El año 2024, la Empresa Nacional de Minería (Enami) consiguió revertir tres años consecutivos de pérdidas. Así lo informó este lunes la minera a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), dando cuenta de utilidades por US$131 millones.

La última vez que la estatal había registrado ganancias en la última línea fue en 2021, cuando el resultado anual acumuló utilidades por US$34 millones.

El resultado visto entre enero y diciembre pasado se compara con las pérdidas por US$201 millones y US$78 millones, registradas en 2023 y 2022, respectivamente.

La mejora en resultados se explica tanto a nivel operacional, como por el resultado de sus inversiones. El resultado operacional pasó a registrar ganancias por US$51 millones en 2024, lo que se compara con las pérdidas por US$132 millones vistas en 2023. En ello incidió directamente las menores pérdidas generadas por el cese temporal de la Fundición Hernán Videla Lira (HVL), también conocida como Fundición Paipote.

Fundición de Paipote.

Específicamente, el cierre de dicho plantel redujo la producción de cátodos de cobre en un 34,9%, hasta las 59 mil toneladas métricas de cobre fino. Pese a que eso también redujo los ingresos por ventas en 8% hasta los US$1.271 millones, también redujo en un 21% los costos por venta. Así, el margen operacional pasó de registrar pérdidas por US$71 millones en 2023, a ganancias por US$120 millones en 2024.

“Este mejor resultado de US$183 millones, se explica principalmente por la mejora en los márgenes de las plantas de Enami, además de las menores pérdidas generadas en la Fundición producto de su cese temporal”, dijo la estatal en su análisis razonado.

En tanto, la venta en US$520 millones del 10% de la propiedad que Enami mantenía en el mega yacimiento de cobre controlado por la minera canadiense Teck, aportó con gran parte de las mayores ganancias del período.

“La utilidad del 2024 se explica principalmente por la utilidad generada en la venta de las acciones mantenidas en la Compañía Minera Quebrada Blanca S.A. por US$181 millones”, dijo Enami en sus estados financieros.

En un comunicado de prensa, la compañía planteó que la mejora en el resultado operacional “muestra la estabilización de la compañía”, variación positiva que explica “producto de la estrategia adoptada por la empresa para revertir las pérdidas operacionales generadas por el negocio, gracias a una gestión orientada a la eficiencia y manejo de los costos operacionales”.

“Los resultados alcanzados durante el año 2024 son el producto de las decisiones tomadas para hacer de Enami una empresa más sana, sostenible, eficiente y con niveles de deuda razonables para el negocio. Esto nos permite proyectar un 2025 también con resultados operacionales positivos y con una compañía que seguirá cumpliendo con fuerza su misión de fomento de la pequeña minería en Chile”, dijo el vicepresidente ejecutivo de la empresa, Iván Mlynarz.

La mejora en los resultados financieros de la estatal también se reflejan en una importante reducción de la deuda financiera neta, que pasó de los US$635 millones en diciembre de 2023, a US$137 millones a finales de 2024. Es decir, US$498 millones menos de endeudamiento bancario para la minera.

De hecho, en su comunicado la compañía afirma que “Con el fin de optimizar la carga financiera asociada a la deuda de la compañía, el total de los flujos asociados a la venta de la participación en Quebrada Blanca están siendo destinados al pago de la deuda financiera de la empresa”. Agregó que “esto ha traído como consecuencia no solo la apertura a nuevos mercados de deuda, sino que también permitió que Enami por primera vez se sometiera a un proceso de clasificación de riesgo por parte de dos clasificadoras (ICR y Feller Rate), que evaluaron la solvencia de la estatal con un AAA estable y un AA estable, respectivamente”.

En sus estados financieros, la firma recuerda otras medidas de “apoyo implícito del Estado de Chile a la labor de Enami”, como la aprobación en el Presupuesto 2025 de un aporte de capital por US$25 millones, además de un incremento en el monto para el Fomento Directo, por otros US$10 millones, y “la autorización del Ministerio de Hacienda para reprogramar deuda financiera a largo plazo”.