El fundador de la cadena de gimnasios Pacific Fitness, Fritz Bartsch, tuvo tres hijos: Alexander (24 años) y Christhofer Bartsch Fuentes (24 años) y Annais Bartsch Casas (20 años). A un mes de la muerte de su padre, a los 55 años, la sucesión -alejada de la administración de la cadena- ha debido hacer frente a los problemas económicos por los que atraviesa la firma y que terminaron con el cierre temporal de la cadena hace algunos días. Hoy los conflictos entre ellos enturbian aún más la situación. El jueves, los dos hijos mayores -Alexander y Christhofer Bartsch Fuentes- interpusieron en el 1° Juzgado Civil de Santiago una solicitud para que el tribunal designe a un administrador de la herencia, ante los problemas que han tenido con la tercera hermana, Annais.

Según se lee en la acción judicial, Fritz Bartsch dejó un patrimonio que lo componen 20 sociedades, varias de ellas, inmobiliarias, las que “mantienen obligaciones pendientes con terceros, acreedores, trabajadores, con la Tesorería General de la República, el SII, e inclusive adeudan sumas millonarias por servicios básicos como luz y agua, multas derivadas de diversas municipalidades, entre otras, además de un proceso concursal de liquidación en tramitación”, consigna el documento.

A renglón seguido explica que para poder dar continuidad a la actividad y hacer frente a los pasivos se citó a una reunión a los herederos -entre ellos Annais- para el 19 de julio. “Dicha junta ordinaria no pudo llevarse a cabo, ya que la mencionada no concurrió, enviando en su lugar a su ‘padrino’, con sus abogados”, indican. Y añaden: “Esta situación de inactividad de doña Annais Isidora Bartsch Casas está causando un grave perjuicio al patrimonio de los demás herederos”.

Explican que esto les ha impedido generar los mecanismos necesarios para dar movimiento al flujo de activos, los que se encuentran retenidos en los bancos, atendido a que se requiere el consentimiento de ella para poder girar fondos y pagar deudas y obligaciones pendientes.

“En distintas conversaciones con sus abogados y el padrino estos se han negado a brindar toda autorización, sin perjuicio que el acto de aceptación de herencia es un acto personal, el cual ella no ha manifestado, demostrando ésta un total desinterés, hecho que está conllevando una problemática económica y financiera de las sociedades, siendo un obstáculo en la administración”.

El escrito destaca que dada “la gravedad de la situación jurídica en la que se encuentra la comunidad, es decir, sin un administrador, nos ha obligado a cerrar la cadena nacional de los gimnasios, ya que no contamos con la liquidez necesaria para enfrentar los consumos básicos impagos y los productos de higiene exigidos por la autoridad sanitaria”.

Los herederos propusieron al tribunal que el administrador sea la hermana de Fritz, Yessica Bartsch, la cual lleva 15 años trabajando en la cadena y tendría la autorización de dos de los tres hijos del fundador.