Hacienda ajusta a la baja su perspectiva de crecimiento para 2022, pero sube levemente las proyecciones para el precio del cobre
Para este año, la proyección subió desde 7,5% a 9,5%, mientras que para el próximo ejercicio la expectativa bajó desde un 2,9% previsto en el Informe de Finanzas Públicas del segundo trimestre, a 2,5%. Para el metal rojo se espera un promedio de US$4 la libra.
La discusión presupuestaria comenzó. Este lunes, el ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda, expuso el Estado de la Hacienda Pública ante la Comisión Especial Mixta de Presupuesto. En dicha instancia actualizó el escenario macroeconómico para este y el próximo año.
El secretario de Estado, que estuvo acompañado por la Directora de Presupuestos, Cristina Torres y el subsecretario del ramo, Alejandro Weber, corrigió al alza las expectativas de crecimiento para este año pasando de 7,5% a 9,5%. Si bien es un incremento importante se mantiene bajo el rango de proyectado por el Banco Central en el Informe de Política Monetaria de septiembre de entre 10,5% y 11,5%.
“En 2021, hemos tenido una política fiscal que ha sido bastante expansiva, y eso nos lleva a que durante el año, el PIB esté creciendo significativamente, acercándose a los dos dígitos, sorprendiendo al alza versus las expectativas”, precisó Cerda, quien agregó que “la actividad económica se ha visto favorecida con la exitosa campaña de vacunación masiva que ha permitido mejorar las proyecciones económicas para 2021 y mejorar las condiciones sanitarias para el retorno seguro de los chilenos a sus vidas cotidianas”.
El titular de la cartera destacó que la actividad económica de julio se ubicó 4% por encima de los registros previos a la crisis sanitaria y que la confianza empresarial se encuentra en niveles máximos desde hace casi 10 años, lo que ha permitido el impulso de la inversión y el mejoramiento de las expectativas económicas. Sin embargo, advirtió que “la recuperación ha sido heterogénea entre sectores, donde, por un lado, sectores como el comercio han exhibido un alto dinamismo, mientras que aún hay sectores relacionados a los servicios que se mantienen rezagados”.
En esta materia, Cerda hizo presente que aún persisten holguras en el mercado laboral, por cuanto aún no se recuperan la totalidad de los casi dos millones de puestos de trabajo destruidos por causa de la crisis del Covid-19.
“La mejor adaptación de la economía, la reapertura gradual, la mayor confianza de consumidores y empresarios, y en particular, un mayor impulso fiscal, nos llevan a revisar la estimación de crecimiento en 2021 hasta 9,5%”, dijo Cerda y enfatizó que se proyecta un aumento de 16,2% en la demanda interna, producto del aumento en el consumo privado, pero también de la inversión.
Perspectivas para 2022
Para el próximo año, en tanto, el Ejecutivo recortó las perspectivas desde un 2,9% previsto en el Informe de Finanzas Públicas del segundo trimestre a un 2,5%. Esta cifra se ubica en la parte alta del rango proyectado por el instituto emisor en septiembre de entre 1,5% y 2,5%.
El erario fiscal contempla una caída del gasto público de 22,5% en comparación a la ejecución proyectada para este año. Esto en monto significa que se pasará de un gasto de US$ 105.854 millones a uno de US$ 82.135 millones. El jefe de la billetera fiscal señaló que la contracción del gasto era para no sobrecalentar la economía.
Si se compara con la ley aprobada en 2021, hay un alza del gasto del 3,7%. Así, el déficit fiscal estructural pasará del 11,5% al 3,9% del PIB, en un esfuerzo por volver a la senda de consolidación fiscal.
Para la demanda interna, la proyección pasó de 2,6% a 1,7%. El precio del cobre tuvo mejor suerte ya que Hacienda elevó su previsión para 2022 desde US$3,95 la libra a US$4 la libra.
Además, contempla recursos de libre disposición para el próximo gobierno por un monto cercano a US$ 700 millones. Y el gasto en inversión subirá un 8,1% frente a un gasto corriente que crece un 2,8%.
Sobre este punto, Cerda dijo que “Tras el histórico y necesario impulso entregado, debemos volver a una senda de sostenibilidad de las finanzas públicas”. Por ello, el secretario de Estado enfatizó que “el Presupuesto 2022 retoma la senda de la sostenibilidad fiscal, pero sin dejar de lado la reactivación de la actividad y el empleo”.
Con este ajuste, el ministro resaltó que reduce el tamaño del Estado y el gasto como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) vuelve a niveles prepandemia: en 2021 el gasto llegará a 31,7% del PIB y se prevé que se reduzca a 23,8% del PIB en 2022, llegando a niveles similares de 2018 y 2019.
Debate parlamentario
Con estos datos sobre la mesa, los diputados y senadores ya anticipan cuáles serán los principales nudos a desatar: monto de libre disposición, crecimiento de la inversión pública, recursos para el Ministerio de Salud por la crisis del Covid 19 son algunos temas que ya comienzan a tomar fuerza.
El primer punto en cuestión fue levantando por los equipos económicos de las candidaturas presidenciales de la oposición.
Desde el comando de Gabriel Boric, Javiera Martínez dijo que los US$ 700 millones de libre disposición, “no son suficientes para el total de políticas que se buscan implementar el primer año. El gobierno (que asuma) deberá hacerse cargo de los efectos de la pandemia y los desafíos sociales que Chile enfrenta actualmente, esto requerirá revisar el esquema de gastos. Por eso es tan importante conocer luego el detalle presupuestario”.
Mientras que desde el equipo de Yasna Provoste, Hernán Frigolett “los US$ 700 millones son los mismos montos que se dejan en un cambio de gobierno de un año normal, pero no estamos en uno normal. No se sabe cómo seguirá la pandemia. Debió haber sido el doble entre US$ 1.200 millones a US$ 1.400 millones”.
Entre los parlamentarios de oposición, hay coincidencia en que los recursos de libre disposición son bajos para un año donde todavía estará presente el riesgo de algún rebrote del Covid 19, y que la inversión crece menos de lo que esperaban.
El diputado Manuel Monsalve (PS) afirma que habrá una discusión importante sobre los recursos que se dejan para el nuevo gobierno. Esto porque los US$700 millones si bien están en línea con lo que históricamente se deja “es algo que se debe conversar considerando que no estamos en tiempos normales”. Monsalve también dice que habrá énfasis en la partida del Ministerio de Salud. Por una parte, para hacer frente a los eventuales rebrotes del virus y para atender las materias postergadas por la crisis.
El senador Carlos Montes (PS) fue uno de los más críticos, principalmente por la caída del gasto público y el bajo crecimiento de la inversión pública, por lo que espera “conocer el detalle del proyecto” pero anticipa que no es “un presupuesto reactivador”, sino que, todo lo contrario, ya que planteó sus dudas sobre si este presupuesto “nos puede llevar a un frenazo de la economía” en 2022.
Sobre el monto de libre disposición, el legislador enfatizó que “no es para un año donde el país estará saliendo de la crisis, y además con la caída en el gasto que se presenta en el presupuesto estos recursos cobran mayor relevancia. Es algo que debemos discutir”.
Marcelo Díaz, diputado del Frente Amplio, acota el foco debe estar puesto en el gasto púbico. “Se debe analizar la gradualidad en la disminución del gasto público frente a la caída abrupta que propone el gobierno, y donde se harán esos ajustes, porque no estamos dispuestos a realizar recortes que tengan impacto social negativo”.
Desde el oficialismo, el senador José García Ruminot, (RN) sostiene que habrá debate sobre nivel de gasto y reducción de déficit estructural. “La contrapartida de ello es un mayor endeudamiento y una mayor carga financiera, por ello estimo que debemos hacer un esfuerzo importante, significativo para comenzar a equilibrar las cuentas fiscales”.
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