En medio de un escenario de un fuerte incremento de la inflación en Estados Unidos, la que en febrero subió 0,8%, elevando el registro anual a 7,9%, el mayor en 40 años, y con presiones sobre los precios que se han exacerbado con el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, la Reserva Federal (Fed) aplicó su primer alza en la tasa de interés desde fines de 2018. Esta decisión, dada a conocer tras el segundo día de reunión del organismo monetario, estuvo acorde con lo previsto por los analistas en los días anteriores.

Tras el anuncio, el presidente de la Fed, Jerome Powell, afirmó en una conferencia de prensa que “la economía estadounidense es muy fuerte y está bien posicionada para manejar una política monetaria más restrictiva”.

Powell advirtió que el incremento en los precios del petróleo y de otras materias primas gatillado por el conflicto bélico en Europa, ejercerá una presión adicional sobre la inflación, aunque afirmó que el riesgo de que la economía estadounidense caiga en una recesión no es muy elevado.

Nuevos aumentos

En lo que se consolida como el inicio de un proceso gradual del retiro del estímulo monetario a través del tipo de interés, el banco central estadounidense elevó la tasa en 25 puntos base, a un rango de 0,25%-0,5% , desde el mínimo histórico de entre 0% y 0,25% en el que encontraba desde marzo de 2020 y apuntó a seis aumentos adicionales este año.

El nivel del incremento estuvo en línea con lo esperado por el mercado, que había apostado ampliamente por un aumento de un cuarto de punto.

Las autoridades de la Reserva Federal aprobaron el alza por 8 votos a favor y 1 en contra, este último por parte del presidente de la Fed de Saint Louis, James Bullard, quien consideró que el movimiento debía ser más agresivo y llegar a 50 puntos.

De acuerdo al denominado diagrama de puntos de la Fed, el organismo prevé que las tasas cerrarán el año en 1,9%.

La Reserva Federal dijo que comenzará a reducir su balance de US$8,9 billones en una próxima reunión, sin dar mayores detalles del momento específico en que ello podría ocurrir.

Cambio en proyecciones

En su comunicado, la Fed señaló que “la invasión de Ucrania por parte de Rusia está causando enormes dificultades humanas y económicas”.

Agregó que “las implicancias para la economía son muy inciertas, pero, en el corto plazo, es probable que la invasión y sus eventos relacionados generen una presión alcista adicional sobre la inflación y pesen sobre la actividad económica”.

En efecto, el organismo elevó la proyección para la inflación este año a 4,3%, versus el 2,6% pronosticado previamente.

En tanto, para el crecimiento económico redujo su previsión de 4% a 2,8% en 2022.

El mercado

El alza de tasas y el mensaje de la Fed es algo que el mercado ya tenía internalizado, y por eso las principales plazas del mundo lo tomaron con tranquilidad. Pero también la recuperación que empieza a aparecer en el horizonte se explica por lo que ocurre en Ucrania.

El industrial Dow Jones cerró con un alza de 1,55%, mientras que el tecnológico Nasdaq despidió la sesión empinándose 3,77%, en línea con las subidas de las plazas en Europa que más temprano ya comenzaban a digerir las noticias de la negociaciones entre Ucrania y Rusia.

De hecho, al cierre de esta edición se conoció de un borrador de 15 puntos que podría poner fin a la guerra, en el que Ucrania renunciaría a integrar la OTAN. Es en este contexto que el índice EuroStoxx 50 creció 4,05%, con todas las plazas de Europa al alza.

En esa línea, el petróleo Brent- de referencia para el viejo continente- se cotizaba en US$98 por barril, por debajo de la barrera de los US$100 que traspasó producto del conflicto.

Junto con ello, se conoció que Rusia habría dado la orden de realizar el pago de poco más de US$100 millones del cupón que debía pagar con cargo a su deuda soberana, aliviando también las tensiones ante un eventual default.