Uno de los diagnósticos que tuvo en vista el gobierno para elaborar la reforma previsional que pretende presentar hacia fines de este mes, es que el sistema actual no ha dado buenas pensiones.
En concreto, en la presentación que ha estado haciendo el subsecretario de Previsión Social, Christian Larraín, a diversos parlamentarios y expertos, se muestra que existe una “baja suficiencia de las pensiones”, donde la mediana alcanza los $227.401, y asegura que más de un 70% está por debajo del salario mínimo.
La presentación dice que hay una “enorme brecha entre las pensiones autofinanciadas y la pensión total, lo que expresa que la mayor parte de la pensión proviene del aporte fiscal. Esta brecha asciende a 3,74 veces, lo que muestra la enorme debilidad de la pensión que se genera en el pilar contributivo”.
También señala que existe una “fuerte brecha de género”, porque mientras la pensión mediana de mujeres es de $29.030, la de los hombres está en $129.650.
Frente a ello, el gobierno hace simulaciones para constatar que “la reforma disminuye la desigualdad en las pensiones”. Ahí desagrega lo que ocurriría para actuales pensionados bajo el salario mínimo, y para actuales pensionados bajo la línea de la pobreza.
En ese sentido, las cifras revelan que actualmente el 73% de los pensionados está por debajo del salario mínimo, y con la nueva Pensión Garantizada Universal (PGU) sería un 63%. Esto es, 10 puntos porcentuales menos.
Pero al incorporar el efecto total de la reforma, es decir, considerando la pensión autofinanciada, más la nueva PGU y los nuevos beneficios que propone el Ejecutivo con el 6% de cotización adicional a un fondo común, los pensionados bajo el salario mínimo serían el 50%, registrándose una baja de 23 puntos porcentuales respecto del escenario actual.
Por otro lado, la presentación muestra que los actuales pensionados bajo la línea de la pobreza equivalen al 26%. En el caso de los hombres son el 18% y en el de las mujeres el 33%. Al respecto asegura que solo con el efecto de la nueva PGU ya no habría pensionados bajo la línea de la pobreza.
El documento también indica que la mediana de las pensiones actuales es de UF8,4 y que con la nueva PGU que propone el gobierno sería de UF10, mientras que con la reforma completa subiría a UF11,9. Ello, mientras la línea de la pobreza la estiman en UF6,1.
Al desagregar ese total, se obtiene que la mediana de la pensión actual de las mujeres es de UF7,2. Con la nueva PGU sería de UF8,5 y con la reforma completa de UF10,5. En cambio, para los hombres la mediana actual es una pensión de UF10,1. Con la nueva PGU sería UF11,9 y con la reforma completa UF14,5.
Diagnóstico y objetivos
La presentación del gobierno concluye que hay tres tipos de factores que explican las bajas pensiones. En primer lugar, recuerda que en el país existen parámetros desactualizados, en momentos en que el promedio de cotización para pensiones de los países OCDE es de 18,4%. En segundo lugar, alude al mercado del trabajo y la demografía. Y en tercer lugar, a las debilidades del funcionamiento del pilar contributivo.
Así, la presentación enumera seis objetivos de la reforma. Primero, “aumentar las pensiones de los actuales y futuros pensionados y pensionadas”. Segundo, “crear un pilar de ahorro colectivo financiado por los empleadores, que permita sentar las bases de un sistema mixto y alinearnos con la gran mayoría de países OCDE (83%)”.
Tercero, “fortalecer la libertad de elección de los afiliados, mediante la creación de una entidad pública de gestión de inversiones, que compita con gestores privados por la cotización individual de los trabajadores”.
Cuarto, “mejorar la eficiencia y rebajar los costos que enfrentan los afiliados, otorgando la responsabilidad por la centralización de las actividades de soporte a un IPS fortalecido en base a un gobierno corporativo autónomo”.
Quinto, “reducir significativamente la exposición a riesgos individuales de vejez en el sistema pensiones, especialmente en ámbitos donde demostradamente las decisiones de los individuos han llevado a un empeoramiento de las pensiones (multifondos, retiro programados, SCOMP)”.
Y como sexto punto, habla de “mejorar el aporte del sector privado al funcionamiento del sistema de pensiones, mediante la redefinición de su rol con foco en la gestión de inversión y bajando las barreras de entrada”.