Una merma en el PIB así como el estallido social podrían explicar la baja de los inmigrantes en afiliaciones al sistema de pensiones. Solo en octubre de 2019, bajaron 62% año contra año los migrantes que se afiliaron por primera vez a las AFP. Eso sí, los chilenos también cayeron ese mes, pero en menor medida (50%).
Pero las bajas más pronunciadas que se ven de nuevos afiliados extranjeros en las AFP vienen desde septiembre de 2019, cuando retrocedieron 41%, versus la contracción de 11% de los chilenos. También existe información con caídas más pronunciadas en noviembre y diciembre de ese año, pero en ambos meses se registran sobre 10 mil afiliados nuevos “sin información”, por lo que no sería tan representativo.
En este escenario, los haitianos que se afiliaron por primera vez al sistema de pensiones fueron menos de mil en septiembre de 2019, algo que no había ocurrido desde que hay registro (2016). En el caso de los venezolanos ocurrió algo similar, ya que ese mismo mes, por primera vez desde abril de 2017, fueron menos de 4 mil. Asimismo, los peruanos nunca habían sido menos de 500 ingresando al sistema, pero en setiembre fueron 478. Luego, desde septiembre de 2019 y hasta diciembre de ese año, las bajas fueron incluso mayores para estas tres nacionalidades, profundizando las caídas mes a mes.
Así lo revela la base de datos que publicó la Superintendencia de Pensiones cuando lanzó la licitación de nuevos afiliados esta semana. Según estos registros, en septiembre de 2019 los haitianos que se afiliaron por primera vez al sistema de AFP fueron 855, al mes siguiente fueron 780. Esto se compara con los niveles de años anteriores, donde el piso estaba sobre los mil nuevos afiliados, y el techo ocurrió en enero de 2018 cuando se incorporaron más de 9 mil haitianos.
En tanto, los venezolanos en septiembre de 2019 fueron 3.798, y al mes siguiente fueron 3.519. Esto se compara con los entre 4 mil y 12 mil nuevos afiliados en que han fluctuado las incorporaciones mensuales de venezolanos desde 2017.
Esto va en línea con datos que ha dado a conocer con anterioridad el Departamento de Extranjería y Migración (DEM), que ha mostrado que en 2019 ocurrió una brusca caída en el flujo migratorio y también en las solicitudes de visas consolidadas se registró en Chile.
De hecho, los registros del gobierno dan cuenta de que el flujo migratorio neto (entrada menos salida de migrantes) pasó de 432.762 en 2018 a 314.815 en 2019. Y según dijo en enero del año pasado el jefe del DEM, Álvaro Bellolio, el descenso de migrantes en 2019 se debió a tres motivos, entre ellos, la disminución del flujo de venezolanos (salieron 63.597); y la migración prácticamente cero de ciudadanos haitianos, ya que si en 2017 se quedaron más de 100 mil, en 2019 dejaron un saldo negativo.
También hubo una caída de la solicitud de visa con foco laboral, en septiembre y noviembre de 2019.
El economista de la UC, Juan Bravo, apunta a lo mismo: la baja de inmigrantes que se afiliaron por primera vez al sistema en la última parte de 2019 “tiene que ver que con el estallido social que empezó en octubre, que desincentivó el ingreso de inmigrantes al país”, comenta Bravo.
En ese sentido, el economista de la UC también dice que producto del estallido social hubo otros efectos: “En ese trimestre tuvimos una caída del PIB, y el mercado laboral inmediatamente reacciona a la situación económica. Entonces, lo que ocurrió fue que el empleo formal empezó a desacelerarse durante ese trimestre, en cambio, el empleo informal empezó a ganar terreno”