Hace tres años, en octubre de 2018, Concha y Toro decidió poner fin a la relación comercial que lo unía con Chacalli Wine Group, compañía europea que oficiaba como su distribuidor en Bélgica y Holanda. La viña nacional había optado por cambiar su estrategia en esos mercados y aquello repercutió en el acuerdo con Chacalli.
Hoy, esa antigua relación está en tribunales. En noviembre del año pasado, la firma extranjera los demandó, exigiendo el pago de $6.140 millones.
Según se lee en los balances de Concha y Toro, el acuerdo de distribución se extendía a las filiales Viña Maipo, Bodegas y Viñedos Quinta de Maipo, Fetzer Vineyards, Viña Canepa, Trivento Bodegas y Viñedos, y Viña Maycas Del Limarí. Explican que desde que terminaron el contrato en 2018, comenzaron a negociar para convenir un monto a pagar por parte de Concha y Toro, puesto que el objetivo era que cada una de las filiales le comprara a Chacalli el derecho a distribuir sus productos, “precio que -señalan- no ha podido ser convenido”.
De hecho, la firma chilena les hizo una oferta, pero esta fue rechazada por parte de los europeos.
Dado ello, en noviembre la firma interpuso la acción judicial. Los primeros en ser notificados fueron Fetzer Vineyards, por la cantidad de 48.201 euros, equivalentes a $40,8 millones. En enero, en tanto, se formalizó el juicio a todo el resto de las sociedades, y la cuantía aumentó a 7,2 millones de euros, unos $6.140 millones.
“El cálculo se basaría en elementos de hecho y de derecho que a juicio de nuestros asesores legales -Baker & McKenzie Bélgica- no tendrían fundamento”, destacó la compañía en sus estados financieros. Añadieron que, por el contrario, sus abogados consideran que existen fundamentos jurídicos que derivarían en un resultado favorable y que el monto a pagar por la recompra de los derechos de distribución distaría mucho de lo planteado anteriormente.
“El monto final a pagar (que es sustancialmente inferior a la cifra señalada) tendrá como causa la compra de un activo y no compensación”, dijeron.
La viña -cuya estrategia ha sido asumir directamente la distribución de sus productos- cree que aún no es posible determinar una fecha de resolución de la controversia, ni su impacto financiero.