Tras el fuerte impulso generado en la liquidez de los consumidores producto de los retiros de fondos previsionales y las ayudas estatales, y en medio de las inusuales cifras de alta inflación que están afectando a la economía, el crecimiento de los ingresos de los hogares se desaceleró el primer trimestre.
De acuerdo al informe del Cuentas Nacionales por sector institucional dado a conocer este miércoles por el Banco Central, en los primeros tres meses del año el ingreso disponible bruto de los hogares aumentó 13,2% respecto del mismo periodo del año anterior, cifra que contrasta con la expansión de 20% con la que cerró en 2021.
El aumento en el primer trimestre de 2022 se explicó, principalmente, por las rentas de la producción (salarios e ingresos de independientes) con una incidencia de 10,5 puntos., dada la recuperación del mercado laboral.
Asimismo, las rentas de la propiedad, a través de los retiros de rentas, y las prestaciones sociales netas de cotizaciones aportaron positivamente con 3,4 puntos y 2 puntos, respectivamente.
En sentido contrario, las transferencias corrientes netas incidieron negativamente con 2,4 puntos, asociadas a menores desembolsos realizados por el gobierno, dado el término de las medidas de apoyo tales como el Ingreso Familiar de Emergencia.
Menor ahorro
El resultado del ingreso disponible junto con la expansión del consumo final efectivo de 22,2% anual, determinaron que la tasa de ahorro del sector disminuyera a 2,3% del PIB. Lo anterior, junto a una tasa de inversión que se mantuvo estable, determinaron que los hogares pasaran de una capacidad de financiamiento de 1,5% del PIB al cierre de 2021, a una necesidad de financiamiento de 0,2% del PIB en el primer trimestre.
Desde la perspectiva financiera, este resultado se explicó por el menor flujo de inversión en efectivo y depósitos y cuotas de fondos mutuos. Lo anterior, fue en parte compensado por el comportamiento de los fondos de pensiones, que mostraron menores retiros parciales de ahorros previsionales durante el trimestre.
En cuanto a su balance financiero, los hogares cerraron el trimestre con una riqueza neta de 119,6% del PIB, disminuyendo 9,5 puntos con respecto al cierre del 2021. Este resultado se explicó, principalmente, por la disminución de 5,1 puntos de los fondos de pensiones, producto de la menor valoración de las acciones y otras participaciones de capital mantenidas en el exterior, y por menores tenencias de efectivo y depósitos, y acciones y cuotas de fondos.
Así, la deuda total de los hogares se situó en 46,7% del PIB, disminuyendo 0,4 puntos con respecto al trimestre anterior. Si bien el nivel total de pasivos aumentó en el trimestre (2,8%), el PIB acumulado anual lo hizo en mayor magnitud, explicando la disminución del ratio. En relación con el nivel, destacaron el incremento de los préstamos bancarios hipotecarios.
Empresas
En el caso de las empresas no financieras, su ahorro aumentó en 0,2 puntos, situándose en 14,9% del PIB. Esto se debió a un mayor ingreso empresarial, incidido mayormente por las rentas de la producción, y a transferencias corrientes netas recibidas, efectos que fueron parcialmente compensados por el mayor pago de impuestos.
Lo anterior, sumado a una mayor formación bruta de capital (0,8 puntos), determinó que las empresas no financieras registraran una necesidad de financiamiento de 4,9% del PIB, mayor en 0,6 puntos respecto del trimestre anterior.
Desde el punto de vista del financiamiento, este resultado se reflejó en un incremento de los pasivos netos contraídos, principalmente vía capitalizaciones (acciones) y contratación de préstamos, y en un menor flujo de inversión en efectivo y depósitos, lo que fue compensado en parte por un aumento de aportes de capital.
Por su parte, el stock de deuda de las empresas no financieras registró una disminución de 6,9 puntos, situándose en 99,5% del PIB. Este resultado obedeció a las menores obligaciones denominadas en moneda extranjera, debido a la apreciación del peso respecto al dólar al cierre del trimestre.