Estudio mundial de BofA muestra los retrocesos y avances del Covid en diversidad e inclusión

AP Photo/John Locher

Dentro de las políticas corporativas de D&I, el área de enfoque más prevalente es la diversidad de género, que está presente en el 96% de las empresas. “La diversidad significa aumentar los rendimientos, las ventas y reducir el riesgo de volatilidad de las ganancias”, destaca el informe.


El año pasado no hubo altos ejecutivos de raza negra en ninguna de las 100 compañías del FTSE, el índice bursátil de referencia de la Bolsa de Valores de Londres. Y al otro lado del Atlántico actualmente existen más hispanoparlantes en Estados Unidos que en España. Si los latinos de EE.UU. fueran un país, serían la octava economía más grande del mundo. Otro dato: la comunidad LGBTQ+ sería la cuarta economía más grande del planeta.

Estas son algunas de las conclusiones a las que llegó un reciente informe desarrollado por Bank of America (BofA), sobre Diversidad e Inclusión (D&I) a nivel mundial, con foco en el sector corporativo y en los efectos que ha dejado la pandemia. Y a pesar de que - según el documento- se ha avanzado bastante en los últimos 30 años, por ejemplo a nivel de género, donde hoy las mujeres están acumulando activos financieros 1,5 veces más rápido que los hombres, los autores de la investigación advierten: “Vemos desigualdades en todas partes: raciales, étnicas, de género, LGBTQ +, inmigración, discapacidades y economía”.

El informe analizó y cruzó miles de datos desde el área de ESG (medioambiente, social y gobernanza corporativa) de BofA, con herramientas de inteligencia artificial para rastrear varias tendencias.

Por ejemplo, en términos generales, las empresas del S&P 500 con una diversidad de género por encima de la mediana en sus directorios, obtienen un ROE (Return on Equity) 15% más alto, y para las empresas con una fuerza laboral diversificada por motivos étnicos y raciales, esto es 8% más alto. Por otro lado, las empresas más diversas ven un menor riesgo de ganancias un año antes en comparación con sus pares menos diversos.

Desde una perspectiva sectorial, la investigación descubrió que la industria de telecomunicaciones y la de servicios básicos lideran con respecto a diversidad racial; mientras que los sectores de materiales e inmobiliario se quedan atrás.

“Una de las principales reglas de la inversión es diversificar el capital para maximizar los rendimientos. Entonces, ¿por qué no hacemos lo mismo con el capital humano? Se necesitarán 257 años para cerrar la brecha económica de género al ritmo actual”, indica el documento y agrega: “Una D&I deficiente tiene un costo económico. Aprovechar la diversidad y la inclusión podría haber impulsado el PIB de EE.UU. en US$70 billones desde 1990. La diversidad significa aumentar los rendimientos, las ventas y reducir el riesgo de volatilidad de las ganancias”.

Pero el estudio no solo se queda en la crítica y en los datos. Analiza que desde el movimiento #MeToo hasta #BlackLivesMatter, la conciencia de las injusticias que enfrentan los grupos subrepresentados y marginados está en su punto más alto.

Por ejemplo, dentro de las políticas corporativas de D&I, el área de enfoque más prevalente es la diversidad de género en el 96% de las empresas. “Sin embargo, esto puede dejar atrás otras áreas de la D&I. Hay cuatro veces más búsquedas en Google sobre igualdad de género que LGBTQ+ o igualdad racial”, apuntan los autores del texto.

Lo bueno y malo del Covid

A pesar de que el Covid profundizó una serie de desigualdades con respecto a la pobreza a nivel mundial, así como el aumento de la brecha de género, según diversos estudios a nivel mundial, el estudio destaca algunos puntos brillantes que han pasado este último año.

“Las mujeres han dominado en la industria del descubrimiento de vacunas este año: Katalin Karikó fue pionera en el enfoque de ARNm en la vacuna Pfizer / BioNTech y Nita Patel es la investigadora principal de Novavax y lidera un equipo de mujeres. Mientras tanto, los países liderados por mujeres, como Alemania, Noruega, Dinamarca, Taiwán, Finlandia, Islandia y Nueva Zelandia, parecen haber manejado la crisis pandémica mejor que sus contrapartes masculinas. De hecho, a los países liderados por mujeres les ha ido mejor en términos de muertes totales por millón y casos totales de Covid”, señala el informe.

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