La Empresa Nacional del Petróleo (Enap) concluyó una operación de emisión de bonos por US$500 millones en el mercado internacional. La tasa de colocación fue de 6,191% con un spread de 275 puntos base (bps) por sobre la tasa base de referencia, mientras que la tasa de carátula fue de 6,15%.
El plazo de esta emisión es de 10 años. La oferta de bonos generó una sobredemanda de más de 6,5 veces el tamaño, alcanzándose un libro de órdenes por US$3.300 millones.
“Esto permitió comprimir el margen o spread sobre el bono del Tesoro Americano en 50 bps, pasando desde la indicación inicial de 325 bps hasta los 275 bps, lo que fijó el precio de la operación e implicó no realizar el pago de una concesión por nueva emisión. Este hecho es destacable en consideración de lo pagado por los emisores latinoamericanos en las colocaciones hechas durante el 2023″, señaló Enap.
De acuerdo con lo informado por la estatal, los fondos obtenidos en esta colocación serán utilizados para el refinanciamiento de pasivos existentes, permitiendo extender la vida promedio del total de su deuda, lo que fortalece la posición financiera de la compañía de cara a los desafíos que tiene en los próximos años.
El gerente general de Enap, Julio Friedmann, dijo que “esta colocación tuvo una excelente tasa en un contexto desafiante y plenamente sincronizado con nuestro plan de negocio, estrategia de reestructuración de pasivos y plan de inversiones. Hubo mucho interés internacional y es una nueva señal que el mercado da a nuestra gestión y al país”.
Por su parte, José Pablo Gómez, gerente de Administración y Finanzas de la compañía, indicó que “el éxito de esta transacción refleja la percepción positiva que tiene el mercado respecto de Enap, considerando los buenos resultados de 2022 y el fortalecimiento de su perfil financiero, y donde estamos demostrando que reducir la deuda financiera es parte del éxito del negocio que desarrolla la compañía”.
En la operación actuaron como agentes colocadores Citi, Santander, Scotiabank y SMBC y los estudios de abogados Linklaters y Garrigues, como asesores internacionales y locales para la compañía; en tanto que también estuvieron Cleary Gottlieb y Morales & Besa, en los mismos roles, pero asesorando a los bancos.