En medio de la controversia que genera el consumo de agua por parte de las plantaciones de paltos ante la megasequía que afecta al país, este lunes se conoció un estudio del cual el Comité de Paltas de Chile -gremio que agrupa al 50% de la industria local- actuó como facilitador de la investigación. Parte de las conclusiones son el uso “eficiente y adecuado” del agua y la contribución a 14 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
Para desarrollar este informe, se definió una unidad muestral en la comuna de Panquehue, en la Región de Valparaíso. También se estudiaron otros siente predios ubicados en Cabildo, Petorca, Quillota y Santa Cruz.
“La actividad agrícola y la producción de alimentos requiere del uso adecuado de suelos y una gestión eficiente del agua, más aún en medio de una megasequía que se extiende por más de 13 años en el país. Un estudio inédito como éste, que verifique por primera vez la situación geoambiental de cultivos de palta en Chile, nos indica que los estándares de producción de la industria están en el camino correcto y nos da luces respecto de cómo avanzar hacia una agricultura cada vez más sustentable y regenerativa”, dijo en un comunicado José Gabriel Correa, presidente del Comité de Paltas de Chile.
El estudio publicado por el Centro Regional del Agua para Zonas Áridas y Semiáridas de América Latina y el Caribe, CAZALAC concluyó que la amplia cobertura de riego tecnificado entre los productores de paltas permite calificar como eficiente el uso del agua. Así, según el análisis entregado esta jornada, los paltos están dentro del rango promedio del consumo de agua frente a otros cultivos de frutas, incluso por debajo de algunas de las principales producciones agrícolas del país.
Por otro lado, el estudio consignó la reducción de todo tipo de plantaciones frutales en la provincia de Petorca, una de las zonas más afectadas por la sequía que está presente en el país desde hace más de una década. Estas retrocedieron desde las 14 mil hectáreas a 4 mil en 2020, lo que incluye también la disminución de hectáreas de paltos en la zona.
Otro de los aspectos que incluyó el informe, fueron los efectos positivos que tendrían los cultivos de palta en el entorno. El estudio determinó que en el mediano plazo se genera un ecosistema nuevo con mayor cobertura vegetal a la original.
Además, cerca de una década después de la plantación de paltos estos permitirían reducir el riesgo de erosión de suelos a valores similares a la vegetación nativa circundante, lo que se va incrementando con los años.
El estudio constató además “una mayor capacidad de absorción de CO2 de la atmósfera y la subsecuente liberación de oxígeno por parte de las plantaciones de paltos adultos, generando incluso un efecto ecológico positivo que ayuda a contrarrestar el efecto invernadero en tiempo y espacio superior a las especies vegetales nativas, especialmente en zonas áridas y semiáridas con formaciones xerofíticas”.