La pérdida de empleos y el confinamiento disparó el mercado del delivery, generando una explosión de trabajadores de aplicaciones que ha obligado a tener un debate respecto de sus condiciones laborales.
Hoy, con dos proyectos de ley en el Congreso, además de una mesa convocada por la Subsecretaría del Trabajo, se discute cómo mitigar la vulnerabilidad y precarización de esos empleos, tanto en materia de derechos como de seguridad social. Es precisamente sobre este último ítem que algunos actores ya están viendo soluciones.
La Mutual de Seguridad selló recientemente un acuerdo pionero en esta materia. A través de una alianza con la aplicación Bicci, hoy todos los trabajadores de esa app cotizarán voluntariamente para tener cobertura en materia de accidentes y enfermedades laborales y, de alguna manera, se anticipa al Congreso.
“Actualmente hay distintos proyectos de ley que están orientados a la regulación de la relación del trabajador, más que al acceso de la protección de la seguridad social. Manteniendo la flexibilidad que hay hoy, buscan generar derechos y deberes entre las partes, pero hay poco foco en la seguridad social. Hay algunas obligaciones que contempla el proyecto del Senado como la entrega de elementos de protección personal y derecho a desconexión, entre otros, pero no hay una especial preocupación para efectos de que coticen”, dice Felipe Bunster, gerente general de la Mutual de Seguridad.
¿Cómo analiza esa discusión?
-Si bien son proyectos buenos que hay que empujar, hay que entender que lo importante de esta relación es que los trabajadores pueden mantener la flexibilidad que tienen sus empleos, porque son personas que a veces tienen más de un trabajo, que no cumplen un horario, pudiendo entrar y salir del sistema cuando quieran. El proyecto de ley que se está empujando, tiene cosas buenas, pero hay algunas que todavía están inmaduras y que pueden mejorar con la discusión.
En ese contexto, optaron entonces por avanzar…
-Creemos que aquellos trabajadores independientes que están en un grado de indefensión, pueden tener el debido derecho y acceso a la seguridad social con las leyes que tenemos hoy. No esperemos la ley, sino que pongámonos de acuerdo antes. De alguna forma, existe en la normativa actual herramientas e instituciones suficientes para efectos de poder dar cobertura. Con Mutual tenemos abiertas a todos los trabajadores independientes, incluso a través de campañas de adhesión en línea.
¿Cómo se produjo esta alianza con Bicci?
-Siempre ha existido la posibilidad de que los trabajadores de delivery tengan cobertura. Lo que incorporamos nosotros ahora son trabajadores informales más riesgosos, los denominados “riders” a través de esta alianza. Creemos que a través de una cotización voluntaria como independiente pueden ingresar a beneficios como seguros de accidente del trabajo y enfermedades laborales.
Desde que existe el trabajador independiente en la Mutual ha habido un importante grupo cubierto. Hay más de 100 mil trabajadores cubiertos. Acá hay que reconocer que Bicci fue el articulador que presentó esta necesidad, pero no estamos cerrados a nadie, no tenemos una exclusividad. Nos tocaron las puertas sus ejecutivos y nos preguntaron qué podemos hacer a partir de los proyectos de ley que se están discutiendo.
¿Y cómo funciona?
-A partir de esta alianza se genera un plan de prevención especial para mitigar los riesgos del sector. Se puede hacer un plan robusto y claro de los riesgos de esta actividad porque hay una declaración de universalidad de las situaciones a las que se exponen los trabajadores. No es lo mismo el trabajo de “rider” en Santiago que en regiones, en motos o en bicicletas, pero con todo el universo se puede hacer un plan mucho mejor.
En Pandemia
Las mutuales tuvieron un rol importante durante la pandemia…
-El sistema ha cumplido con creces. El Covid-19 es la primera pandemia respiratoria que tiene cobertura por seguro de accidentes del trabajo y enfermedades laborales, lo cual es inédito. Tenemos un sistema bastante robusto en ese sentido y deberíamos sentirnos orgullosos. El año pasado la Mutual de Seguridad pagó del orden de $21 mil millones por casos de contactos estrechos, sospechosos por Covid, tratamientos y pensiones (casos de muerte), y no se vio en jaque.
Además, fuimos capaces de proveer camas al sistema de salud común. Atendimos muchos pacientes del Minsal en dependencias de Mutual de Seguridad, no solo fuimos capaces de ayudar y darle cobertura, sino que aportamos con investigación, PCR, con los primeros ventiladores hechos en Chile cuando escaseaban a nivel mundial.
¿Serán capaces de resistir otro año malo?
-No creo que el sistema tenga problemas. Tanto por normativa como la administración de las tres principales mutuales del país, tiene espaldas suficientes para aguantar otro año de pandemia. Si bien el año pasado se perdió plata, también hubo que suspender inversiones. Además, hay que reconocer que la accidentabilidad de otro tipo de actividades también bajó.
¿Cómo piensan cerrar el balance 2020?
-Será negativo, lo cual es raro en el sistema. El factor operacional estará en rojo, pero el no operacional a través del cual ingresan las rentas de las inversiones ayuda a contrarrestar. Creo que estaremos cerca de una pérdida marginal de $2.000 millones. No es dramático, existe la espalda suficiente y estamos en condiciones de seguir colaborando con el sistema. No vemos riesgos de mercado, es una actividad altamente regulada.