Fue el único punto en que hubo un voto en contra a viva voz. Al concluir la junta de accionistas de Falabella, que sólo demoró 48 minutos, la representante de la AFP Cuprum se opuso al cambio en la remuneración del presidente del directorio, cargo que ocupa Enrique Ostalé, y que considera un alza en su concepto variable.
En el ejercicio pasado, el directorio recibía una remuneración mensual fija equivalente en pesos de 100 UF brutas ($3,7 millones a la UF del 31 de diciembre pasado) y Ostalé percibía, como cabeza de la mesa, una dieta fija equivalente en pesos a 615 UF mensuales ($22,6 millones), que se sumaba a una asignación variable. Esta última consistía en el 0,35% de las utilidades líquidas de la compañía que se distribuiría en partes iguales a todos los directores (0,035% para cada uno), excepto al presidente, que recibiría el doble (0,07%).
Pero el año 2023 fue un año complejo para la compañía, donde exhibió pérdidas hasta el tercer trimestre, lo que logró revertir en los últimos tres meses, con lo cual logró utilidades por US$69 millones en el ejercicio anual. Bajo ese escenario, el año pasado Ostalé recibió una dieta total de $187.187.000 (US$213 mil) correspondiente sólo a su dieta fija, sin asignaciones variables.
Esta vez, el directorio sometió a consideración de la asamblea de socios una modificación salarial que considera un incremento en la dieta fija de los directores a 150 UF y mantener las mismas 615 UF para el presidente del directorio. Adicionalmente, se planteó elevar la dieta anual variable para cada director al equivalente al 0,0375% de las utilidades líquidas distribuibles del ejercicio 2024 y al 0,2% de esas ganancias para el presidente, “las que deberán ser pagadas en forma inmediata tras la celebración de la junta de accionistas que apruebe el resultado del ejercicio 2024″. Pero junto con este aumento sobre las utilidades, la junta aprobó una dieta eventual bruta que dependerá de la evolución del percio de la acción de Falabella y que consistirá en multiplicar el guarismo 700.000 por la diferencia, al alza, que existiese en el precio ponderado de la acción entre los 90 y 30 días hábiles anteriores a la junta de este 23 de abril e igual período precio a la próxima junta de accionistas de 2025.
“Respecto a la remuneración del directorio, si bien estamos de acuerdo en la componente fija y variable sobre utilidades, no lo estamos con la tercera componente propuesta, basada en la variación del precio de la acción en 12 meses. Consideramos que no se alinea de forma adecuada a una estrategia de largo plazo de la compañía”, dijo la representante de Cuprum para explicar su rechazo a la propuesta.
Al ser consultado por Pulso, Enrique Ostalé dijo que, pese a que las remuneraciones del directorio son materia de la junta de accionistas, “efectivamente hay un ajuste en el directorio en general, y en el caso del presidente, hay un ajuste en la remuneración variable, que está sujeto a lo que se aprobó en la junta, que tiene que ver con las utilidades como un componente y con otro componente variable que tiene que ver con el precio de la acción, lo que no se aleja de las prácticas que uno ve en las compañías de similar tamaño”. Algunos participantes de la asamblea comentaron luego que el cambio se relaciona también con la profesionalización de la mesa directiva, pues hasta hace unos años el directorio era presidido exclusivamente por los controladores y hoy es presidido por Ostalé, quien no pertenece a las familias dueñas de Falabella.
Entre las razones que algunas fuentes de la compañía señalaban para justificar esta alza salarial estaba la de conservar a Ostalé en la presidencia, luego de que se hubiese desechado su designación formal como gerente general tras la renuncia de Gastón Botazzini en septiembre de 2023 y de las discusiones que se dieron en el directorio entre los dueños para nombrarlo presidente hace un año: la familia Solari por un lado, y las familias Cuneo y Del Río, a favor de Ostalé. Sin embargo, Ostalé descartó tanto el supuesto ofrecimiento de la gerencia como la vinculación de esta alza con ese hecho.
Objetivos 2024
En la junta, estuvieron presentes, además de Ostalé, del vicepresidente Juan Carlos Cortés Solari y del recientemente ratificado gerente general, Alejandro González, los directores Carlo Solari, Paola Cuneo, Alfredo Moreno, José Luis del Río y Andrés Roccatagliata. Faltaban sólo el independiente Germán Quiroga y Cecilia Karlezi Solari, quien, según una observadora, se encontraba vía telemática.
Al concluir la junta, Falabella organizó una conferencia de prensa, a la que se quedaron sólo Ostalé y González como voceros, y Moreno, Del Río y Roccatagliata como observadores. Ante algunas respuestas de los portavoces, Del Río levantaba el pulgar en señal de respaldo y Moreno comentaba sobre lo “buenos” que son ambos ejecutivos.
Dentro de lo operativo que comentaron ambos hubo dos elementos destacables como objetivos para el 2024.
González planteó que, tras la rebaja en la calificación de riesgo de las agencias Fitch, S&P y la local Feller Rate, que incluso la hicieron perder su grado de inversión, la compañía tiene como meta la reducción del endeudamiento corporativo para llevar la razón de deuda sobre Ebitda, que en junio del año pasado estaba en 8,6 veces y bajó a 6,5 veces en diciembre, a sólo 4 veces cuando culmine el 2024.
“Más que tener un rating de grado de inversión internacional, lo que nosotros queremos es tener un nivel de resultados como el que teníamos antes y, como consecuencia de eso, viene la fortaleza financiera (...) Hay literatura y experiencia que dice que las clasificadoras de riesgo son particularmente rápidas para bajar (de rating) y no necesariamente igual de rápidas para subir”, puntualizó.
Y respecto a resultados, González comentó que en el primer trimestre se focalizaron en los márgenes y, aunque no adelantó resultados, comentó que “el consumo sigue desafiado, aunque con mejores perspectivas” y que el “negocio de banco en Chile continúa reduciendo los niveles de riesgo en la cartera”.