Equidad de género en salud: Por cada hombre con una enfermedad profesional de salud mental, hay 3,5 mujeres

Pamela Gana ACHS

En un encuentro organizado por ICARE y ACHS, expertos del mundo público y privado llamaron a actuar con urgencia para transformar las diferencias en salud de las mujeres en oportunidades de bienestar y desarrollo económico.


El pasado miércoles 26 de marzo se llevó a cabo el encuentro “Cerrando las brechas en la salud para las mujeres: Una inversión con retorno medible”, organizado por ICARE y la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS). Basado en el estudio global del McKinsey Health Institute, el evento puso sobre la mesa una verdad incómoda: las desigualdades en salud que enfrentan las mujeres no solo afectan su bienestar, sino que también representan un costo económico para los países.

Durante el evento, se presentaron hallazgos nacionales que revelan una preocupante realidad: la accidentabilidad laboral de las mujeres está en aumento, sobre todo en contextos de violencia. Entre 2022 y 2024, los accidentes vinculados a violencia laboral aumentaron un 89,7%. Esto impacta principalmente a mujeres que trabajan en sectores como educación, salud y comercio, donde predominan los roles de atención al público y altas demandas emocionales.

Además, las cifras sobre salud mental también alarmaron: por cada hombre con una enfermedad profesional de salud mental, hay 3,5 mujeres diagnosticadas. Al cierre de 2024, el 15,9% de las trabajadoras estaba en tratamiento de salud mental, en comparación al 6,1% de los hombres. Un 28,5% de las mujeres se desempeña en entornos laborales con riesgo psicosocial “no óptimo”, frente a un 17% de los hombres.

Una de las voces más destacadas del panel de conversación fue la de Carolina Goic, ex senadora y directora del diplomado en Gestión de Cuidado en la Universidad Católica, quien enfatizó que “cuidar la salud de las mujeres en sus espacios laborales es una cuestión ética, pero también estratégica para el desarrollo del país”.

Junto a ella participaron Pamela Gana, Superintendenta de Seguridad Social; Hernán Hochschild, director ejecutivo de Empresas por Chile; Fabio Bertranou, director de la oficina de la OIT para el Cono Sur de América Latina; y Rodrigo de la Calle, gerente de Desarrollo de Producto y Estaregia Digital de ACHS, quien presentó los datos del estudio nacional.

La conversación giró en torno a cómo implementar una mirada de género en la salud laboral, impulsar políticas públicas efectivas y generar cultura preventiva dentro de las organizaciones. También se valoró el avance en normativas como la Ley Karin y el Decreto Supremo 44, que incorporan la perspectiva de género en la gestión de riesgos laborales.

Accidentabilidad y violencia. Salud mental y riesgos psicosociales

Uno de los momentos clave del evento fue la presentación de los hallazgos locales que expuso Rodrigo de la Calle. A través de datos contundentes, el informe puso en evidencia que, aunque las mujeres se accidentan menos que los hombres en el trabajo, esta brecha se ha reducido dramáticamente debido a un aumento preocupante de los casos de violencia.

Violencia laboral en alza: Entre 2022 y 2024, la accidentabilidad laboral total en mujeres aumentó un 6,4%, pero los accidentes vinculados a situaciones de violencia se incrementaron en un alarmante 89,7%. En sectores como educación, salud y comercio —donde las mujeres tienen mayor presencia en roles de atención al público— los accidentes por violencia son significativamente más frecuentes.

Salud mental, un riesgo invisible: Otro de los hallazgos más impactantes fue la disparidad en enfermedades profesionales de salud mental. Por cada hombre diagnosticado, hay 3,5 mujeres con el mismo diagnóstico. Además, las mujeres lideran en consultas y tratamientos de salud mental: al cierre de 2024, un 15,9% de ellas estaba en tratamiento, versus solo un 6,1% de los hombres.

Ambientes laborales con riesgos psicosociales: Según el Termómetro de Salud Mental en Chile, elaborado por Achs y la UC, el 28,5% de las mujeres trabaja en entornos considerados como “riesgo no óptimo” para la salud mental. Esto contrasta con el 17% de los hombres.

“Las diferencias deben entenderse para transformarse en oportunidades”, fue una de las principales conclusiones de la jornada. La ACHS enfatizó la necesidad de aplicar un enfoque de género en la gestión de riesgos laborales, destacando avances como la Ley Karin, la Ley de Conciliación de la Vida Personal y Laboral, y el Decreto Supremo 44, que incorpora la perspectiva de género en la seguridad y salud en el trabajo.

Desde el mundo empresarial, se hizo un llamado a las compañías a comprometerse no solo con la prevención, sino con la creación de entornos inclusivos, seguros y saludables. “Hacer de Chile el país que mejor cuida a sus trabajadoras es una ambición que vale la pena”, concluyó la ACHS en su presentación.

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