Abordar la reforma previsional más allá de quien administra la seguridad social, el modelo que tendrá el sistema y el porcentaje que se destinara la cotización extra del 6% con cargo al administrador al fue el llamado de Fintual en medio de las negociaciones y tensiones en que se marca la discusión legislativa sobre los cambios al sistema de pensiones nacional. La Administradora General de Fondos (AGF) llamó a también abordar el régimen de inversión (RI) que se define para los recursos provenientes de los cotizantes, donde no se limite la forma en que se invierte, sino que las restricciones estén relacionadas a los riegos, entre otras observaciones.
No te pierdas en Pulso
“Un elemento más técnico ha escapado al radar de la discusión pública pese a ser tan relevante para las pensiones como lo es el porcentaje de cotización o los esquemas de solidaridad: el régimen de inversión (RI)”, dice Fintual en el marco de un estudio que elaboró en relación al tema, que estima que existe una falta de revisión y reformas en esta arista.
“Presenta evidentes puntos ciegos al obviar conceptos básicos de riesgo y construcción de portafolios, dando espacios e incentivos equivocados a la toma de riesgos. Derivando en portafolios menos rentables, menos predecibles y con riesgos y características que difícilmente responden a las necesidades finales de sus cotizantes”, agrega en sus alertas
De esta forma, el llamado de la AGF es generar un régimen de inversiones “en torno a un objetivo concreto de inversión y resultado previsional en mente, el cual exprese estos objetivos con un foco en riesgo más que en clases de activo y defina lineamientos de inversión en torno a un benchmark concreto”.
En el documento titulado: “El régimen de inversión de las AFPs, la reforma olvidada”, el senior portfolio manager de Fintual, José Manuel Peña, comenta que las actuales regulaciones sobre en qué pueden invertir las AFP, entre otras restricciones, y su falta de reformas genera “un costo asociado, que es el impedir crear portafolios de inversión óptimos para las necesidades de los afiliados, reduciendo su rentabilidad y creando incentivos erróneos para tomar riesgos innecesarios”.
“No solamente el costo de esta regulación radica en menores pensiones, sino también un comportamiento errático e incoherente con su diseño”, concluye Peña.
Los dardos contra el actual RI también se dan en base a que, desde Fintual, estiman que no existe de forma clara cuál es el objetivo: “Esto es problemático porque un conjunto de límites y normas no puede cumplir todos los potenciales objetivos de una inversión, y la diversificación es algo deseable en cualquiera de los casos, lo que hace que esta definición sea extremadamente vaga”.
Desde Fintual agrega que la cartera de inversión de las AFP han tenido una “atomización excesiva”, que -a juicio de la AGF- da paso a reducir el “poder negociador ante contrapartes (para reducir costos de administración), dificulta la operación de los distintos multifondos y complejiza el análisis de los portafolios. Todo esto, sin presentar un beneficio de diversificación diferente a tener menos vehículos ya diversificados”.
Otro de los dardos apunta a la falta de un benchmark (comparativas para elegir la mejor forma de inversión). Fintual estima que las actuales condiciones del RI empuja a las AFP a invertir de forma similar y con cambios en la inversión de acuerdo a la contingencia, entre otros problemas. “La existencia de un benchmark proporciona estabilidad estructural a los fondos en el largo plazo y predictibilidad en su composición, mientras que esta regulación promueve lo contrario”, comenta Peña.
Por otro lado, la AGF crítica que se limite el activo en el que las AFP pueden invertir, pero no por el riego de este: “Existen múltiples dimensiones del riesgo que no están siendo consideradas, como el riesgo de duración el cual ha causado estragos los últimos años en el fondo E, o el riesgo país asociado a inversiones accionarias, donde se ha visto una clara sobreexposición a mercados emergentes generando variaciones sustanciales en los niveles de riesgo de los fondos, pero sin alerta alguna detectable por los límites presentes en el RI.
Además, Fintual repara sobre los límites de inversión que plantea el sistema. De acuerdo a la firma, los lineamientos más generales y específicos “generan una sobrecarga a los equipos de inversiones, quitándoles foco y recursos que debieran apuntar a buscar mejores ideas de inversión a cambio de estar enfocados en monitorear límites”.
La AGF también estima que se deben revisar las condiciones de cada fondo para que se basen en el objetivo que tienen. “No es lo mismo pensar que el fondo E es un fondo construido para una persona cuyo residuo de ahorro previsional tiene un plazo de uso esperado de siete años que un año”, dijo Fintual en base a que no se debería limitar o mandatar a tener una cierta cantidad de activos por cada fondo.
“¿Por qué el fondo A no puede tener 100% en acciones? Hace poco sentido que el fondo A, el cual está diseñado para perfiles más agresivos y pensando en un muy largo plazo (más de 10 años), no pueda apuntar a un nivel de retorno y riesgo mayor”, agregó Peña, quien para el fondo E estimó que su exposición a activos como acciones debería ser menor para resguardarse de la volatilidad, entre otros ejemplos.
Los reparos desde Fintual se reiteraron en línea con las restricciones a invertir en ciertos activos o con límites. “Esta estructura, de innecesaria complejidad y carente de todo argumento financiero, que une riesgos disímiles y los computa de manera antojadiza relativo a su significancia, introduce ineficiencias y una vez más aleja a los equipos de inversión en hacer su trabajo que es buscar una buena inversión y cambia el criterio de optimización de un mejor nivel riesgo/retorno a una optimización de límites”, dijo Fintual para casos como inversión en renta fija sin grado de inversión o sin clasificación de riesgo y acciones de baja liquidez, entre otros instrumentos.
Uno de los dardos también apunta a la “regularización de los excesos”, que obliga, por ejemplo, corregir la cartera de inversión si se supera un límite como la cantidad de acciones que se destina los fondos de pensiones: “Este fenómeno rompe el propósito original de generar una convergencia gradual, forzando a las administradores a bruscos movimientos de portafolio donde el timing de la decisión de cuándo corregir el exceso toma un impacto desproporcionado, ya que el tener que reducir una exposición de un 5% o más solo por cuanto se esperó no es trivial y su impacto tampoco”.
Fintual argumenta que al abordar estos puntos se generará “la predictibilidad y estabilidad necesaria para conducir inversiones de largo plazo sin caer en tendencias antojadizas”.
“Tenemos gran espacio de mejora en la simplificación y sensibilización del conjunto de límites y normas que los articulan, dejando complejidades innecesarias y cediendo parte de los límites a los conceptos rectores mayores de limitar riesgos, no inversiones”, añadió.