En un periodo de cambios se encuentra el mercado de oficinas en la Región Metropolitana aún afectado por la pandemia y ante la mejora en los índices sanitarios. Así lo revela el último informe de Cushman & Wakefield, empresa global de servicios inmobiliarios.
El estudio muestra que la vacancia de oficinas clase A en la capital llegó a su mayor nivel en los últimos cuatro años. En efecto, la tasa de vacancia alcanzó a 9,51% al cierre de los primeros tres meses de 2022, con una superficie disponible de 160.408 m2. Se trata de la cifra más alta desde el último trimestre de 2017 (9,73%).
El country manager de Cushman & Wakefield, Ariel Benzaquen explicó que “la tasa de vacancia de este trimestre es de 9,51%, lo cual no se veía desde el año 2017, en que se registró un promedio de 9,6%. El motivo es distinto, debido a que la superficie disponible que se originó en aquella época se debe a la importante producción de nuevos espacios que se generó”.
“Hoy la vacancia de oficinas clase A se origina por una absorción negativa -es decir que se están devolviendo más m2 de los que se toman en arriendo-, algo que es posible observar desde el año 2020, cuando las empresas comenzaron a diseñar planes para ajustar sus superficies, debido a la adopción del teletrabajo durante la pandemia”.
El ejecutivo añadió que el alza en la vacancia tiene que ver no sólo con el aumento generalizado de la disponibilidad de espacios a causa de la pandemia, sino también con el ingreso de algunos edificios como “Atempora” y “Manquehue Norte”, los cuales sumaron un total de 16.039 m2 al inventario. Sumado a lo anterior, Benzaquen resaltó que la situación actual del mercado sigue beneficiando a los arrendatarios, quienes no sólo tienen un mayor poder de negociación en cuanto a plazos y precios de los contratos, sino también tienen la opción de ubicarse en mejores oficinas a precios más convenientes.
Según el estudio, es posible observar una cierta mejoría en la ocupación después de dos años de pandemia, debido a un panorama más positivo respecto a la situación sanitaria a nivel nacional y global, lo que se traduce en menor incertidumbre por parte de las personas. En la actualidad, el submercado que presenta mayores oportunidades es el del eje Apoquindo, el cual cierra el primer trimestre del año con una disponibilidad de 11.320 m2 y un precio pedido de 0,49UF/m2, valor que no se registraba desde 2017.
Proyecciones y absorción
En esa lógica, Benzaquen sostuvo, que “las últimas cifras de absorción están mostrando que existe una recuperación de la demanda, aunque aún es pronto para poder hacer proyecciones más concretas sobre lo que ocurrirá en los próximos trimestres”.
“En general observamos que las oficinas están volviendo a una nueva normalidad, de una manera diferente, priorizando la opción de hacer trabajo híbrido y reformulando los espacios de trabajo para que cumplan un rol más colaborativo de interacción entre equipos y también de sociabilización”, añadió.
Las oficinas clase A están pensadas para grandes empresas y compañías multinacionales que requieren grandes superficies, mientras que las oficinas de clase B son para pequeñas y medianas empresas. El primer grupo destaca por un accesibilidad a un radio de 15 minutos de una estación del Metro o cerca de una autopista. Además, cuentan con mejores características técnicas, como cielo modulado y con una altura de más de 2,4 metros, con aire acondicionado y en su gran mayoría son edificios sustentables.
Durante el trimestre enero-marzo la absorción neta fue de -788m2, lo que implicó una disminución de 96% comparado con igual período del año anterior. Esto se debe a que la superficie arrendada alcanzó a 16.405 m², la mayor cifra desde el comienzo de la pandemia, con lo cual se muestran claros signos de recuperación. Dentro de esta misma superficie, hay 6.500 m² que corresponden a un reconocido banco que construyó, para su propio uso, un edificio completo en el submercado de Nueva Las Condes.
En cuanto a la superficie liberada, 66% corresponde a oficinas situadas en los submercados de Santiago Centro y El Golf, siendo este último afectado por la reducción de las instalaciones de algunas empresas ante la evidente subutilización de sus espacios.
Precio
Con respecto al precio, éste se mantiene similar al trimestre anterior en 0,53 UF/ m², lo que representa 6,5% menos en comparación al mismo período del año pasado. “De cualquier manera, se calcula que los precios de cierre real se mantienen 10% por debajo del precio pedido”, afirmó Benzaquen.
Por último, el precio de arriendo en dólares aumentó 11,81% respecto al cierre de 2021, principalmente por una inflación que continúa creciendo, impactando en una UF más alta y un dólar que ha perdido peso, producto de una recuperación de la moneda nacional, lo que corresponde, en parte, a mejores precios de materias primas y a una corrección del impacto económico negativo generado por la pandemia durante el año 2021, según el informe.