Tal como esperaba el mercado, la Reserva Federal (Fed) aplicó una agresiva alza de tasas de interés para frenar la creciente inflación que afecta a Estados Unidos. La subida estuvo en línea con lo que estimaban los operadores. El organismo elevó además su estimación inflacionaria y redujo su pronóstico de crecimiento para la economía estadounidense este año.
Así, la Reserva Federal subió el costo del endeudamiento en 75 puntos base, a un rango entre 1,5% y 1,75%. Fue la mayor subida de tasas desde noviembre de 1994, cuando el banco central norteamericano ejecutó el mismo incremento que este miércoles.
“La decisión llevada a cabo podría entregar mayor confianza al mercado de cara a las próximas reuniones, en las que un ritmo similar podría considerarse durante el tercer trimestre del presente año”, señaló Renato Campos de Admiral Markets.
Felipe Alarcón, de EuroAmérica, indicó que “me parece que esta alza es totalmente acertada. Los mercados necesitaban un mensaje claro de la Fed respecto a que se va a hacer cargo de la problemática inflacionaria, más allá de que este tipo de movimientos genera volatilidad en los mercados y que puede aumentar la probabilidad de una recesión en EE.UU. a futuro”.
La decisión del Comité Federal de Mercado Abierto no fue unánime, ya que la presidenta de la Fed de Kansas City, Esther George, se mostró favorable a un alza de solo 50 puntos puntos base. En la reunión de mayo, el organismo ya había subido las tasas en 50 puntos debido a la escalada inflacionaria que se ha vivido en la principal economía del mundo en los últimos meses. En el quinto mes del año la inflación en 12 meses alcanzó a 8,6%, nivel récord en 40 años.
“La inflación se mantiene muy elevada, reflejando el desequilibrio entre el suministro y la demanda vinculado a la pandemia, los precios más altos de la energía y una presión de precios más amplia”, indicó el comunicado de la Fed tras su reunión de dos días.
Asimismo, sostuvo que “el comité está firmemente comprometido a devolver la inflación a su objetivo del 2%”. Además, citó a la guerra de Ucrania y a los confinamientos en China como fuentes inflacionarias.
En línea con lo anterior, la Fed también elevó los pronósticos de su tasa de interés objetivo para fines de este año y el próximo, y dijo que espera menos alivio de la inflación a corto plazo de lo que estimaba hace tres meses.
En estas nuevas proyecciones entregadas por el organismo, la expectativa mediana es que su tasa de política de referencia suba al 3,4% para fines de 2022, muy por sobre el 1,9% proyectado en marzo, y que al término de 2023 sea del 3,8%, por arriba del 2,8% que se estimaba en marzo. A su vez, la de finales de 2024 sería del 3,4%, frente al 2,8% en marzo, y elevó la tasa de política a largo plazo al 2,5%, desde el 2,4% previo.
En tanto, la expectativa inflacionaria para EE.UU. se situó en 5,2% para el año en curso, frente al 4,3% anterior. En cuanto a la tasa de desempleo, se proyecta que estará en 3,7% al concluir 2022, por encima del 3,5% que se pronosticó en marzo. El organismo además redujo su estimación de crecimiento económico para este año desde 2,8% a 1,7%.
Se termina así con semanas de especulaciones en torno a la subida de tasas por parte de la Fed.
“Esperábamos un alza de esta magnitud en la reunión de hoy, toda vez que la Fed está aún lejos de un nivel contractivo. Podrían seguir subiendo otros 75pb en la próxima reunión. Con todo, queda claro que estamos transitando a condiciones financieras globales más restrictivas, ante un evidente deterioro del impulso externo para la economía chilena”, indicó Vittorio Peretti, economista de Itaú.
Discurso Powell
Posterior al anuncio de la Fed, y como es habitual después de cada reunión, el mercado escuchó con atención las palabras de Jerome Powell. El presidente de la Reserva Federal si bien dejó en claro que restan aumentos de la tasa, no se mostró partidario de dosis mayores.
“Para la próxima reunión de la Fed un alza de tasas de 50 o 75 puntos base, parece ser lo más probable”, afirmó Powell en una conferencia de prensa.
Y señaló que el organismo sigue observando riesgos para al alza para la inflación, y que es esencial reducirla.
“Desde la reunión de la Fed de mayo, la inflación ha sorprendido al alza. Estamos muy atentos a los riesgos de la alta inflación, y fuertemente comprometidos a reducirla”, agregó.
Por último, indicó que es deseable aumentar las tasas hacia el nivel neutral.
“Creo que en julio podríamos ver otra alza de 75 pb, en especial si los datos de inflación no aflojan como creo que va a ser el caso”, analizó Alarcón.
Francisca Pérez, de Bci, sostuvo que “esperamos que en la próxima reunión la Fed aumente 50 puntos base si es que la inflación que se conocerá pronto está en línea con lo esperado, y de 75 puntos base si es que el IPC resulta por sobre lo esperado. Pero en general, la trayectoria que muestran de tasas está bien en línea con nuestro escenario”.
La apuesta del mercado es que las tasas sigan subiendo en Estados Unidos.
“El alza de tasas en EEUU va a continuar, yo creo. Habrá una o dos alzas más de tasas, porque la inflación no va a ceder de forma automática, y es necesario controlarla rápidamente. Eso va a impactar al dólar que va a seguir subiendo”, comentó Cristián Cerna, socio director de Alta Dirección.