Un Estado digital al servicio de las personas
La Transformación Digital es parte de la vida cotidiana. Usamos las redes sociales para informarnos y compartir intereses; compramos y vendemos en línea; escuchamos música, vemos televisión y nos entretenemos a través de diferentes plataformas; incluso podemos estudiar online.
Las tecnologías han facilitado la innovación en la denominada "economía digital", con la entrega de todo tipo de productos y servicios profesionales que permiten a cada vez más personas emprender y facilitarse la vida en los más variados ámbitos.
Asimismo, las organizaciones públicas y privadas tienen acceso a tecnologías que permiten hacer cosas hasta hace poco impensables, como ofrecer servicios digitales escalables a millones de personas, que en otra época habría requerido contratar a expertos e infraestructuras a un elevadísimo costo.
La llamada "cuarta revolución industrial" trae un cambio radical en la ejecución de procesos, producción y entrega de productos y servicios, adaptándose a las necesidades de las personas con tecnologías que están disponibles a un costo cada vez menor.
Ello nos obliga como Estado a mirar la transformación como el foco principal, y lo digital como una herramienta para llevarla a cabo, entendiendo que la tecnología es uno de los mejores aliados para facilitar la vida de las personas a diario.
Las tecnologías han revolucionado las estructuras sociales, económicas y culturales de tal manera, que no podemos estar ajenos a ellas, por lo que hemos decidido integrarlas como una constante en la gestión y entrega de servicios del Estado.
Por los mismo, ya avanza con urgencia en el Congreso la Ley de Transformación Digital del Estado y hoy el Presidente Sebastián Piñera lanzará el Instructivo de Transformación Digital, que establece plazos específicos a las instituciones públicas para subirse al carro de las nuevas tecnologías, con la clara orientación de hacer más eficientes los procesos y mejorar los servicios a las personas, de una manera amigable y acorde a los nuevos tiempos.
Entendemos que la transformación digital del Estado la hacemos todos. Creemos en las personas y su capacidad de superarse en la vida, teniendo el Estado un rol clave en apoyarlos, en potenciar sus capacidades y dar acceso a mejores oportunidades. También creemos que ya no hay barreras para que la tecnología facilite al Estado cumplir ese rol.
Finalmente, así como las tecnologías han impactado la vida de las personas en múltiples niveles, es necesario que una de las tareas clave para la Modernización del Estado sea que las integre naturalmente en todo nivel en la provisión de bienes y servicios públicos, adaptándose a las necesidades ciudadanas, garantizando la igualdad de oportunidades y reforzando la confianza de las personas en el Estado y sus instituciones.
Por eso, ya estamos trabajando para tener un Estado Digital, mejorando el acceso y calidad de los servicios. Queremos tener un Estado basado en datos, es decir, promover el uso de datos e información para apoyar el diseño e implementación de políticas públicas, así como entregar información a la sociedad civil de manera transparente, fortaleciendo la democracia y generando condiciones de confianza.
También desarrollaremos un modelo de identidad digital para Chile, basado en el uso de la Clave Única, de modo de tener una sola contraseña para acceder a los servicios del Estado.
Nuestro objetivo es consolidar la transformación digital como una política de Estado, donde el uso estratégico de las tecnologías sea una tarea permanente para responder a las necesidades ciudadanas de forma innovadora y con los mejores estándares, con iniciativas que puedan evolucionar en el tiempo más allá de los gobiernos, para que nunca más exista un desfase entre la realidad de las personas y la del Estado, porque el objetivo fundamental es tener un Estado Digital al servicio de las personas.
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