Fue en septiembre de 2021 cuando la neozelandesa Fonterra decidió iniciar la venta su inversión en Chile. La cooperativa ponía en el mercado la propiedad de la tradicional Soprole, que llevaba ya más de 30 años en manos del grupo lechero. Tras varios meses de análisis y unos cuatro interesados, la compañía cerró la operación. Y el escogido fue el reconocido grupo peruano Gloria.
Este jueves -informaron al mercado- Fonterra Investments Pty Ltd. y Fonterra Limited suscribieron un contrato de compraventa de acciones mediante el cual se obligaron a vender, ceder y transferir a Gloria Foods–JORB S.A., el 100% de las acciones de New Zealand Milk (Latam), el remanente de las acciones de Inversiones Dairy Enterprises S.A. y el remanente de los derechos sociales de Dairy Enterprises (Chile) Limitada.
El proceso de desinversión comprende varias transacciones por un monto total de $591 mil millones (unos US$640 millones), señaló la compañía. “El precio final reflejará los impuestos por ganancia de capital, ajuste por capital de trabajo, costos asociados a la cobertura del tipo de cambio, y otros costos asociados a la transacción, según los términos y condiciones del SSA (Share Sales Agreement)”, subrayaron.
En Perú, el grupo Gloria precisó la estructura de la operación. El precio a pagar por las acciones de Soprole será de US$ 210 millones. El saldo será la “cancelación de deuda con Fonterra de las sociedades a adquirirse”.
En la operación, el grupo Gloria fue asesorado por el estudio Claro y Cia., mientras Fonterra trabajó con Cariola Diez Pérez-Cotapos, uno de cuyos socios, Gerardo Varela, es director de Soprole.
En Nueva Zelandia, Fonterra también se detalló la operación. “Un pilar fundamental de nuestra estrategia es centrarnos en la leche neozelandesa. Soprole es un negocio muy bueno, pero no depende de la leche neozelandesa ni de su experiencia. Ahora estamos al final del proceso de desinversión”, analizó el CEO de Fonterra, Miles Hurrel.
En mayo, el mismo Hurrell, ya había señalado que en todos los procesos desinversión -que incluyen Australia- aspiraba a sumar unos US$1.000 millones. “Seguimos revisando la propiedad de nuestro negocio australiano y el proceso de desinversión de nuestro negocio chileno, Soprole, está en marcha”, puntualizó en ese entonces. “Nos estamos tomando nuestro tiempo para asegurar los mejores resultados para ambos negocios y seguimos confiando en cumplir nuestra intención de devolver alrededor de US$1.000 millones de capital a nuestros accionistas para el año fiscal 2024″.
De acuerdo a los términos y condiciones establecidos entre Gloria y Soprole, el cierre de la operación se encuentra sujeto a la autorización por parte de las autoridades de libre competencia, y al lanzamiento, por parte del comprador, de una oferta pública de la totalidad de las acciones de la sociedad que no sean de propiedad de Fonterra. Hoy estos últimos tienen el 99,85%. El 0,15% restante de Soprole Inversiones se encuentra distribuido en aproximadamente 600 accionistas, señala la firma en su web.
El cumplimiento de las condiciones se espera concretar en un plazo de seis meses.
Tras el cierre de la transacción -señalaron desde Gloria- Soprole “se sumará a un negocio de clase mundial en nuestra plataforma de operaciones en Latinoamérica y contribuirá a la construcción de nuestra posición y liderazgo en el sector lácteo en la región, de la cual forman parte empresas como Pil Andina S.A. en Bolivia, Suiza Dairy Corporation en Puerto Rico, Gloria Colombia S.A.S. en Colombia, Leche Gloria Ecuador S.A. en Ecuador, Gloria Foods del Uruguay S.A. en Uruguay, Gloria Argentina S.A. en Argentina, y Leche Gloria S.A. en Perú”.
Un largo proceso
En el primer semestre de 2022, el grupo de empresas Soprole comercializó US$344 millones ($317.266 millones) y tuvo ganancias por US$28,9 millones (unos $26.670 millones). Su participación de mercado en Chile, en valor de productos finales, llega al 31%, estimó la empresa en su memoria 2021. Fundada en 1949, Soprole inicialmente se dedicó a la elaboración y distribución de leche pasteurizada, queso fresco y mantequilla en Santiago, expandiéndose luego al resto del país. Hoy Soprole opera la planta de San Bernardo y un centro de distribución en Renca, mientras su filial Prolesur es la productora en el sur del país, con unidades en Los Lagos y Osorno. Además, tiene dos comercializadoras y una empresa dueña de predios entregados en arrendamiento.
“Tal como hemos comunicado a nuestros colaboradores, sindicatos, productores de leche, clientes y proveedores, lo que Gloria ha hecho es comprar Soprole con su actual funcionamiento. Por lo tanto, mantendremos la continuidad de nuestra operación y de la implementación del plan estratégico”, dijo ayer en una declaración el presidente de Soprole Inversiones, Hugo Covarrubias. Soprole tenía a junio de 2022 una dotación de 1.719 trabajadores.
A principios de 2019, el diario neozelandés NZ Herald advirtió que la controladora de Soprole estaba considerando vender activos fuera de su país. Esto, como una estrategia para reducir sus niveles de deuda que, en ese entonces, bordeaban los US$ 550 millones. Si bien desde Chile aquella información fue desmentida, en 2021 la compañía sí optó por seguir ese camino. Las razones fueron variadas. Dijeron relación tanto con temas demográficos como de sustentabilidad.
Ese 2021, en el marco de la entrega de sus resultados financieros, la cooperativa neozelandesa explicó parte de los motivos que llevaron a la exportadora de lácteos a desprenderse de parte de las acciones de Soprole y su subsidiaria Prolesur. Entre ellos, destacan razones demográficas, de sostenibilidad...todo, con foco en Nueva Zelandía
El CEO de la compañía, Miles Hurrell, lo resumió así en la entrega de resultados el año pasado: “El suministro total de leche en Nueva Zelanda probablemente disminuirá y, en el mejor de los casos, se estabilizará; de manera que una inyección de dinero le permitiría a la compañía mantener “una estructura de capital adecuada para ayudar a garantizar que no perdamos los beneficios de lo que generaciones de agricultores han construido”. “En pocas palabras, el mundo quiere lo que tenemos: leche nutritiva, de alta calidad y producida de forma sostenible”, dijo.
En ese contexto, definieron los bancos de inversión. JP Morgan, UBS y Jarden estuvieron a cargo del proceso. Se desarrolló el teaser y el documento descriptivo de la firma y en julio se envió a una lista larga de posibles interesados. Hace algunas semanas se redujo a una lista corta en la cual habrían estado unas cuatro firmas extranjeras -según publicó el DF-. Y todo decantó en favor de Gloria, el principal grupo lácteo de Perú con el 76% del mercado. Sólo en ese país, tiene más de 2.800 trabajadores directos.
“La oportunidad de incorporar una empresa de la categoría de Soprole S.A. a nuestro portafolio de negocios será un orgullo para nuestro holding alimentario. Además de su liderazgo en el mercado en Chile, la identificación y profesionalismo de sus recursos humanos y su excelencia en áreas como el desarrollo de marcas, la innovación y sus buenas prácticas, construirán sinergias tanto en el relacionamiento como en los aportes técnicos y de evolución nutricional, lo cual no sólo fortalecerá nuestra plataforma regional de alimentos, sino que nos permitirá contribuir al desarrollo socialmente responsable con las comunidades a las que servimos”, señaló el director ejecutivo de la compañía, Claudio Rodríguez, hijo de uno de los fundadores del grupo empresarial peruano, Jorge Rodríguez.