Durante este fin de semana, y a los 57 años, falleció el ingenierio comercial y doctor en Economía Alexander Galetovic Pötsch. Era Senior Fellow de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI). Además su investigación reciente se centró en la interacción de la propiedad intelectual y las leyes antimonopolio en industrias de alta tecnología. Quienes lo conocieron lo califican como un gran economista y gran persona.
Estudió ingeniería comercial en la Universidad Católica, y realizó un doctorado en Economía en la Universidad de Princeton. Fue profesor de la facultad de ciencias físicas y matemáticas de la Universidad de Chile, investigador del Centro de Estudios Públicos, profesor de la Universidad de los Andes y actualmente estaba en la escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez.
El profesional tuvo una destacada trayectoria académica, con gran número de papers en temas de energía, infraestructura, concesiones y propiedad intelectual. Galetovic también era Research Fellow en la Hoover Institution de la Universidad de Stanford, Research Associate en CRIEP (Universidades de Padua, Venecia y Verona) y Visiting Faculty en el Instituto Sim Kee Boon de Economía Financiera de la Singapore Management University. Se desempeño además como director de empresas, en Esval, Aguas del Valle y ahora último en Godelius, una filial de Sigdo Koppers.
Desde la UAI lamentaron su fallecimiento, y enviaron sus condolencias a los familiares y amigos de Galetovic. Además indicaron que “Alex fue un destacado economista que publicó extensamente en las áreas de energía, infraestructura y propiedad intelectual. Pero no solo destacó en esos ámbitos. Su curiosidad también lo llevó a incursionar en materias como libre competencia, estructuras de mercado y desarrollo de ciudades, completando una enorme contribución académica que se plasmó en diversos artículos publicados en revistas especializadas y en libros de las áreas en las que investigaba”.
“Su interés por el destino de su país lo llevó a desarrollar propuestas para abordar diversos desafíos de política pública con el mismo rigor con el que llevaba a cabo sus labores académicas. En medio de la etapa más álgida de la pandemia también fue capaz de articular un conjunto de ideas para alcanzar un mejor equilibrio entre el cuidado de la salud de la población y el funcionamiento de la economía. No siempre sus ideas prosperaban, pero estaba permanentemente disponible para colaborar con dedicación si se le pedía un aporte que contribuyera al interés general”, señaló el rector de la UAI Harald Beyer.
“Alex fue un economista brillante y muy creativo, y también muy generoso. Con su docencia, motivó a muchas personas a seguir una carrera en economía. Hizo aportes importantísimos en muchas áreas de política pública, en particular en el área de concesiones de obras públicas. En Chile, la ley de concesiones refleja de manera importante su trabajo conjunto con Eduardo Engel y Ronald Fischer”, indicó la académica UAI, Andrea Repetto.
La académica de la UAI, Viviana Fernández, quien lo conoció desde que era alumna del pregrado la UC, y luego como colega en el Centro de Economía Aplicada (CEA) y en la UAI también indicó que “me sumo a las reacciones de otros colegas en cuanto a la gran capacidad intelectual de Alex. Es una verdadera lástima”.
“Alex fue un brillante economista y académico, que conocí más en este último tiempo al compartir el directorio de SK-Godelius. Deja un gran legado con investigaciones en temas de competencia, economía de la energía, la provisión y el financiamiento de infraestructura pública, y otros temas. En este último tiempo estaba muy interesado en La Cuarta Revolución Industrial, siempre con miradas originales. Sus alumnos lo recuerdan como un excelente profesor. Me habría encantado asistir a su curso de Asignación de Recursos y Equilibrio General, que a principios de los ‘90 tenía gran fama en la Católica, cuando recién había llegado de Princeton. Lo vamos a extrañar mucho”, dijo Aldo Lema, también miembro del directorio de Godelius.
Antonio Díaz-Araujo, gerente general de Unholster, indicó que “aparte de perder un gran amigo, Perdemos a un amante incondicional de Chile. Uno de los varios ejemplos de este amor por nuestra patria fueron los esfuerzos que lideró Alex durante el inicio de la pandemia en la búsqueda de mecanismos de testeo para minimizar el impacto de las cuarentenas. No descansó y conversó con todos, con el afán de incorporar más metodología y ciencia a la parte operativa del proceso, nunca buscó figurar ni conseguir nada a cambio. Necesitamos más Alexander en este Chile de hoy: abiertos y generosos con sus conocimientos y su disponibilidad para trabajar por causas grandes. Con profunda tristeza escribo estas líneas y aún impactado por perder a un gran amigo y un gran asesor de Unholster”.
Galetovic escribió un libro titulado The Economics of Public-Private Partnerships: A Basic Guide, junto a Eduardo Engel y Ronald Fisher. Escribieron varios papers en común a lo largo de los años.
Los exministros de Hacienda, Felipe Larraín e Ignacio Briones, así otros académicos como Rodrigo Wagner, Ricardo Paredes y Sergio Urzúa, entre otros, también recordaron a Galetovic la jornada de este martes.
Uno de sus últimos papers fue publicado en mayo de 2022 por el Banco Mundial, “Gestión de los Riesgos fiscales provocados por las alianzas público-privadas” (Managing the Fiscal Risks Wrought by PPPs), junto a Eduardo Engel, Martín Ferrari y Ronald Fischer.
“Es muy difícil hablar de un colega y amigo que partió, que ya no está y que echaremos muchísimo de menos. Alex Galetovic fue un hombre y académico de principios. Un liberal comprometido con su país. También fue un profesor excepcional. Fue más exigente consigo mismo que con sus alumnos. Es de esa generación de la beca Presidente de la República. Estudiando ingeniería comercial en la Universidad Católica se apasionó con la economía. Y partió becado a la Universidad de Princeton. Fue ayudante de Ben Bernanke y con orgullo contaba que el ex presidente de la FED estuvo en su Comité de tesis”, señaló el director del CEP, Leonidas Montes.
En ese estudio se analiza las concesiones en el país desde 1991 e indica que el promedio de retorno (TIR) ha sido de 6,8%, con una amplia dispersión, lo que sugiere -dice el texto- que los proyectos de infraestructura son intrínsecamente riesgosos y la participación privada conlleva un significativo desplazamiento de riesgos desde el presupuesto a concesionarios y financistas.