciones amistosas entre ambas partes”, advirtió.
Las consultas de los senadores
Tras la presentación del diplomático, el senador Kenneth Pugh le consultó por la diferencia tecnológica que existía entre las firmas chilenas y las chinas, y por qué hablaba de obsolescencia. “No es el gobierno chino el que piensa que las empresas chilenas poseen tecnología obsoleta, sino la prensa que uno puede revisar”, precisó, evitando hacer comparaciones. Sí resaltó que las acerías chinas “usan tecnologías avanzadas y digitales, y tienen las ganas de invertir en equipamiento avanzado para elevar su eficiencia y subsistir en el mercado”.
En tanto, Gustavo Sanhueza preguntó al embajador si las empresas chinas apelarían a la resolución de la Comisión Antidistorsiones. El embajador le contestó que China “obedece estrictamente las reglas de la OMC” y que “si las ventas de empresas extranjeras afectan directamente a las empresas domésticas de China, (...) la organización contacta a las partes afectadas y considera las evidencias presentadas por todas las partes”. En el caso local, dijo que algunas empresas chinas habían presentado “nuevamente sus cifras de producción y venta para aclarar que no existe dumping”.
A su vez, Gastón Saavedra planteó que esta medida no buscaba perder a China como socio comercial y recordó que este no es un caso sólo chileno, sino internacional. Niu aclaró que este escenario no ocurre en la mayoría de los países y ejemplificó con México, que no posee un acuerdo de libre comercio con China como Chile y, Estados Unidos, que mantiene una guerra comercial con su país, y que el hecho de que haya otros países que tengan una disputa antidumping no implica que sea justa.
Y en cuanto a la relación entre empresas, el embajador propuso que las firmas de “ambas partes establezcan relaciones de socios como un joint-venture, para impulsar ventajas competitivas: China en materia de tecnología y Chile en materia de venta. Como gobierno podemos ofrecer canales para facilitar dicho contacto”, concluyó.