Pese a la visión más optimista que ha buscado transmitir el ministro de Hacienda, Mario Marcel, respecto de una menor profundidad de la eventual recesión que experimentará la economía chilena este año, versus la media del mercado y la proyección del Banco Central, este jueves la autoridad fiscal empeoró levemente su pronóstico de crecimiento para 2023: la estimación de expansión del Producto Interno Bruto (PIB) fue revisada a la baja, según el Informe de Finanzas Públicas (IFP) del cuarto trimestre de 2022.

“Se corrige levemente el pronóstico del PIB para 2023, desde -0,5% a -0,7%, comparado al IFP anterior”, detalló la Dirección de Presupuestos (Dipres).

Sin embargo, pese a este recorte en la estimación del PIB por parte del gobierno, esta sigue siendo menos negativa que la del instituto emisor, el que en su último Informe de Política Monetaria (IPoM) de diciembre planteó un rango de caída de entre 0,75% y 1,75% para la economía nacional este año.

Lo mismo ocurre con la previsión de -1,5% que entregó hace unas semanas el Fondo Monetario Internacional (FMI). En esa ocasión el organismo internacional destacó que el PIB de Chile será el único que se contraerá en la región en 2023. Misma proyección arrojó la última Encuesta de Expectativas Económicas (EEE) que realiza el Banco Central entre economistas.

Sobre las razones de la corrección la baja, la Dipres apuntó que es “debido al efecto base que deja el crecimiento por sobre lo esperado para 2022, sumado a una proyección de menor impulso externo dadas las peores perspectivas globales, las cuales perjudicarían el aumento anual de las exportaciones”.

Mientras la proyección para el PIB Minero fue revisada al alza desde un 4,6% a un 5,5%, la del PIB no Minero se corrigió a la baja de -1,3% a -1,7%.

Directora de Presupuestos, Javiera Martínez.

Desde el Ejecutivo también destacaron que “luego de la desaceleración de la segunda parte del 2022, se proyecta que la actividad económica retomaría su senda de crecimiento a partir del segundo trimestre del 2023, donde comenzaría a mostrar variaciones desestacionalizadas positivas trimestre a trimestre”.

Pero junto con la corrección de 2023, el gobierno también recortó las proyecciones de crecimiento del PIB para 2024 y 2025. Mientras para el primero de esos años la bajó de 3,2% a 2,9%, para 2025 el descenso fue de 3,1% también a 2,9%. En tanto, para 2026 y 2027 las mantuvo en 2,8% y 2,4%, respectivamente.

Otra de las variables que abordó el IFP fue la inflación, donde el documento recalca que se espera una baja durante el 2023. “Se proyecta un Índice de Precios al Consumidor (IPC) promedio de 7,3% durante el año, bajando desde el 12,8% de diciembre de 2022 a 4% al cierre de 2023″, resaltó el informe.

En el documento anterior, eso sí, la Dipres estimaba como supuesto macroeconómico para el 2023 un IPC promedio de 6,3%.

El Ejecutivo respaldó sus cifras sobre la inflación en base a “la contracción de la demanda interna, menores precios internacionales de alimentos y energía, así como la continua recuperación de las cadenas de suministro a nivel mundial”.

“Si bien la inflación viene dando señales que permiten prever un retroceso importante de las presiones sobre los precios durante 2023 y, en términos de actividad económica, las cifras desestacionalizadas revelan que la desaceleración ha sido gradual, diseñamos el Presupuesto de manera de no afectar el reequilibrio macroeconómico en curso y orientado a dar seguridad ciudadana, seguridad económica y seguridad social a la población”, sostuvo la directora de Presupuestos, Javiera Martínez, en sus palabras de introducción al IFP.

No obstante, la apuesta de inflación para este año del gobierno se ubica por debajo de la cifra del IPC de 5,3% para el cierre del 2023 que estimaron los consultados en la última EEE, y también de la inflación de 5% que proyectó el FMI para el balance a diciembre de este año, aunque levemente por arriba del 3,7% que prevé el Banco Central.

Otros de los datos que mostró el último IFP fue la estimación del tipo de cambio, con un promedio de $850 durante este 2023, frente a los $868 proyectados en el documento anterior para este año. Además, el precio del cobre fue revisado al alza, de un US$3,62 la libra a US$ 3,74 la libra.

Panorama fiscal

De acuerdo con el IFP, en materia fiscal, la proyección de los ingresos del Gobierno Central Total para 2023 es de $63.959.433 millones (moneda de 2023), lo que implica una disminución real de 12,5% frente a los ingresos efectivos de 2022, pero refleja un alza de 1,2% equivalente a $736.983 millones (0,3% del PIB) respecto a lo estimado en el informe previo y al momento de la elaboración del Presupuesto 2023.

En cuanto al gasto, desde Hacienda resaltaron que se proyecta en $70.750.455 millones, “que corresponde a la cifra de la Ley de Presupuestos Aprobada ajustada por la actualización de un tipo de cambio más apreciado con respecto al estimado en su elaboración y por un menor gasto por intereses en $77.871 millones”.

Ante este contexto, el nivel de gasto estimado para 2023 implica un crecimiento real anual de 1,2% con respecto al año anterior, debido a la mayor base de comparación por la alta ejecución efectiva observada durante 2022, según explicaron desde la cartera liderada por Mario Marcel.

De esta manera, se estima un déficit efectivo de $6.791.021 millones, equivalente a 2,4% del PIB para 2023, que es 0,3 puntos porcentuales (p.p.) menor a la proyección del déficit efectivo proyectado en el IFP previo.

Desde Hacienda también apuntaron que, al realizar los ajustes cíclicos a los ingresos efectivos, para 2023 se proyecta un déficit cíclicamente ajustado de $5.945.262 millones, equivalente a 2,1% del PIB, cifra igual a la meta definida en el IFP pasado, en línea con el Decreto de Política Fiscal (déficit estructural de 2,1% del PIB).

“Se estima que la deuda bruta del Gobierno Central, consistente con la meta de balance estructural, alcance los US$128.788 millones al cierre de 2023, equivalente a un 38,7% del PIB”, concluyó la Dipres de acuerdo con datos del IFP.

De cara al futuro, el IFP también abordó la senda de convergencia de metas anuales de Balance Cíclicamente Ajustado (BCA) para el período 2024-2027, donde se estima que la deuda bruta del Gobierno Central alcance los US$179.435 millones al cierre de 2027, equivalente a un 40,4% del PIB.

Balance del 2022

Respecto de 2022, el IFP del cuarto trimestre elevó la estimación del crecimiento de 2,2% a 2,6%, equivalente a un alza de 0,4 puntos porcentuales (p.p.) respecto al informe anterior. Una cifra que está en línea con el último dato del Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec), que arrojó para el balance del año pasado un crecimiento de 2,7%.

“La economía chilena continúa con el proceso de ajuste de los desequilibrios macroeconómicos que se acumularon en el contexto de la pandemia, aunque más suave que lo anticipado”, dijo el Ministerio de Hacienda para explicar la revisión al alza.

En tanto, considerando las proyecciones de ingresos efectivos y cíclicamente ajustados, y la actualización contemplada en el presente IFP, se obtiene un superávit efectivo de $2.959.383 millones, equivalente a 1,1% del PIB estimado para 2022, “lo cual representa el primer balance fiscal superavitario desde 2012″, apuntó la autoridad fiscal.

Otro de los elementos que destacó el Ejecutivo estuvo en el marco de la regla del Balance Estructural, al realizar los ajustes cíclicos a los ingresos efectivos, para 2022 el Ministerio de Hacienda estimó, de forma preliminar, un superávit cíclicamente ajustado de $448.821 millones, equivalente a 0,2% del PIB, cifra que es 3,5 puntos del PIB mayor a la señalado en junio de 2022, que estableció una meta de política fiscal para el año 2022 equivalente a un déficit estructural de 3,3% del PIB.

La visión de los economistas

En general, de acuerdo con estas nuevas estimaciones se mostraron los economistas, aunque advierten ciertos riesgos respecto de los ingresos.

Martina Ogaz, economista de EuroAmerica, apuntó que “en general creo que las proyecciones, principalmente de 2023, se ajustaron bastante a nuestro escenario base para este año. Donde existe más diferencia es por el lado de la inflación: en promedio nuestra proyección es mayor a la del IFP. Lo mismo por el lado de tipo de cambio, donde nuestra proyección es menor a la que tiene Hacienda”.

No obstante, señaló que “destaca la corrección a la baja del PIB para 2024 y 2025, deterioro que podría extenderse o ser mayor ante una inversión que muy probablemente se contraiga este año y afecte el crecimiento de los siguientes años”.

Por su parte, Alejandro Fernández, socio de Gémines, sostuvo que las estimaciones del gobierno en su informe para 2023 son razonables, y apuntó que aunque bajó la proyección del PIB a -0,7%, ese dato es “más optimista que el mercado, y me parece razonable”.

Con todo, agregó que “lo que se ve más complicado es el panorama 2024-26, que requiere que se aumenten los ingresos”, por lo que señala que de mantener sus proyecciones sin incrementar el déficit, sería necesario que “que se apruebe la reforma tributaria o que se ajuste el gasto”, pues parte importante del gasto considerado en las estimaciones proviene de la pensión Garantizada Universal (PGU), por lo que “si no hay más ingresos tienen que cortarla”, es decir que “está considerado su gasto para los próximos años, pero el financiamiento no está”.

Ingresos por litio

En un recuadro del informe, se detalló que los ingresos del litio " han sufrido un crecimiento altamente significativo desde 2022, lo que a su vez se relaciona directamente con el aumento del precio que ha tenido la venta de Carbonato de Litio43 en el mercado, incidiendo fuertemente al alza en la recaudación registrada por este concepto para 2022, y pudiendo tener efectos sobre las proyecciones para 2023 y el mediano plazo contemplado en las proyecciones de la Programación Financiera 2024-2027″.

Así, el informe detalla que “los ingresos por rentas de la propiedad 2023 - donde se contabiliza el litio, además de Codelco, entre otros aspectos- se corrigen al alza en un 67,7% respecto al informe previo. Lo anterior está en línea con la proyección de mayores ingresos de pertenencias mineras, por parte de Corfo, provenientes de los contratos de explotación de litio del Salar Atacama y las comisiones de venta de la empresa Albemarle”, aunque recalca que “la presente actualización, se ha mantenido un criterio conservador en la estimación de estos ingresos para el período relevante”.

Para 2022 las rentas de la propiedad llegaron a $3.641.665 millones, un 503% más que el año anterior, aunque para este 2023 se estima una caída de 41,7%, hasta los $2.278.222 millones.

Al respecto, la Dipres consignó que “el presente documento se ha elaborado bajo un criterio prudencial en la proyección de ingresos efectivos por litio contenidos dentro de la estimación de Rentas de la Propiedad para el período 2023 – 2027. Esto contribuye a no afectar la planificación financiera con respecto a lo establecido con ocasión de la elaboración de la Ley de Presupuestos 2023, teniendo en cuenta las reflexiones compartidas por el Consejo Fiscal Autónomo y anticipando el trabajo conjunto para la identificación de una posible ciclicidad en este tipo de recaudación. De esta manera, se busca guiar la política fiscal en base a proyecciones conservadoras, y así, actuar conresponsabilidad en la planificación de la gestión de las finanzas públicas”.