El Fondo Monetario Internacional (FMI) entregó sus perspectivas sobre Chile en febrero de este año en la conclusión de su informe, que se desarrolló en el marco del Artículo IV del Convenio Consultivo de la entidad con el país, y a la fecha el panorama no cambió. El organismo internacional entregó nuevas perspectivas sobre el mundo y Chile, donde no hubo cambios significativos. Esto en medio de un contexto donde mejoró las perspectivas sobre el crecimiento del mundo.
“La economía mundial ha sido sorprendentemente resiliente, pese a las considerables subidas de las tasas de interés de los bancos centrales en aras de la estabilidad de precios”, comentó el FMI tras publicar las perspectivas.
En un nuevo informe del FMI, sobre perspectivas para el mundo, el organismo internacional ve a Chile creciendo un 2%. En su estimación pasada (de febrero con la publicación del Artículo IV sobre el país), el FMI estimó que Chile crecería un 1,9% y que alcance entre 2% y 2,5% al mediano plazo. Mientras que, para el 2025, el organismo internacional ve un crecimiento de un 2,5% el próximo año.
Las cifras del FMI van en línea con las recientes del Banco Mundial, este último dijo la semana pasada que Chile crecerá un 2% en 2024, frente al 1,8% que decía el organismo internacional a principios de año. Sin embargo, la diferencia se da para 2025, el Banco Mundial ve a Chile creciendo un 2,2% frente al 2,5% del FMI.
Así, la cifra de crecimiento prevista para Chile este año, por parte del FMI, se ubica casi en línea con la parte baja del Banco Central. El ente emisor, en su reciente Informe de Política Monetaria (IPoM) estimó que el contexto da para prever un crecimiento entre 2% y 3% para este año. Mientras que, las proyecciones del gobierno del Presidente Gabriel Boric estiman para este año un crecimiento de un 2,5%.
Por otro lado, las perspectivas del FMI para Chile se dan en un contexto donde actualizó las proyecciones para el mundo de un 3,1% a un 3,2%, las economías avanzadas de un 1,5% a un 1,7%, las economías emergentes y en desarrollo de un 4,1% a un 4,2% y para América Latina y el Caribe de un 1,9% a un 2%, entre otros. El cambio en las perspectivas sobre el mundo y partes de este se da tras el informe que entregó el FMI en enero de este año.
En tanto, para la inflación, el FMI elevó su proyección para Chile de un 3% a un 3,2% para este año. De este FMI ahora espera que la inflación en el país llegará un 3% para 2025. Además, para el balance fiscal, el FMI dijo que para este año será de un -2,1%, manteniendo la estimación entregada en febrero. Finalmente, las proyecciones de desempleo del organismo internacional llegan a un 8,7% y de un 8,1% para 2025.
“Mientras la inflación converge hacia los niveles objetivo y los bancos centrales pivotan hacia la relajación de sus políticas, se espera que el endurecimiento de las políticas fiscales destinadas a frenar los elevados niveles de deuda pública, con mayores impuestos y menor gasto público, lastran el crecimiento”, dice el FMI sobre su visión del mundo en el tema económico.
El FMI también estimó que pesa otros factores que pesan sobre la economía son las consecuencias a largo plazo que dejó la pandemia por Covid-19, la invasión de Ucrania por Rusia, “el débil crecimiento de la producción y la crisis financiera”.
Otras de las menciones del FMI para Chile tuvieron relación al Banco Central. En el informe de perspectivas se destaca como el ente emisor local, junto con otros como el de Brasil y " otras economías emergentes y en desarrollo” subieron las tasas de interés con “relativa rapidez” y que ya han comenzado el proceso de bajas desde el segundo semestre del año pasado.
“Con las expectativas de tipos de interés más bajos en las economías avanzadas, el apetito por los activos en las economías de mercado emergentes y en desarrollo ha repuntado, y los diferenciales soberanos de la deuda pública sin riesgo han caído desde sus máximos de julio de 2022 hacia sus niveles prepandémicos”, advierte el documento del FMI.
Sin embargo, el FMI también proyecta que, “la inflación podría reducirse más rápido de lo previsto si la tasa de actividad laboral sigue aumentando, lo que permitiría a los bancos centrales avanzar sus planes de flexibilización. La inteligencia artificial y reformas estructurales más profundas de lo previsto podrían estimular la productividad. Con el aterrizaje suave de la economía mundial ya a la vista, la prioridad a corto plazo de los bancos centrales es garantizar el descenso suave de la inflación, sin flexibilizar las políticas de forma prematura ni hacerlo demasiado tarde y causar que la inflación caiga por debajo de su meta”.
“Al mismo tiempo, a medida que los bancos adoptan una orientación menos restrictiva, habrá que poner énfasis en la consolidación fiscal a mediano plazo con el fin de recuperar margen de maniobra presupuestario, llevar a cabo inversiones prioritarias y garantizar la sostenibilidad de la deuda”, agregó.
Otro de los llamados del FMI es a “intensificar las reformas que fomenten la oferta facilitaría la reducción de la inflación y la deuda, permitiría a las economías aumentar su crecimiento hacia el promedio más alto de la era prepandémica y aceleraría la convergencia hacia niveles de ingreso más altos. La cooperación multilateral es necesaria para limitar los costos y riesgos de la fragmentación geoeconómica y el cambio climático, agilizar la transición a la energía verde y facilitar la reestructuración de la deuda”.
Frente a los principales países de la región sudamericana, las perspectivas para Chile durante este 2024 se ubican por debajo de las que tiene el organismo internacional para Venezuela (4%), Paraguay (3,8%), Uruguay (3,7%), Perú (2,5%) y Brasil (2,2%). Sin embargo, las perspectivas para el país son superiores a las que dio el FMI para Bolivia (1,6%), la misma región sudamericana (1,4%), Colombia (1,1%), Ecuador (0,1%) y Argentina (-2,8%).