La preferencia por un sistema de pensiones 100% estatal ha venido perdiendo terreno en una magnitud importante entre la ciudadanía en los últimos meses, mientras que ahora la idea que surge con más fuerza es la de un sistema mixto, con participación del Estado y de empresas privadas. Eso es lo que revela un sondeo realizado por Criteria, por encargo de AFP Cuprum, que consulta a las personas lo siguiente: “Suponiendo que se plantee un nuevo sistema de pensiones, ¿tú preferirías que el sistema sea...?”.
Ahí, la opción de una fórmula totalmente estatal ha bajado fuerte, desde el 55% que marcó en septiembre de 2021 hasta el 26% que registró en abril último. Ello implica una disminución de 29 puntos porcentuales en sólo siete meses.
En cambio, lo inverso ha ocurrido con quienes prefieren un sistema “mixto, con participación del Estado y de empresas privadas”, ya que quienes optan por esta alternativa han aumentado desde 28% a 56% en igual periodo, lo que se traduce en un alza de 28 puntos porcentuales.
En tanto, quienes prefieren un sistema “100% privado (con regulación del Estado)”, se situaron en 18% tanto en abril pasado como en septiembre de 2021, aunque llegó a caer a 12% en enero.
El director de Criteria, Cristián Valdivieso, cree que esto se explica porque “en la medida que el proceso constituyente ha ido generando una conversación sobre el país y sobre los cambios que hay que hacer, la ciudadanía ha ido teniendo más distinciones, más comprensión de distintos fenómenos, entre ellos, una mayor comprensión y mayor distinción sobre el sistema previsional. En lo concreto, si bien la gente no quiere a las AFP, sí ha aprendido en este camino de discusión constituyente y de reforma, que hay valores o pilares del sistema actual que sí quieren mantener”.
Valdivieso señala que esos dos pilares tienen que ver con la libertad de elección y el valor de la capitalización individual. Pero, fundamentalmente el primero: “La gente no quiere pasar del mercado al Estado. Están viendo que también los dejaría atrapados sin la posibilidad de tomar decisiones de elección. Eso se ha levantado con mucha fuerza y ha ido desvirtuando la posición exclusiva del Estado”.
Y sobre la propiedad de los fondos de pensiones que quieren mantener las personas, Valdivieso dice que más allá de que la ciudadanía igualmente puede querer solidaridad, principalmente mediante recursos fiscales aportados a través de las rentas generales, también es cierto que la gente “quiere mantener un principio: quien más ahorra, quien más esfuerzo hace, tiene que tener algún beneficio. Por eso le importa tanto la propiedad de los fondos de pensiones”.
En ese sentido, el sondeo también revela que, al consultar a las personas sobre dónde prefieren que se destine su futura cotización en caso de que se haga una reforma previsional, sólo el 2% responde que todo vaya al fondo colectivo, mientras que un 52% opta porque todo vaya a la cuenta individual.
En la misma línea, un 22% quiere que la mayoría de su futura cotización vaya a la cuenta individual, y un 21% responde que prefiere que la mitad vaya a cuenta individual y la otra mitad a un fondo colectivo. Por último, solo un 3% quiere que la mayoría se destine a un fondo colectivo.
Respecto a la administración de los fondos, un 78% dice sentirse más cercano con la idea de tener libertad de elegir quién administre sus fondos previsionales, mientras que a un 13% le gusta más la noción de que el Estado administre los recursos de las pensiones. En paralelo, un 9% se muestra indiferente.
Por otro lado, al consultar a las personas sobre cuán de acuerdo o en desacuerdo están con que en la nueva Constitución se establezca explícitamente que los fondos previsionales son de propiedad de los cotizantes, un 83% dice que está “de acuerdo”, un 10% se declara “neutro” y un 7% está “en desacuerdo”.
Asimismo, un 57% de las personas aspira a que la nueva Constitución prohíba explícitamente la estatización o nacionalización de los fondos previsionales, mientras que un 27% se declara neutro en esta materia y un 16% está en desacuerdo.