El 4 de julio, Robert Schmitz, ex gerente general del tradicional CasaPiedra, el histórico centro de eventos que administrara durante 30 años la familia Edwards, y Agustín Edwards del Rio, uno de los integrantes del clan dueño de El Mercurio, se reunieron con la alcaldesa de Vitacura, Camila Merino.

En el encuentro, que se extendió por una hora, según la plataforma pública de la Ley de Lobby, Edwards y Schmitz conversaron con la jefa comunal sobre el plano regulador de la comuna, con la intención de ver la posibilidad de “desarrollar un proyecto de beneficio para la comuna, en el ámbito de los eventos y cultura”. En la reunión también estuvieron presentes Vicente Joannon, director de la Dirección de Asesoría Urbana del municipio, y el arquitecto Patricio Schmidt.

El tema, según el acta del encuentro, fue la “normativa urbana aplicable al terreno propiedad del Mercurio en Avenida Santa María”. El terreno donde está ubicado El Mercurio se emplaza en Avenida Santa María N° 5542 y cuenta con un destino “industrial”. Según el avalúo fiscal registrado en el Servicio de Impuestos Internos (SII), la propiedad tiene un valor de $30.539 millones.

Se trata de las primeras gestiones de la familia Edwards para construir un centro de convenciones en la comuna de Vitacura.

El 26 de junio de 2022, la familia Edwards dejó de administrar el inmueble ubicado en Monseñor José María Escrivá de Balaguer N° 5.600 en la rivera sur del Río Mapocho. En 2019, la municipalidad de Vitacura lanzó una relicitación del complejo, la que fue ganada por la empresa francesa GL Events, que tomó posesión del inmueble el 27 de junio del año pasado, ahora bajo el nombre de Metropolitan Santiago.

Robert Schmitz explicó a Pulso que la reunión con la alcaldesa tuvo un carácter meramente informativo, pues a la fecha la familia Edwards aún no decide si construirá su nuevo centro de eventos en el terreno de El Mercurio, aunque la opción no está descartada.

“No podría ser tajante respecto del terreno de El Mercurio, porque es, por supuesto, una alternativa, pero hay otras más que estamos revisando”, explicó el ejecutivo que estuvo a cargo durante 30 años de la gerencia general de CasaPiedra.

“En algún minuto, si se da la oportunidad y las condiciones económicas de este país así lo ameritan, podremos tener un nuevo recinto CasaPiedra. Hemos buscado entender la normativa vigente sobre el terreno, pero no solamente por el tema de centro de eventos, también hay otras ideas más del grupo. Así es que la verdad es que, desde el punto de vista de CasaPiedra, en la etapa en la que estamos hoy en día es en la búsqueda de recintos para la administración y si el día de mañana surge la posibilidad de tener un recinto propio, ojalá que esté cercana a alguna vía de llegada y salida, buscando alianzas con las municipalidades, para que se haga con toda la transparencia posible”, acotó.

Otros dos proyectos

Actualmente, la familia Edwards también mantiene en carpeta la administración de dos centros de eventos ubicados en la zona oriente de la Región Metropolitana, siguiendo la misma senda que emprendió en agosto de 2022, cuando firmó una alianza con la Universidad Católica para administrar el centro de eventos de San Carlos de Apoquindo.

“Estamos haciendo algunas alianzas operacionales que van a salir prontamente para poder administrar. Estarán dentro de Santiago. La idea es reposicionar el nombre de CasaPiedra, porque creemos que constituyó durante 30 años un lugar que pudo albergar grandes eventos a nivel nacional e internacional y creemos que sigue teniendo el peso específico que puede convocar donde lo pongas”, añadió.

“Hoy como CasaPiedra Eventos hemos tratado de posicionarnos nuevamente, hasta tal vez más adelante tener un recinto propio. Somos más una operadora de centros de eventos, tenemos una fuerza de venta importante y también de montaje”, añadió.

“Tenemos la administración, operacional y comercial, de todo el recinto de San Carlos de Apoquindo con nuestro servicio de alimentación también. Nos ha ido muy bien, partimos en abril de 2022 trabajando con ellos. Tuvimos un buen inicio de 2022. Prácticamente no se conocía tanto el centro de eventos, pero fuimos ayudándonos a través de nuestra propia base de datos. Estuvimos más de 30 años de concesión en Escrivá de Balaguer y nuestros clientes nos siguieron hasta San Carlos de Apoquindo y, por lo mismo, desde que tomamos el recinto pudimos llenarlo bastante rápido”, acotó Schmitz.

Entre los clientes que han contratado sus servicios están la Cámara Chilena de la Construcción, Icare y actualmente están haciendo recitales de conmemoración, como la celebración de los 60 años de Los Jaivas. El objetivo es hacer eventos más abiertos, porque en su gran mayoría han sido reuniones más cerradas, con el foco en familias y el segmento corporativo.

Asimismo, añadió que la próxima firma para administrar un nuevo centro de eventos sería un hito que ocurriría antes que construyan un recinto propio en el predio de Avenida Santa María o en otro lugar del sector oriente.

También destacó que en San Carlos de Apoquindo han logrado fidelizar a un público, lo que les ha permitido no sólo realizar banquetearía, fiestas de matrimonios y cumpleaños, sino que también abordar el mercado de los conciertos más íntimos. De hecho, hace unas semanas organizó un concierto de una banda tributo a Bee Gees y el espectáculo fue todo un éxito, asegura Schmidtz. Se trata de eventos “pequeños”, según sus palabras, de 900 a 1.000 personas como máximo.

“Hemos visto que una vez que se comenzaron a deponer las restricciones sanitarias, la gente y las empresas comenzaron a realizar más eventos. Estamos muy contentos con lo que está pasando hoy con San Carlos de Apoquindo”, detalló el ejecutivo.