Este martes, Felipe del Río Goudie dejó el directorio de Falabella. Había sido parte de él desde 2017 y ahora -tras una renovación profunda de la mesa- cedió su cupo. En su puesto entró un histórico de la firma, Alfredo Moreno Charme. Tras la junta de accionistas, el también accionista del retailer aseguró que confía en la compañía, aunque tiene cosas a mejorar.
¿Cuál es su sentir al dejar Falabella?
-Por qué despedida, si sólo me voy del directorio. Creo que es una gran experiencia; siempre hemos estado involucrados, partimos con Sodimac. Y es harto trabajo si uno quiere hacer bien la labor de director. Son buenas las renovaciones. Ahora que asumen otros, se les pasa la posta a ellos. Y esperamos que vaya saliendo adelante, porque inversiones se han hecho hartas.
¿Cómo evalúa la gestión de Carlo Solari en la presidencia?
-Vamos a salir adelante, yo creo que hay buenos directores que asumen y que van a apoyar, de alguna forma, la gestión.
¿Confía en que la empresa va a elevar su capitalización y el precio de su acción?
-Esperamos. Sí, y ha sido duro. Acá hay ciclos, pero esperamos que repunte.
El ahora también exdirector Sergio Cardone dice que va a repuntar apenas pase la recesión, ¿concuerda?
-Sí, pero hay una serie de cosas a mejorar como la atención al cliente, los costos, que las cosas lleguen a tiempo. Hay que ponerle acento a eso, la página web, etc. Son cosas medias pedestres, pero que hay que hacerlas.
Su apuesta en Inchcape
En el otro ámbito de sus negocios, Felipe del Río se apura en señalar: “Derco no fue vendida, nos fusionamos”. “Somos socios de Inchape. No es que llegamos y nos fuimos, somos socios”, enfatiza.
En enero de 2023, Inchcape completó la absorción del distribuidor de automóviles. Los hermanos Felipe, Carolina y Juan Pablo del Río Goudie obtuvieron del orden de US$800 millones en efectivo, y un 9,3% de Inchcape con un valor cercano a US$340 millones. Ello les permitió tener un cupo en el directorio de la gigante británica que ocupa Juan Pablo del Río. Los otros dos hermanos quedaron en un órgano creado tras la operación: el Consejo para Las Américas.
¿El council de Las Américas ya empezó a funcionar?
-Sí, ya empezó a funcionar. Hicimos una primera reunión y creo que es una empresa que está desarrollándose muy bien con varios proyectos por supuesto, no puedo contar los proyectos porque efectivamente hay cláusulas de confidencialidad, pero bien. Estamos muy contentos con el desarrollo que se está teniendo, creo que los directores son de primera y el CEO también, tanto el de Las Américas como a nivel mundial. Y lo veo como un avance también para Chile, por el hecho de que nos haya escogido como socios una empresa multinacional donde los socios son de categoría mundial como Blackrock, varios fondos de inversión, Toyota. La verdad es que es un lujo tener estos partners.
¿Cuál es la sensación de ustedes de haber generado Derco?
-Para nosotros es un orgullo, y también es un orgullo estar involucrados con ellos, porque son socios muy serios que hacen muy bien el trabajo y que en definitiva eso va a hacer mejorar los rendimientos, no sólo de utilidades, sino que en general de trabajo y distribución para los vehículos donde están en la región como Chile, Perú, Bolivia, Colombia, todas las Bermudas, en las islas del Trópico en América Central, etc. Entonces, la verdad es que para nosotros es un orgullo estar ahí y también ser una empresa más global, que está en todas partes: Australia, Asia Menor, África. Realmente, estamos parados en una buena empresa.
¿Qué rol va a jugar el Consejo de Las Américas?
-Vemos los temas estratégicos de desarrollo de la región. Nos informamos de cómo va este desarrollo, cómo va el proceso de integración también, es todo un tema de que los socios van viendo también cómo poder mejorar la integración, cómo poder mejorar la sinergia y eso es una forma de hacer participar a los nuevos accionistas.
¿Cómo está viendo el devenir de la industria automotriz? ¿Han estado más flojos los resultados en el país?
-Es que es la ventaja de ser más global. De repente hay economías que están mucho mejor, otras que están peores, como es el caso de Chile que está un poquito más en declive, pero hay otras que están para arriba, y eso no hay duda que le da mayor estabilidad a la empresa, y al mismo Inchcape. Lo importante es que se fusionó con una buena empresa por el lado de Inchcape y por el lado de Derco.
Además que la tasa de motorización sigue siendo muy baja en la región…
-Claro, ahí hay un desafío, cómo viene eso, cómo viene todo el tema eléctrico, del hidrogeno verde, hay todo un tema que se está moviendo que uno dice ‘va por el eléctrico, va por el hidrógeno’, hay distintas corrientes. El hidrogeno verde perfectamente podría reemplazar a la bencina de 93, 95 octanos, y eso lo podemos hacer en Chile. Podríamos reemplazar todas las importaciones por el hidrogeno verde y aprovechar las mismas gasolineras que hoy día hay a lo largo de Chile, pero eso significa por el lado del Estado que tenga una política en ese sentido, un apoyo, y por otro lado que los inversionistas vengan a invertir acá, porque son cifras siderales lo que significa en hidrógeno verde. Pero eso significa focalizarse, tanto el gobierno, como todo lo que es atracción a la inversión extranjera, estabilidad, etc.
¿Y ve que estemos en eso?
-Yo diría que falta. El otro día salió una noticia que estaban haciendo un puerto, pero hay un tema medioambiental que ha paralizado un poquito estas inversiones, y se están yendo a Estados Unidos y Australia. Y ese es el tema, si no nos ponemos las pilas, como el salitre, el cobre y el litio hoy día, hay que aprovecharlo; son los timming…
En el fondo tenemos una ventaja que se debe aprovechar pronto…
-Hoy día...hoy día.
¿Vamos por el camino correcto?
Creo que hay que ponerle más acento para convencerse que, efectivamente, por ejemplo, el hidrógeno verde es una posibilidad tremenda para el país, pero para eso todos los actores tienen que estar en una dirección. Yo no estoy contra el tema medioambiental, todo lo contrario, pero hay que compatibilizar los desarrollos en todos los lados. Y a Chile le haría un gran bien el tema del hidrógeno verde, porque bajaría la contaminación...para todas las mineras, la industria en general, para la importación de petróleo, de la cual somos dependientes. Entonces, podríamos reemplazar todas esas importaciones por hidrógeno verde y además exportar.
¿Y el desarrollo de industria automotriz va por ese lado?
-Yo creo que es un desarrollo. Yo haría un hidrógeno verde intermedio, porque para los países en desarrollo va a costar más, porque el costo es muy grande, y también con autos eléctricos. Haría una combinación.