Falta de técnicos obliga a cambiar los énfasis

LA semana pasada pasó inadvertido un punto levantado por los empresarios o ejecutivos consultados por el Banco Central para elaborar el Informe de Percepción de Negocios. En el documento aparece como una de las preocupaciones la falta de mano de obra calificada: "Se mantiene la preocupación para encontrar mano de obra calificada o técnicos. Asimismo, reportaron los problemas surgidos por las bajas calificaciones de ciertos grupos de trabajadores".

Esta percepción probablemente está influenciada por la creciente necesidad de incorporar personas con conocimientos tecnológicos específicos, pero no debiera ser una situación generalizada. No obstante, esta opinión vuelve a poner un tema que por años ha estado relegado a un segundo o tercer plano, que es la educación técnica. Por un lado, la educación técnica ha sido mirada en menos por las familias y dejada de lado por las políticas públicas incluso en el financiamiento, lo que se ha ido corrigiendo en lo último. Se necesita realizar un cambio cultural y relevar las bondades de este tipo de educación. También es necesario que las instituciones que imparten estos estudios, estén brindando los conocimientos requeridos por el mercado.

Chile perdido años de debate, estatizando establecimientos en lugar de enfocarse en calidad de la educación, su puso énfasis en las universidades cuando los problemas están en las bases y en la educación técnica. Es tiempo de redirigir la discusión pública, especialmente ante la "amenaza" que significa la denominada cuarta revolución industrial. De hecho, este fue el consejo del premio nobel Paul Romer a Chile: invertir en educación escolar, escuelas y personas de la fuerza de trabajo. También sugirió hacerlo en jóvenes que quisieran realizar un doctorado en ciencias o ingeniería.P