Lo que parece ser la crisis terminal de la Siderúrgica Huachipato sigue complicando al gobierno. Y las gestiones para buscar evitar el cierre del histórico plantel productivo de Talcahuano, lideradas por el ministro de Economía, Nicolás Grau, se mantienen al tope de la agenda gubernamental. Todo, luego que su cartera hiciera pública la recomendación de la Comisión Antidistorsiones de aplicar sobretasas arancelarias a las importaciones de barras y bolas de acero provenientes de China, en forma diferenciada, según el tipo de producto y la compañía importadora.
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Grau, quien se reunió el miércoles con el gerente general de CAP -la matriz de Huachipato-, Nicolás Burr, seguirá desplegado este martes. El secretario de Estado sostendrá reuniones con ejecutivos de cinco grandes actores de la minería en Chile: BHP, que opera Minera Escondida, el yacimiento de cobre con mayores reservas mundiales, y Spence; Teck, firma canadiense que explota Quebrada Blanca; Anglo American, empresa basada en Londres que cuenta opera Los Bronces, Collahuasi y El Soldado; Antofagasta Minerals, la minera del grupo Luksic que explota los proyectos Antucoya, Centinela, Zaldívar y Los Pelambres. A ellos se sumarán representantes de la estatal Codelco, la primera productora mundial de cobre.
La importancia de Huachipato para las mineras es que cerca de 60% de su producción de barras de acero terminan en bolas de acero para la molienda. A pesar de eso, los grandes gremios mineros, el Consejo Minero y la Sociedad Nacional de Minería, no se han querido pronunciar en público por el anuncio de cierre de la siderúrgica. En privado, algunos comentan que entre sus socios no hay acuerdo sobre la conveniencia de castigar las importaciones chinas de acero, pues ello podría elevar sus costos.
En esa línea, Grau aventuró en público una tesis con la que, estima, se podría hacer más rentable el negocio de la acerera: “Para que Huachipato sea viable en términos económicos, una de las cosas que tiene que suceder es que Huachipato tiene que vender en mayor proporción a las mineras. Es un hecho de la causa”, dijo el ministro, en entrevista con T13 Radio.
Y complementó que la estrategia del Ejecutivo es hacer más rentable el negocio de la siderúrgica “a través de las sobretasas”, pero que ello también “se puede conseguir a través de acuerdos directos”. Según reveló, a las mineras “no les es indiferente el cierre de Huachipato”.
Más tarde, la ministra vocera de gobierno, Camila Vallejo, remarcó que la preocupación del Ejecutivo sobre la empresa viene “hace meses”, descartando una agenda “reactiva” en la materia. Eso sí, también recordó que la crisis de la siderúrgica se arrastra “al menos desde el 2010″.
“Esto es algo propio, lamentablemente, de nuestro sistema económico. Son empresas privadas que hacen negocios que, a veces son malos negocios o que no tienen rentabilidad, y termina el Estado asumiendo las consecuencias de aquello, buscando mecanismos para salvar la situación”, agregó.
