Francisco Villalón es uno de los 50 empleados de Andes Iron. Desde el cargo de gerente de Asuntos Públicos ha empujado una de las iniciativas más polémicas de la última década, que genera el firme rechazo de organizaciones ambientalistas, pero que también es apoyada por parte de la comunidad que se manifestó a favor de Dominga, megaproyecto minero portuario, ubicado en La Higuera, Región de Coquimbo.
Esta semana, la Corte Suprema acogió la petición de pescadores y trabajadores del turismo que no son partidarios de la iniciativa y resolvió poner término a la conciliación. La minera Andes Iron -propiedad de la familia Délano- se encuentra en una etapa clave y a la fecha ha invertido US$ 400 millones en un proyecto y pretende la explotación de hierro por los próximos 22 años (2044).
La minera desplegó sus esfuerzos por cerrar un acuerdo. Puso sobre la mesa US$400 millones en 56 propuestas, incluyendo agua gratis por 25 años para los habitantes de La Higera, pero no fue suficiente: los opositores reiteraron su enérgico rechazo a la iniciativa en la etapa de conciliación.
Por lo mismo, dentro de las próximas semanas el juez Jean Pierre Matus deberá redactar el fallo de la Tercera Sala de la Corte Suprema. Si Dominga gana, enfrentará luego el veredicto del Comité de Ministros, entidad que preside la ministra del Medio Ambiente, María Heloísa Rojas Corradi.
En conversación con Pulso, Francisco Villalón, quien lleva 10 años ligado al proyecto y que antes se desempeñó como seremi de Economía en Coquimbo en la primera administración de Michelle Bachelet, se mostró cauteloso frente a la decisión de la Suprema y criticó duramente a la ONG Oceana por, a su juicio, negarse al diálogo.
¿Cómo recibe Andes Iron el fracaso de la conciliación?
No es una sorpresa. Era un escenario probable, porque hemos encontrado en la ONG Oceana una postura inflexible, intransigente y se ha negado al diálogo. Era algo que estaba dentro de los escenarios que manejábamos. Lo lamentable es que no solo se negó el diálogo con Dominga, sino que también con las otras partes de este juicio, como por ejemplo la Agrupación de Pequeños Mineros, la asociación comunal y distintas organizaciones sociales que apoyan el proyecto Dominga que están como terceros, apoyando los planteamientos del proyecto.
¿En qué grafica esa intransigencia e inflexibilidad que acusa de Oceana?
Antes del llamado a conciliación de la Corte Suprema, los invitamos al diálogo. Nos parecía que es fundamental poder construir, escuchándonos e incorporando distintas visiones y nunca obtuvimos una respuesta favorable. No obstante aquello, nos tomamos con mucha seriedad este llamado a conciliar e hicimos un esfuerzo serio en poder estudiar las inquietudes de los opositores y de entregar propuestas. Escuchamos a las comunidades y recogimos sus necesidades y principales problemas. Y construimos una propuesta socioambiental, única y muy innovadora en la minería chilena, que está conformada por 56 propuestas, que tiene un costo aproximado de US$400 millones adicionales a la inversión. Estas propuestas buscaban entablar una conversación.
¿Oceana abiertamente es contraria a la minería?
La ONG Oceana tiene una mirada maximalista. Tiene una visión ideológica y nos parece que es una falta de respeto a las organizaciones sociales del territorio. Nos parece que sus planteamientos, más allá de significar una oposición a Dominga, son una oposición al desarrollo minero en Chile.
¿Qué pasa si finalmente la Corte Suprema acoge los recursos de casación? ¿Es el fin del proyecto?
No nos hemos puesto en ese escenario, muy por el contrario. Estamos muy confiados en la propuesta social y ambiental que presentamos. Cada vez que el proyecto Dominga ha estado en una instancia técnica, ha obtenido pronunciamientos favorables. Por lo tanto, esperamos que la Corte Suprema ratifique el fallo del Tribunal Ambiental de Antofagasta. Vamos a esperar el fallo con mucha tranquilidad, humildad y respeto a las instituciones de nuestro país.
¿Andes Iron está dispuesta a mantener las propuestas que planteó en el proceso de conciliación a pesar de que no resultara exitoso en caso de lograr pasar esta etapa?
Estamos disponibles a mantener los beneficios con la comunidad. Hemos hecho un compromiso serio. Estamos conversando con las comunidades hace casi 10 años y el resultado que obtuvimos en la consulta ciudadana que se realizó la semana pasada es prueba de ello: el 96% de las personas que fueron a votar aprobaron proyecto. Este resultado nos hace redoblar nuestros esfuerzos y seguir trabajando de la mano con los habitantes de la comuna. Vamos a mantener las propuestas, como, por ejemplo, el otorgar acceso de agua a La Higuera. Si no hubiese suministro de agua en algunas comunas de Santiago, sería noticia nacional. En esta comuna hay escasez de agua, cortes de agua constantemente y no es noticia ninguna parte.
¿Cuál es la viabilidad política de este proyecto, considerando que en Presidente Gabriel Boric ya ha señalado que no es partidario de que se lleve a cabo?
No nos corresponde pronunciarnos sobre las declaraciones que se realizan en el marco de las campañas electorales. Más bien, nuestro llamado es que todos seamos respetuosos de la institucionalidad vigente.
¿Cree que será más complejo conseguir el respaldo de las autoridades del nuevo gobierno?
Nos debemos apegar estrictamente al cumplimiento de los requisitos que la institucionalidad demanda. Hacemos un llamado amplio, abierto a respetar la institucionalidad y todas las instancias, evaluando siempre en torno al mérito técnico el proyecto. Nos parece fundamental escuchar y respetar la voz de la gente. Este proyecto cuenta con un gran apoyo ciudadano. Ha quedado demostrado en distintos estudios de opinión y en diversas consultas ciudadana que se han hecho. Creemos que en este nuevo ciclo político debe existir diálogo, a pesar de que en esta ocasión no pudo existir por la negativa de Oceana, y respeto a las comunidades.