Un detallado balance respecto a las licencias médicas que se dieron en 2022 y su correspondiente Subsidio por Incapacidad Laboral (SIL) financiado con cargo a los seguros de salud Fonasa e isapres fue lo que realizó la Superintendencia de Seguridad Social (Suseso), en conjunto con Fonasa, Compin, y la Superintendencia de Salud.
El documento revela que el año pasado el sistema en su conjunto pagó un total de $3.074.721 millones (US$3.617 millones) por concepto de SIL, un 2,7% más que el año anterior. De este total, el 66,2% corresponde a gasto hecho por Fonasa y el 33,8% restante de isapres.
En esa línea, el 59% del gasto en SIL del año 2022 se concentró en los diagnósticos de trastornos mentales (41,6%) y enfermedades osteomusculares (17,5%), las cuales aumentaron un 12,6% y 1,9%, respectivamente. Las licencias médicas por Covid-19 incorporadas en el contexto de emergencia sanitaria representaron el 7,4% del gasto en SIL.
En total, el número de licencias médicas tramitadas en 2022 ascendió a 9.571.195, esto es un alza de 12,5% versus el año anterior. El 22% de ellas se tramitó en isapres, es decir, 2.077.569, un incremento de 174% en comparación a 2021. En tanto, en Fonasa hubo 7.493.626 licencias, un aumento de 11,2%.
Bajo este escenario, al ver la tasa de uso de licencias médicas por trabajador según seguro de salud, se obtiene que en el año 2022 los trabajadores cotizantes de Fonasa utilizaron en promedio tres licencias médicas, mientras que los cotizantes de isapres usaron 2,8 licencias médicas.
Asimismo, el valor del subsidio diario promedio pagado fue de $29.100 para el sistema, alcanzando los $61.400 para los cotizantes de isapres y los $22.900 para los cotizantes de Fonasa.
Por otro lado, el informe muestra que el 46% del total de licencias médicas tramitadas en 2022 se concentraron en diagnósticos relacionados con trastornos mentales (30%) y las patologías osteomusculares (16%). A su vez, las licencias médicas por Covid-19 representaron el 17% del total de licencias tramitadas.
El balance también revela que el año pasado el 11,7% de las licencias médicas tramitadas del sistema en su conjunto fueron rechazadas en primera instancia, siendo mayor este rechazo en isapres (23,2%) respecto de Fonasa (8,5%). “Cabe señalar, que en el caso de Fonasa el 54% de las licencias médicas reclamadas son revertidas, mientras que en isapres se revierte el 69,1%. Por otra parte, el 32,7% de las reclamaciones ingresadas a la Superintendencia de Seguridad Social son acogidas”, dice el documento.
Además, el informe muestra que el número de días pagados por cotizantes de Fonasa registró un alza de un 5%, alcanzando un valor de 18,8 días, cifra superior a la que muestran las isapres de 10,1 días.
La superintendenta de Seguridad Social, Pamela Gana, comenta que “si bien en el año 2022 se ve un incremento respecto del 2021 tanto en el número de licencias médicas como en el gasto, en lo que va de este 2023 estas cifras van a la baja. Sin embargo, nos quedan desafíos que abordar, como el promover el buen uso de la licencia médica y que la ciudadanía se sienta protegida por este instrumento de la seguridad social”.
En este sentido, agrega que “es importante enfocarse en las diferencias de aprobación que existen entre los dos sistemas, Fonasa e isapre, aspecto que debiéramos trabajar buscando mecanismos para homogenizar criterios mediante, por ejemplo, guías referenciales elaboradas en conjunto con los distintos actores del sistema y así contar con la misma mirada”.