Imacec: un dato que confirma una tendencia

Partió la semana con un dato de crecimiento del Imacec de septiembre que estuvo ligeramente por sobre lo esperado, aunque no es para celebrar. La variación interanual fue de 2,3%, el menor ritmo de expansión desde junio de 2017 (1%).

En agosto pasado el incremento fue de 3,2%. Uno de los efectos en contra del crecimiento en el mes fue el extenso feriado por las Fiestas Patrias, dado que hubo dos días hábiles menos que septiembre de 2017.

Esto, como resultado de un Imacec minero que disminuyó 2,0%, mientras que el no minero aumentó en 2,5%. Este último se vio favorecido por el desempeño de los servicios, efecto que fue en parte compensado por la caída de la industria manufacturera.

De esta forma, la actividad chilena cerró el tercer trimestre con una variación de 2,9%, muy por debajo del 5,3% del período enero-marzo y del 4,3% del segundo trimestre. En lo que va del año el país ha crecido 4,2%, por lo que se requiere un avance de al menos 3,3% en el cuarto trimestre para garantizar el piso sicológico del 4%.

Décimas más, décimas menos, el crecimiento se situará en torno a ese nivel, y no debiera ser el centro de la discusión. El tema de fondo es que las cifras muestran una consolidación del menor ritmo de actividad mirando más hacia el próximo año.

De hecho, el mercado ya comenzó a ajustar sus proyecciones a la baja para 2019, que de todas maneras se mantienen sobre 3% y duplica la tasa de avance del último año de la administración anterior.

Dicho lo anterior, parte de esta desaceleración del primer semestre versus el segundo era totalmente esperable por la base de comparación más exigente en la segunda mitad del año. A ello se han sumado ruidos externos por la salud económica de China.

La nota positiva es que en el terreno de las confianzas, tanto empresariales como de consumidores persisten en una meseta superior a los últimos años.