La Asociación de Isapres alzó la voz hace veinte días y lanzó una dura advertencia: las aseguradoras están sin margen de operación, solo funcionan con aportes de sus dueños y el cierre puede producirse en solo meses. Así, la industria respondió a lo que pocos días antes había dicho la ministra de Salud, Begoña Yarza, quien evidenció su escepticismo sobre la crisis sectorial, habló de buenos resultados durante 15 o 20 años e imaginó que sus dueños tendrán recursos reservados para malos momentos. “Yo me imagino, y creo que así debe ocurrir, que estos holding van apalancando, van haciendo un manejo inteligente”.
La industria tiene siete actores, aunque uno acaba de nacer. Son isapres abiertas en cuya propiedad participan grupos chilenos e internacionales. Cada cual con realidades distintas. Esas isapres tienen el 17% de los beneficiarios totales del sistema de seguros de salud chilenos. El resto está en la estatal Fonasa, que al cierre de 2021 sumaba 15.233.814 beneficiarios, distribuidos en 12.266.629 titulares y 2.967.185 cargas.
Las isapres abiertas tenían 3.212.080 beneficiarios en junio: 1.934.635 cotizantes que pagan el 7% de salud y 1.277.445 cargas. En tanto, las isapres cerradas (Isalud de Codelco, Fundación de BancoEstado y Cruz del Norte, de SQM) atienden solo a 76 mil beneficiarios.
Entre las siete isapres abiertas, cuatro tienen tamaños relativamente similares, levemente por encima del 20% en cotizantes y afiliados. En número de planes contratados, Colmena lidera con el 22,2%, seguida por Consalud (21,8%), Banmédica (21,2%) y Cruz Blanca (20,7%). En beneficiarios totales, Banmédica concentra la mayor cantidad (22,7%), seguida por Consalud (21,5%), Colmena (21,1%) y Cruz Blanca (20,5%).
Detrás de ese pelotón se ubican Nueva Masvida (9,4% beneficiarios y 9,6% cotizantes), y Vida Tres (4,9% de beneficiarios y 4,4% de cotizantes). En el último lugar está Esencial, la isapre del Grupo Alemana que por primera vez reportó en junio cifras sobre este tema, sumando 105 beneficiarios (0,003% del total), donde 56 son cotizantes y 49 son cargas. A junio, la debutante isapre tenía ya 435 planes contratados para 737 beneficiarios.
Un holding estadounidense
Isapre Banmédica y Vida Tres pertenecen a Empresas Banmédica, del holding estadounidense UnitedHealth Group (UHG), que controla un 98,19% a través de su filial Bordeaux Holding SPA. En 2018 dejó de pertenecer al grupo Penta, que junto al grupo Fernández León, anteriormente eran los mayores accionistas.
En el área de seguros de salud, el grupo también es propietario de Help Seguros y entre los prestadores tiene Clínica Santa María, Dávila, Vidaintegra (Omesa, Clínica Alameda y Administradora Médica Centromed), Inversiones Clínicas Santa María (Clínica Vespucio, Bío Bío, Ciudad del Mar, Central de Compras), HELP, y un 13% en Clínica Iquique.
La isapre Banmédica tuvo en 2020 registró las segundas mayores utilidades de la industria, con $ 22.551 millones, en un año que todo el sector, con excepción de Cruz Blanca, anotó utilidades, $ 82.548 millones en total, por la baja de atenciones tras el encierro del primer año de pandemia. En 2021 se dio vuelta la ecuación: la industria perdió $ 151 mil millones. Banmédica perdió $ 38.107 millones, las segundas mayores de la industria. Y en el primer trimestre de 2022 pierde $ 2.289 millones.
La isapre del grupo estadounidense se ubica en el punto medio de la tabla en cuanto a siniestralidad, ya que a marzo de este año el 93,8% del total de ingresos que ha recibido lo ha destinado a entregar prestaciones y pago de licencias médicas a afiliados. Al sumar los gastos por administración y otros gastos, la operación termina con pérdidas. Banmédica también está en el punto medio de la tabla en cuanto a ingresos por afiliado: la cotización promedio mensual por beneficiario en junio fue de $ 96 mil en junio.
El holding tiene el otro extremo: Vida Tres tiene la menor siniestralidad de todo el sector (89,6% a marzo) y tiene los cotizantes de más altos ingresos, con un pago promedio mensual por beneficiario de casi $ 124 mil en junio. Todo ello repercute en sus balances: en 2020 Vida Tres ganó $ 17.213 millones, en el tercer lugar; en 2021 fue la que anotó menores pérdidas, con solo $ 53 millones; y en el primer trimestre de este año fue una de las únicas dos isapres con ganancias, sumando $ 2.404 millones.
Pese a ello, su controlador ha sido activo en reclamar por la situación actual de la industria: UHG pidió una reunión al embajador de Chile en EE.UU., Juan Gabriel Valdés, para transmitir sus inquietudes y en Chile se reunió con el encargado de negocios y jefe de misión de la embajada de ese país en Chile, Richard Glenn. También han manifestado su preocupación y molestia al superintendente de Salud, Víctor Torres.
La isapre de los constructores
Pero sin duda la isapre que se ha visto más golpeada es Consalud, propiedad de Inversiones La Construcción (ILC), el brazo de inversiones que controla la Cámara Chilena de la Construcción con el 67%. ILC, a su vez, controla AFP Habitat, Confuturo, Banco Internacional, Red Salud y Vida Cámara. En 2020 ganó solo $ 5.701 millones y en 2021 encabezó las pérdidas, con $ 78.912 millones, lo que se repitió a marzo de 2022, con mermas por $ 11.727 millones.
La isapre de ILC es la que tiene la cartera con la mayor siniestralidad a marzo (101,2%): todos sus ingresos se fueron a pagar prestaciones de los afiliados. Es, además, la isapre con la cotización promedio mensual por beneficiario más baja: $ 90 mil en junio.
Todo eso ha llevado a ILC a hacer reiterados aumentos de capital cercanos a $ 120 mil millones entre 2021 y mayo de este año. El año pasado realizó ocho aportes por $ 90 mil millones en total, cifra que supera los $ 88.419 millones que ganó ILC en 2021.
En los alegatos realizados por las isapres en la Corte Suprema el 6 de julio por los recursos de protección que han interpuesto miles de afiliados para frenar la última alza de planes de salud, su abogado Marco Rosso, recordó que entre 2010 y 2020 la isapre ganó $ 81.700 millones. “Vale decir: en un solo año ocurrieron las pérdidas que equivalen a prácticamente lo ganado en once años”.
Este año Consalud, en una acción inédita, interpuso una millonaria demanda de indemnización de perjuicios contra el Fisco por la ley que creó la Licencia Médica Preventiva Parental (LMPP) en pandemia, argumentando que esos pagos debería haberlos hecho el Estado. ILC asegura haber perdido más de $ 22 mil millones por dicha ley. Más tarde, Colmena siguió los mismos pasos.
Un holding inglés
Cruz Blanca es la isapre que totaliza más trimestres consecutivos de mermas: desde junio de 2020 no deja de perder y encadena así ocho trimestres seguidos de pérdidas. En 2020 perdió $ 2.381 millones, en 2021 subió $ 12.869 millones y en el primer trimestre de este año agregó otros $ 8.072 millones. Todo ello pese a que es la tercera isapre con menor siniestralidad (91,9%) y que tiene una cotización promedio mensual por beneficiario de $ 104 mil.
“Si bien en Cruz Blanca hemos redoblado los esfuerzos administrativos, adoptando un plan de eficiencias que cubre toda la cadena de valor de la compañía, ello no ha sido suficiente, razón por la cual nuestro controlador ha efectuado consecutivos aportes de capital para sostener la operación de la Isapre y resguardar el servicio que hemos comprometido con nuestros afiliados y el país”, respondió isapre Cruz Blanca a Pulso sobre la evolución de sus resultados. El último se produjo en junio: Bupa Chile S.A. elevó su capital en $ 1.348 millones.
La isapre es controlada desde 2014 por el grupo inglés Bupa (British United Provident Association) y pidió en marzo activar el mecanismo de solución de controversias, según lo establece el TLC firmado entre el Reino Unido y el gobierno de Chile, porque estiman que se derogó de facto la tabla de factores en el país tras fallos del último tiempo de la Corte Suprema. Bupa también controla en Chile Bupa Seguros, IntegraMédica, Sonorad, Bupa Sport, Bupa Dental, Clínicas Bupa Reñaca, Bupa Antofagasta, San José de Arica, Bupa Santiago y Clinical Service.
En marzo el CFO de Bupa, James Lenton, en el conference call con inversionistas sobre el ejercicio 2021, hizo una especial mención sobre Cruz Blanca: “Para mitigar el impacto de estos cambios regulatorios, reestructuramos nuestro negocio y redujimos costos (...) Permanecemos enfocados en este negocio en 2022 mientras el entorno normativo y político en curso continúa siendo desafiante”. La firma ha reducido su red de sucursales y ha disminuido su dotación. En enero de 2020 tenía una dotación total de 2.195 personas; a junio de 2021 había bajado a 1.872 trabajadores.
Dos isapres camino a la fusión
Las únicas dos isapres que no están verticalmente integradas son Colmena y Nueva Masvida. La primera de ellas es controlada por un Fondo de Inversión Privado (FIP) de LarrainVial, en el que Bethia, el family office ligado a Liliana Solari Falabella y a sus hijos Carlos y Andrea Heller es su principal aportante, con cerca del 60%. También participan LarrainVial y la familia Trucco, dueña original de la isapre y que tiene el 20%. Fue adquirida en enero de 2013 por el FIP.
Detrás de Vida Tres, Colmena es la segunda isapre con menor siniestralidad (90,9% a marzo) y con cotizantes de ingresos altos: $ 113 mil por beneficiario en junio. En 2020 lideró las utilidades de la industria, con $ 26.354 millones. En 2021 perdió $ 13.497 millones y en el primer trimestre de este año ganó $ 1.180 millones. El periodo enero-marzo suele tener mejores resultados producto de una baja en las atenciones de salud por el verano.
Colmena también ha movido el tablero dada la situación por la que atraviesa la industria. Anunció a inicios de julio que demandaría a los afiliados que han judicializado para dejar sin efecto la tabla de factores, pero luego suspendió las demandas. Por la ley de licencia paternal exige al fisco indemnizaciones por $ 29.253 millones.
Colmena es una de las dos isapres, junto a Banmédica, que adoptó una medida inédita en la industria: ordenó a la totalidad de su fuerza de ventas tomar vacaciones obligatorias por 15 días, para liberar provisiones y hacer liquidez.
Nueva Masvida, en tanto, ganó $ 13.110 millones en 2020 y en 2021 perdió $ 5.028 millones. Después de Consalud, registra la segunda mayor siniestralidad de la industria (96,7%) y se posiciona segunda también en cotizantes de menores ingresos: $ 93 mil por beneficiario en junio. Es controlada por una sociedad constituida en EE.UU. Nexus Chile Health LLC, del fondo de inversión privado estadounidense Nexus Partners, una gestora que nació en los 90 como un spin off de un private equity de Bank of America (Bofa).
Dos ejecutivos que que trabajaban en Bofa, Jacques Gliksberg y Marco Viola, invitaron a aportantes norteamericanos de grandes patrimonios a crear Nexus Partners, fondo que tiene inversiones en distintas partes del mundo y en varios sectores, como agroindustrial, educación, tecnología, servicios financieros de inversión. Gliksberg es quien pone foco en el negocio en Chile.
En marzo de 2017, Nexus compró una pequeña isapre en Chile, llamada Óptima, y en mayo cambió su razón social a Nueva Masvida, tras comprar la cartera de contratos de salud de la exisapre Masvida.
Nexus acordó comprar Colmena el año pasado y unir las operaciones en busca de una mayor escala de operaciones que consideraban complementarias, pero la Fiscalía Nacional Económica lo prohibió. Ambas partes están ahora a la espera de un recurso de revisión que presentaron ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia.