Este lunes el directorio ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó un acuerdo de dos años con el Banco Central de Chile para entregar una Línea de Crédito Flexible (LCF) por un monto de aproximadamente US$ 18.500 millones.
La LCF permite a los países beneficiarios utilizar la línea de crédito en cualquier momento, y tiene como propósito ayudar a hacer frente de manera flexible a necesidades de balanza de pagos reales y potenciales.
A través de un comunicado, el FMI explicó que la LCF reforzará temporalmente los buffers precautorios para Chile “y brindará un seguro importante frente a una amplia gama de riesgos, como los derivados de una posible desaceleración brusca de la economía mundial, choques de precios de las materias primas, las repercusiones de la guerra de Rusia en Ucrania, o un continuo endurecimiento de las condiciones financieras internacionales”.
A ello, el organismo internacional agregó que Chile cumple con los criterios de acceso a la LCF “en virtud de la gran solidez de sus fundamentos y marcos institucionales de política económica, una firme trayectoria de aplicación de políticas muy sólidas y el continuo compromiso de las autoridades de mantener dichas políticas en el futuro. Los criterios para acceder a un acuerdo en el marco de la LCF son los mismos que se aplican a la Línea de Liquidez de Corto Plazo (LLCP)”.
La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, señaló que “tras recuperarse de forma notable de las secuelas de la pandemia de Covid-19, Chile se enfrenta a un marcado aumento de los riesgos mundiales”.
Georgieva agregó que las autoridades Chilenas “han continuado aplicando políticas sumamente sólidas para mitigar riesgos, preservar la estabilidad macroeconómica y respaldar a los grupos más vulnerables, al mismo tiempo que continúan impulsando reformas de gran alcance”.
Mediante un comunicado, el Central detalló que al monto de la línea otorgada por el FMI se debe sumar el potencial acceso a la línea del Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR - hasta US$ 1.250 millones) y a los recursos que podrían ser obtenidos de la línea swap RMB/CLP vigente con el Banco Popular de la República de China, por US$ 8.000 millones.
“De este modo, los buffers complementarios de liquidez llegan a US$ 27.750 millones, lo que, sumado al total de reservas internacionales, alcanza una cifra cercana a los US$ 70.000 millones. Todo lo anterior forma parte de la estrategia del Banco Central de Chile para fortalecer su instrumental frente al riesgo de shocks externos significativos”, dijo el Central.
Acltualmente, el emisor cuenta con reservas internacionales por el 14% del PIB, mientras que la línea de crédito entregada por el FMI alcanza un 6% del PIB.
Pero esta no es la primera vez que le entidad comandada por Rosanna Costa toma un alternativa de este tipo. Chile accedió en mayo de 2020 a la LCF por un monto cercano a US$ 24.000 millones frente al riesgo de un empeoramiento de las condiciones económicas asociado a la crisis sanitaria por Covid-19. La línea no fue utilizada, y expiró en mayo de 2022.
El Central recalcó que la línea la línea conseguida con el FMI “permitirá aumentar la disponibilidad precautoria de liquidez internacional ante la posibilidad de eventos externos adversos de gran magnitud entre los que se incluyen un deterioro abrupto de las condiciones financieras globales, un deterioro significativo de los términos de intercambio o, en general, un escenario de actividad global más complejo. La medida, por tanto, corresponde a un seguro o segunda línea de protección ante escenarios adversos de mayor impacto y menor probabilidad”.
La línea tomada por el BC se produce en momentos donde la sequía en Europa ha aumentado la presión sobre los precios de la energía, los que ya se encontraban al alza tras la invasión de Rusia a Ucrania, guerra que además parece no ceder y continúa empujando la inflación tanto en el Viejo Contienen como en Latinoamérica.
Adicionalmente, el presidente de la Fed Jerome Powell, señaló la semana pasada que es probable que se siga subiendo la tasa de interés y quede alta por un tiempo más para reducir la inflación, lo que terminó golpeando a los mercados.
En su discurso preparado para el foro anual de la Fed de Kansas City en Jackson Hole, Wyoming, Powell enfatizó que “restaurar la estabilidad de los precios probablemente requerirá mantener una postura política restrictiva durante algún tiempo”. Incluso precisó que “el registro histórico advierte fuertemente contra la flexibilización prematura de la política”.
Con todo, la línea tomada con el FMI no es posible usarla en escenario de eventos internos, pero el Emisor continúa monitoreando el mercado.